Fue el 30 de mayo de 2005 cuando Natalee Holloway desapareció en Aruba, un país del Caribe. Casi 24 horas después, su madre, Beth Holloway, aterrizó en la isla para encontrarse cara a cara con Joran van der Sloot, el hombre que se había encargado de arrebatarle a su hija.
La joven de 18 años fue vista por última vez en el auto de este sujeto de nacionalidad holandesa, quien fue arrestado y liberado por falta de pruebas en dos ocasiones. Cuando lo vio, Beth Holloway estuvo segura de que él sabía lo que había ocurrido con su hija. “Pensé ‘eres tú’”, explicó la madre a ABC en una entrevista. “¿Sabía lo que estaba por venir? No. Pero sabía que iba a aferrarme a él hasta mi último aliento”, agregó.
Y es que Van der Sloot cumple una condena de 28 años de prisión en Perú pero es por un delito diferente y nunca ha sido acusado en relación con la desaparición de Natalee Holloway. Han pasado casi 15 años desde que se le vio por última vez, saliendo de un bar llamado Carlos’n Charlie’s en Oranjestad y subiéndose a ese Honda gris del que nunca salió.
Por todos esos años, su madre ha vivido con el doloroso misterio de lo que ocurrió en ese viaje de graduación de la escuela secundaria. Sin embargo, en el verano de 2019 decidió volver a Aruba con el objetivo de liberarse de ese dolor.
“He llegado a la conclusión de que esta isla ya no tiene nada para mí”, le dijo a ABC durante su primera visita a la isla tras más de una década. En su viaje se reunió con Groenveldt, quien la ayudó en la búsqueda inicial de su hija. "Esta será la primera vez que podré mirar el océano, disfrutarlo, sentirlo y simplemente sentarme en la playa”, le dijo.
Beth toma su regreso a Aruba como una hazaña que le permitirá ayudar a sanar, sin olvidar a su hija. "Nunca superarás la pérdida de un ser querido, eso no va a suceder. Pero la vida sigue adelante. Natalee querría que disfrutáramos de la vida que nos queda”, contó durante su entrevista.
La mujer estadounidense sabe bien que el caso sigue sin resolverse. El hombre que durante años ha sido el principal sospechoso está en prisión por matar, cinco años después, a otra joven en Perú.
Beth recuerda los encuentros con este sujeto, un fornido holandés de 1.91 metros de estatura, quien en un momento le aseguró que, en la noche de su desaparición, había llevado a su hija al hotel en el que estaba tras haber discutido. Esta fue la primera mentira, pues las cámaras de vigilancia del Holiday Inn demostraron que Natalee no llegó esa noche.
Más de una semana después de la desaparición de Natalee Holloway, Van der Sloot y sus dos amigos, los hermanos Deepak Kalpoe y Satish Kalpoe, fueron detenidos por la policía. Todos cambiaron sus historias, afirmando que los hermanos Kalpoe habían dejado a Sloot y Natalee en la playa, y luego éste la había dejado allí dormida.
Las autoridades de Aruba actuaron con lentitud y, a pesar de las eventuales detenciones de van der Sloot y sus amigos, nunca presentaron cargos contra ellos. De hecho, los hermanos Kalpoe nunca han sido acusados de su desaparición.
En agosto de 2005, la atención que los medios internacionales le habían puesto al caso se centro en la devastación de EEUU por el huracán Katrina. La tragedia coincidió con la liberación de Van der Sloot debido a que la policía local no encontró el cuerpo de la joven y no tenía suficientes pruebas para procesarlo.
Su madre pasó los siguientes años persiguiendo a Joran van der Sloot, quien cambió su versión de los hechos en repetidas ocasiones. En febrero de 2008, los funcionarios de Aruba reabrieron el caso en su contra después de que una cinta lo mostrara describiendo la muerte de Holloway a un periodista holandés. En esa ocasión los funcionarios no pudieron corroborar sus declaraciones y lo volvieron a dejar en libertad.
En noviembre de ese mismo año, Greta Van Susteren recibió una entrevista con Van der Sloot en Tailandia, durante la cual afirmó que había vendido a Natalee Holloway como esclava sexual. Pero poco después, llamó a la periodista para decirle que la historia era mentira.
Dos años después, Van der Sloot contactó a la madre de Natalee y le dijo que, a cambio de USD 25.000 le revelaría la ubicación de los restos de su hija. Beth accedió y pagó, sin embargo, el joven escapó de la isla con el dinero, huyó a Perú y le envió un correo electrónico al abogado de la familia diciendo que los había engañado.
Durante todo ese tiempo, Beth había trabajado con el FBI, esperando que lo ocurrido sirviera de base para acusarlo de extorsión criminal. Pero antes de que Van der Sloot pudiera ser arrestado, mató a Stephany Flores en su habitación de hotel después de conocerla en un casino.
Fue declarado culpable de asesinato y condenado a cumplir 28 años de prisión. Más tarde, las autoridades peruanas dictaminaron que podría ser extraditado a los Estados Unidos para enfrentar los cargos de extorsión, pero eso ocurriría hasta 2038, cuando finaliza su sentencia.
Beth Holloway decidió volar a Perú a raíz del asesinato de Flores y fue a visitar al asesino en la prisión, mientras esperaba su juicio. Era la primera vez que lo veía desde hace cinco años.
“Caminé sola con todas las novias, madres y amantes que estaban haciendo cola para ese día de visitas”, recordó en entrevista para ABC. “Uno de los guardias allí me llevó a su oficina. Y luego organizamos la reunión con Joran".
Al tener a Sloot de frente, le suplicó que le revelerá dónde estaba su hija. Sin embargo, él se negó a hablar. Aún así, Beth recuerda el encuentro como un momento “glorioso”, en el que por primera vez supo que el hombre que le arrebató a su hija pagaría por sus crímenes, aunque no fuera por Natalee.
Hoy, Van der Sloot sigue recluido en Perú, y se espera que reciba libertad condicional antes de terminar su sentencia. Beth Holloway lo sabe, pero aún guarda la esperanza de que encuentre justicia por la desaparición de su hija. Mientras eso ocurre, mantiene un retrato de ella en su habitación. Sobre cómo pasa sus días, dijo: “Todas las mañanas voy a darle un beso en la mejilla, paso las manos por las cuentas del rosario y las cruzo y solo rezo. Algunos días diré: ‘¿Qué estamos haciendo hoy, Natalee?’ y ‘hagámoslo hoy’, así siento que todavía somos un equipo".
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