Por qué el dragón de Komodo puede ser clave para combatir las superbacterias

El animal en peligro de extinción puede ser la puerta para una generación nueva de medicamentos con propiedades antimicrobiales de gran espectro, que combatan el ántrax y las bacterias ultrarresistentes

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En la sangre del dragón de Komodo puede estar el secreto para combatir las superbacterias, que cada año matan a 700.000 personas en el mundo
En la sangre del dragón de Komodo puede estar el secreto para combatir las superbacterias, que cada año matan a 700.000 personas en el mundo

Como si la investigación se hubiera hecho en un capítulo de Game of Thrones, y no en la Universidad George Mason, en Virginia, Estados Unidos, se acaban de descubrir 48 agentes en la sangre del dragón de Komodo que podrían servir para combatir infecciones, entre ellas, las causadas por superbacterias que se resisten al tratamiento habitual. El animal que vive en Indonesia, el más grande de los lagartos que habitan el planeta, podría alumbrar una nueva generación de antibióticos.

El dragón de Komodo, un depredador temible, caza de una manera muy particular: embosca a su presa, le muerde con fuerza el cuello o el vientre —sus dientes afiladísimos son reemplazables— y espera. Si el búfalo de agua, el ciervo o el jabalí no se desploma en el momento, lo sigue. Más temprano que tarde, la presa cae por la mezcla de veneno y docenas de bacterias patógenas que el cazador tiene en su saliva. Entonces el animal en peligro de extinción se da un festín, dada su capacidad de ingerir hasta el 80% de su propio peso.

El lagarto más grande que habita el planeta caza con ayuda del veneno y las bacterias con que intoxica mortalmente a sus presas. Allí yace el secreto de su potencial antimicrobiano
El lagarto más grande que habita el planeta caza con ayuda del veneno y las bacterias con que intoxica mortalmente a sus presas. Allí yace el secreto de su potencial antimicrobiano

No sólo puede portar 57 bacterias sin sufrir problemas: si un dragón de Komodo pelea con otro, las mordeduras no son mortales. Su sistema inmunológico logra combatir las infecciones. 

Los científicos Barney Bishop y Monique van Hoek publicaron en el Journal of Proteome Research (Revista sobre Investigación del Proteoma) su trabajo basado en investigaciones anteriores sobre cocodrilos. Por medio de un método original, un proceso indirecto llamado bioextracción, los investigadores identificaron 48 péptidos catiónicos antimicrobianos (CAMP), cadenas de entre 12 y 50 animoácidos que se hallan en el sistema inmunológico de todos los seres vivos capaces de combatir las bacterias. A continuación sintetizaron ocho, las que parecían más prometedoras, y las probaron con dos parientes de las superbacterias que matan 700.000 personas cada año.

Las ocho se mostraron potentes para combatir la Pseudomonas aeruginosa —un patógeno oportunista Gram negativo— y siete de ellas, el estafilococo dorado.

Google homenajeó a esta especie en extinción que habita en Indonesia
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"Hemos identificado en el plasma del dragón de Komodo un anfitrión de péptidos novedosos que exhiben propiedades antimicrobiales de gran espectro, incluido el ántrax y las bacterias resistentes a múltiples drogas", escribieron Bishop y van Hoek.

A partir de ese trabajo, crearon un péptido al que bautizaron DRGN-1y comprobaron cómo podía curar heridas con gran eficacia y destruir biopelículas microbianas, las colonias de bacterias extremadamente difíciles de eliminar. El próximo paso será estudiar el camino que lleve a antibióticos superpotentes desde estos componentes sintetizados de la sangre del animal que mereció el doodle de Google el 6 de marzo.
 
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