Paseos en un mercado nocturno de Wuhan En el corazón de China, su ciudad fue la primera del planeta en estar en cuarentena. Pero seis meses después, los habitantes de Wuhan disfrutan el regreso a una vida normal, a tal punto que muchos de ellos no dudan en dejar la mascarilla.
Jóvenes bailando en una fiesta tecno, puestos de comida abarrotados y embotellamientos por todas partes: el paisaje de Wuhan (centro) ya no tiene nada que ver con la atmósfera de ciudad fantasma que vivieron las costas del Yangtsé desde el 23 de enero La metrópolis de 11 millones de habitantes vivió un duro encierro de 76 días, finalmente levantado a comienzos de abril. Pero con la casi desaparición de la enfermedad en la totalidad de China, el movimiento se ha adueñado de las calles Miles de wuhaneses hacen fila todas las mañanas frente a caravanas que venden desayunos. Una escena que contrasta con la multitud que acudía en masa a los hospitales de la ciudad durante el invierno, angustiados por el nuevo coronavirus Mientras que la mascarilla es obligatoria en Berlín y en París, en Wuhan el objeto símbolo de la pandemia, así como los trajes completos y los anteojos de seguridad dejan su lugar a las sombrillas y los anteojos de sol. Estos últimos días las temperaturas alcanzaron los 34 grados.
Muchos wuhaneses aseguran ahora querer disfrutar del día a día. “Ahora, disfruto de cada día como si fuera el último”, declara una habitante llamada Hu Fenglian. “No tengo ganas de preocuparme mucho”.
Un grupo de personas baila junto al río Algunos prefieren seguir usando la mascarilla, otros se la desprenden Masivo festival musical, una señal de retorno a la "normalidad" Entre las primeras personas contaminadas en Wuhan, muchas trabajaban en el mercado de productos frescos Huanan, que fue cerrado por las autoridades a comienzos de enero. Librado al abandono detrás de altas rejas azules, no ha reabierto. Algunos vendedores reinstalaron sus puestos más lejos La actividad económica ha mostrado signos de recuperación, pero todavía está lejos de los niveles previos a la pandemia Pasajeros revisan los códigos de salud en la zona de llegadas del aeropuerto Tianhe en Wuhan Los turistas volvieron y se fotografían sonrientes frente a la Torre de la Grulla Amarilla, uno de los monumentos emblemáticos de Wuhan, con sus artesanías rojas y naranjas El tránsito volvió a ser intenso en el centro de la ciudad (Con fotos e información de Héctor Retamal/AFP)