Vladimir Putin supervisó este domingo el desfile naval en San Petersburgo que reunió en esta antigua capital imperial a más de 40 buques y submarinos y unos 3.500 militares con motivo del Día de la Armada Rusa, ampliamente celebrado en todo el país.
“¡Saludos camaradas! ¡Les felicito por el Día de la Armada!”, dijo Putin abordo de la lancha con la que surcó las aguas del Golfo de Finlandia acompañado por el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú.
Según el Kremlin, en la parada naval participaron más de 40 buques, submarinos y lanchas, 42 aviones y más de 3.500 soldados, aunque actos similares se celebran en otros puertos como en enclave báltico de Kaliningrado.
La flota rusa “es capaz de infligir una respuesta fulminante a todos aquellos que decidan atentar contra nuestra soberanía y libertad”, aseguró Putin durante un desfile naval en San Petersburgo, subrayando que su equipamiento militar “se mejora constantemente”.
“La Patria es una noción sagrada para todos nosotros, y defenderla es un deber y el sentido de la vida para cada uno de nosotros”, añadió el líder del Kremlin.
Putin se subió a una lancha con la que se desplazó en aguas de San Petersburgo y de la isla de Kronstadt en el Golfo de Finlandia, donde transcurrió el acto.
En Sebastopol, en la Crimea anexionada por Rusia, los festejos se cancelaron después de que un ataque con drones contra el cuartel general de la flota rusa del mar Negro dejara seis heridos. Las autoridades locales acusaron a “los nacionalistas ucranianos” de haber llevado a cabo el ataque, pero Ucrania lo desmintió.
Desde el inicio de la intervención militar en el país vecino, la flota rusa ha jugado un papel activo a la hora de atacar con misiles territorio ucraniano.
En abril Rusia sufrió su mayor revés con el hundimiento a manos de Ucrania del buque insignia de su flota en el mar Negro, el crucero portamisiles Moskvá, donde habrían muerto una treintena de marineros.
Con la toma de los puertos de Mariúpol (Donetsk) y Berdiansk (Zaporiyia) y la creación de un corredor terrestre hasta la anexionada península de Crimea, la flota rusa convirtió el Azov en un mar interior, aunque algunos expertos animan al Kremlin a dejar a Ucrania también sin salida al mar Negro.
(Con fotos de AP, Reuters, Sputnik)
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