
Al menos 10 personas murieron el viernes y 14 resultaron heridas en un ataque con un coche bomba perpetrado contra un hotel por el grupo yihadista Al Shabab en la ciudad portuaria de Kismayo, en el sur de Somalia, informó el legislador local y superviviente del atentado Abdirahman Ali.
Entre los fallecidos figuran trabajadores humanitarios, dirigentes políticos regionales y periodistas. La lista de víctimas mortales incluye a la reconocida presentadora de televisión somalí Hodan Nalayeh, quien se había trasladado recientemente desde Canadá para informar de historias positivas sobre su país

El ataque comenzó por la tarde cuando un coche bomba explotó frente a la entrada del conocido hotel Medina, en el centro de Kismayo, según un responsable local de la seguridad, Abdiweli Mohamed. Pasadas las 22:00 horas (19:00 GMT) continuaba y se podían oír todavía disparos esporádicos.
Los insurgentes de Al Shabab reivindicaron en un comunicado el ataque contra los "oficiales apóstatas de la administración de (la región de) Jubaland". Afirmaron que sus hombres habían logrado tomar el control del hotel.
Tras la explosión del coche bomba, "varios hombres armados" entraron en el hotel, "pero las fuerzas de seguridad respondieron y comenzaron el combate con los terroristas dentro del edificio", indicó otro responsable local de seguridad, Abdiweli Mohamed.
"La explosión fue enorme, y luego hombres armados entraron e intercambiaron disparos con las fuerzas de seguridad. Era un caos en el interior. Vi a varios muertos, cuyos cuerpos eran sacados de la zona, y había gente huyendo de los edificios contiguos", indicó un testigo, Hussein Muktar.
"La familia de un periodista local, Mohamed Sahal, confirmó su muerte y me dicen que la activista en las redes sociales Hodan Naleye y su esposo también murieron en la explosión", declaró Ahmed Farhan, otro testigo.
Según varias fuentes locales, en el hotel se hospedaban sobre todo empresarios y políticos que se encontraban en la ciudad para la preparación de las elecciones presidenciales en la región semiautónoma de Jubaland, previstas a finales de agosto.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.

Con información de AFP
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Al menos trece personas murieron en dos explosiones en la capital de Somalia
Últimas Noticias
Descenso abrupto de temperatura y alerta por tormentas: así estará el tiempo este domingo en el AMBA
Luego de varios días de calor intenso, llega la tormenta a gran parte de la provincia de Buenos Aires y CABA. Además, el SMN emitió alertas en diferentes regiones del país

Agustín Calleri confirmó que irá por un nuevo mandato en la AAT: “Nos convertimos en una Asociación seria”
El cordobés hizo un repaso de su gestión y anunció que va por más. Lo logrado y sus nuevos objetivos

“Pensé que del arte no se podía vivir”: la artista argentina que pasó de pintar en las calles a dejar su huella en Qatar
Con un mate y el ritmo de la cumbia de fondo, Graciela Goncalves Da Silva representa al país por todo el mundo. Bajo su característico sello “Animalitoland”, la artista se enfrentó al desafío de romper la barrera cultural con la sociedad qatarí

Cafetines de Buenos Aires: la postal casi centenaria de Villa Devoto que tienta con fabada, sidra tirada y pan dulce todo el año
El Café de García abrió sus puertas en 1927, en la esquina de Sanabria y José Pedro Varela. La construcción pertenecía al matrimonio Metodio y Carolina García, que dejó su legado en manos de sus hijos Rubén y Hugo con la condición de que trabajaran juntos. La popularidad no paró de crecer, hasta llegar a oídos de su vecino más famoso, Diego Armando Maradona

Entre el aislamiento y el conventillo: el dilema de la convivencia en una sociedad que vive cada vez más sola
La soledad crece entre jóvenes que no pueden emanciparse y adultos mayores que envejecen sin compañía, mientras el modelo de vida individual se vuelve insostenible y obliga a repensar nuevas formas de convivencia intergeneracional



