Diego Rolán, el niño que escondía plata para poder comer y ahora sueña con el Mundial Rusia 2018

El jugador del Málaga peleará un lugar para ingresar en la lista de 23 futbolistas de la selección de Uruguay. El delantero nacido en Montevideo tuvo que sufrir para llegar a donde está y pocos conocen su pasado

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Rolan disputó al Copa América de Chile 2015
Rolan disputó al Copa América de Chile 2015

Uruguay comenzará su sueño mundialista el 15 de junio cuando se enfrente a Egipto y Diego Rolan es uno de los jugadores que aspira a ser uno de los 23 futbolistas que esté dentro de la nómina de ese encuentro. El delantero del Málaga ha tenido una temporada plagada de lesiones -primero una dolencia en el talón de Aquiles y luego una problema en el vasto interno de la rodilla derecha- pero su recuperación justo antes del final de la campaña vuelve a darle esperanza.

Claro, si alguien sabe sobre mantener la esperanza es justamente él, quien de chico padeció la pobreza y vivió en carne propia la desigualdad. En  ese entonces fueron su ilusión, su determinación y su capacidad las que le permitieron cumplir su sueño y convertirse en jugador profesional.

Los problemas económicos han quedado atrás en su vida desde su debut en la Primera División del fútbol uruguayo en 2011, cuando le tocó defender la camiseta de Defensor Sporting. Luego, en 2013, fue transferido al Girondins de Bordeaux, de Francia, y desde 2017 viste los colores del Málaga, los mismos que lleva la bandera de su país, blanco y celeste. Semejante trayectoria en apenas 25 años hicieron que el dinero deje de ser un problema, pero su memoria no olvida su pasado.

Rolan juega actualmente en el Mála de La Liga (REUTERS)
Rolan juega actualmente en el Mála de La Liga (REUTERS)

"Yo tenía problemas con el dinero para poder ir a entrenar dos días a la semana al Complejo Deportivo que está frente a Canal 5, entonces el profe (César) Santos me daba plata", recordó Rolan a El Observador de Uruguay, sobre su etapa en las inferiores de Defensor Sporting.

Las dificultades de su familia eran tales que tenía que arreglárselas para poder comer: "Al principio iba con la túnica de la escuela para no pagar boleto. Entonces me quedaba con la plata y me compraba una hamburguesa", confesó. Ese pequeño engaño le permitió al joven nacido en Montevideo poder comer un sándwich o comprar un alfajor alguna tarde durante varios días.

Al principio iba con la túnica de la escuela para no pagar boleto. Entonces me quedaba con la plata y me compraba una hamburguesa

Entre los 11 y los 15 años, mientras su padre se desempeñaba como obrero y su madre trabajaba limpiando casas y cuidando niños, él se tomaba el ómnibus para ir a practicar todos los días y luego regresaba en compañía de algún otro jugador hasta su casa en Belvedere. Allí, junto a sus dos hermanos aguardaban que se sus padres regresaran de sus respectivos trabajos para poder cenar y compartir un rato juntos.

A los 16 años, llegó uno de sus momentos más esperados, su primer salario. "La primera plata se la di a mis padres y ayudaba en casa cuando faltaba algo. El resto lo guardaba para comprarme algo de ropa". El resto es historia.

En 2011 formó parte de la selección Sub 20 que representó a Uruguay en el Campeonato Sudamericano 2011 disputado en Colombia y dos años más tarde fue una de las figuras del Sudamericano jugado en Argentina, en el que su equipo se quedó con el tercer puesto y el marcó 4 goles en 9 partidos. Si bien no fue tenido en cuenta para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, sí jugó el Mundial Sub 20 de Turquía en 2013 y llegó hasta la final en la que el combinado charrúa cayó ante Francia por penales, tras haber igualado 0-0 en el tiempo reglamentario.

Rolan tiene este año la posibilidad de disputar su primera Copa del Mundo, aunque deberá ganarse un lugar entre los 23 en estas semanas que quedan por delante hasta el final de la temporada. Tal vez para eso, el delantero deberá trabajar tan duro como lo hizo en sus inicios y deberá recordar aquel pasado que lo forjó como el futbolista que es hoy en día.