Prócer o estafador: quién fue Ali Dia, el delantero que protagonizó el mayor engaño en la historia del fútbol

Todos se acuerdan de él, aunque haya jugado un solo partido. Su legado quedó polarizado: un estafador o un afortunado, el mayor engaño en la historia del fútbol o la máxima proeza de un ilusionista, la leyenda que supera al relato o la ficción que vulnera a la realidad. El 23 de noviembre de 1996 Ali Dia debutó en el fútbol inglés cuando ingresó a los 32 del primer tiempo por Matt Le Tissier. Se retiró de la actividad profesional ese mismo día, cuando a los 40 del segundo tiempo fue reemplazado por Ken Monkou. Una historia de desconcierto, incredulidad y comedia reducida a 53 minutos.

Todos se acuerdan de él. Su camiseta 33 se hizo bandera (todavía se vende en la web) y los hinchas le dedicaron una canción (Ali Dia is a liar, is a liar: Ali Dia es un mentiroso, un mentiroso). Jugó para el Southampton el día en que el Southampton enfrentó al Leeds United en el St. Mary's Stadium por la fecha catorce de la Premier League. Tres fechas antes había goleado 6 a 3 al Manchester United, posterior campeón. Venía de empatar con el Sheffield Wednesday 1 a 1 y de perder 7 a 1 con el Everton. Una plaga de lesiones le había diezmado el plantel. Los resultados urgían y los jugadores escaseaban. En esa coyuntura, sonó el teléfono del técnico Graeme Souness.

Era George Weah, el mejor jugador del mundo vigente: el delantero liberiano se había adjudicado en 1995 el Balón de Oro -primero y único para un futbolista africano-. Lo llamaba para ofrecerle los servicios de su primo, en teoría un senegalés con trece partidos en la selección de su país y actualmente sin contrato. "Ha jugado con George Weah en el Paris Saint-Germain y el año pasado estuvo jugando en la segunda división en Alemania. Le dijimos que venga y entrene con nosotros una semana y así veremos qué tal. Cuando alguien como él te da una recomendación sueles sentarte y tomar nota", describió Souness a Dia.

Era una oportunidad, un talento desconocido de 31 años. Le hicieron un contrato de un mes. El 21 de noviembre se presentó en el primer entrenamiento con su nuevo equipo. Matt Le Tissier es el futbolista más destacado de la historia del Southampton: no vistió otra camiseta, jugó quince temporadas, disputó más de 500 partidos y convirtió más de 200 goles en todas las competiciones. Él recuerda a Ali Dia, en un documental de Sport Asylum: "Se incorporó en el partido de cinco contra cinco un viernes por la mañana y nos los presentaron como un jugador a prueba. Recuerdo pensar 'no es muy bueno, seguramente no lo conseguirá'".

El paso del tiempo desdramatiza. Las historias son ahora leyendas. El ignoto jugador hubiese debutado en el partido de reserva entre el Southampton y el Arsenal. Las intensas lluvias cancelaron lo que pudo haber sido la revelación de un futbolista misterioso. Souness decidió convocarlo para el duelo del domingo: no imaginaba que su jugador estrella se lesionaría. "Graeme le puso de suplente y nosotros no podíamos creerlo. Me lesioné a los veinte minutos y cuando le vi calentar, pienso: 'Seguro que no…'", contó Le Tissier. Tal vez ni el mismo futbolista imaginaba que en el mismo momento en que su sueño se hiciera realidad, los hilos de su mentira quedarían expuestos. El Leeds ganó dos a cero esa tarde.

La aventura de Ali Dia por la Premier League tuvo un instante de ilusión. En la primera pelota que tocó, casi convierte. Hasta su definición con cara interna del pie derecho gozó de un gesto técnico apropiado. El arquero envió el disparo con ángulo cerrado al córner. El resto del partido fue una revelación. Le Tissier dijo que al verlo jugar le recordaba a Bambi corriendo sobre hielo: "Daba un poco de vergüenza verlo". Ali Dia jugó 53 minutos, pateó dos veces al arco, intentó dar 28 pases y solo ocho fueron recibidos por sus compañeros. Ese fue todo su pergamino en su carrera profesional.

Alguien dijo que Ali Dia acusó lesión y nunca más volvió al equipo inglés. Otros recuperan un recorte periodístico que lo sitúa en el segundo tiempo de un partido de reserva con el Chelsea. Cualquiera sea el caso, el desenlace fue inmediato. Souness, desconfiado, llamó a Weah. Era la primera vez que hablaban: el por entonces delantero del Milan le dijo que no conocía a ningún jugador llamado así. La federación de fútbol de Senegal también confirmó que el presunto futbolista nunca había disputado un partido internacional. "Su actuación fue casi cómica. Es como si no supiera realmente que tenía una posición. Iba vagando por todos lados. No sé ni siquiera si hablaba inglés. No creo que jamás le dirigiera la palabra", recordó Le Tissier.

El técnico Graeme Souness reconoció que verlo jugar fue como "una patada en los testículos". "Esto simplemente demuestra el estado del club en el momento en que un jugador que nunca había visto, podía jugar en la Premier League", admitió en rueda de prensa. Cuatro años después, ante la BBC, dijo que lo único que recordaba era que no había tocado la pelota muchas veces. En el libro Saints and Sinners: Southampton's Hard Men, escrito por Graham Hiley y publicado en 2016, el único entrenador de Dia describió: "La historia de que fuimos estafados no podía estar más lejos de la verdad. Sabíamos de inmediato que no era lo suficientemente bueno para la Premier League, pero estábamos desesperados".

Ali Dia vivió el sueño de los normales. Supo ser futbolista profesional, al menos un rato. Hoy su historia se reconstruye con gracia y dosis de fascinación y envidia. Había nacido en agosto de 1965 en Dakar, la capital de Senegal. Pasó por equipos semiprofesionales de Alemania, Francia y Finlandia. Recaló en el club amateur británico Blyth Spartans antes de su experiencia inolvidable por el Southampton. Su carrera continuó en el Gateshead FC, otra entidad amateur. Ali Dia ya era una persona pública. "Lo del Southampton fue un malentendido. Sólo quiero olvidarlo todo. Estoy encantado de firmar por el Gateshead y estaré con ellos hasta final de temporada", dijo en su presentación. Jugó ocho partidos, metió dos goles y quedó libre en febrero de 1997 cuando cambió el técnico.

Su radar se perdió. Nunca se supo verdaderamente quién se hizo pasar por George Weah para hablar con Graeme Souness, si su "representante" o un amigo suyo. Ya fuera de la actividad profesional, se habría graduado en la Universidad de San Francisco en la carrera de administración de empresas. Y, según los medios británicos, trabajó en una agencia de representación de jugadores, y vive entre Londres y Qatar. El portal Bleacher Report lo encontró en 2016: "Me han retratado como un mentiroso, y eso no es cierto. Jugué para Paris Saint-Germain entre 1986 y 1988. Y ayudé a ganar la Copa de París, en 1986 ó 1987″. Dijo que entrenó un mes y medio con el Southampton antes del partido contra el Leeds United. Las contradicciones en el relato reavivan el mito.

Ali Dia sostiene que no es un estafador. Los años transformarán esta anécdota en legendaria. Los hinchas del Southampton lo recuerdan con simpatía. Dicen que él cumplió sus sueños. La aventura de un jugador amateur que con astucia y descaro selló su nombre en la historia grande del fútbol inglés.

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