Encontraron hojas de afeitar en dulces que se repartieron a niños en un barrio en Estados Unidos durante Halloween

Encontraron varias hojas de afeitar escondidas en dulces que se les repartieron a niños durante la noche de Halloween en una pequeña localidad del estado de Oregon. La policía que lleva adelante la investigación está convencida de que el origen de este peligro está en un tranquilo barrio de una pequeña localidad.

La ciudad de Eugene está ubicada a unos 175 kilómetros al sur de Portland, en Oregon. Allí es donde surgió la primera denuncia. Un padre llamó a la policía local para advertir que entre los dulces que su hijo recogió durante la caminata de “truco o dulce” (“trick or treat” en inglés) el día de Halloween, encontró un caramelo que dentro tenía un pequeño pedazo de una hoja de afeitar, que según describieron las autoridades parecía ser parte de un sacapuntas de lápices.

El denunciante vive en un barrio muy tranquilo de Eugene, llamado Friendly, y encontró este peligroso filo mientras revisaba los dulces que sus hijos recibieron en Halloween antes de permitir que se los comieran.

Sin embargo, lo que parecía ser un caso aislado se convirtió en un tema mayor cuando la policía recibió otras tres denuncias, todas en el mismo barrio en un radio pequeño entre las calles Tyler y Friendly, y las avenidas 24 y 27 de oeste.

De inmediato las autoridades emitieron una alerta cívica instando a los padres a revisar todos los dulces antes de permitir que sus hijos los consuman. En las cuatro ocasiones en las que se encontraron hojas de afeitar en caramelos, todas eran muy parecidas, con lo que se presupone que provienen de un mismo origen.

Por el momento no han encontrado al culpable pero el departamento de policía de Eugene tiene una investigación abierta sobre el caso.

Como siempre en estas ocasiones, se pide al público que si tienen algún dato que pueda ser relevante, se comuniquen de inmediato con las autoridades. En general, como en Halloween los niños se acercan a casas de extraños a pedir dulces, la recomendación es que los padres siempre revisen todo lo que recolectan antes de que los consuman. El ideal es que se trate de golosinas conocidas por el público que estén en paquetes cerrados.

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