La defensa del ex vicepresidente de Ecuador Jorge Glas sostuvo que presenta “un trastorno depresivo mayor con síntomas psicóticos” para lograr su libertad

Luego de más de cuatro años en prisión tras su condena en dos casos por corrupción logró salir de la cárcel para cumplir el resto de su condena en su domicilio

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El exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas. (Foto: EFE/José Jácome/Archivo).
El exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas. (Foto: EFE/José Jácome/Archivo).

El acta judicial de la audiencia en la que se le concedió el recurso de habeas corpus a Jorge Glas, ex vicepresidente de Ecuador, revela los argumentos que la defensa presentó ante el juez para que el político correísta recuperara su libertad, luego de permanecer por más de cuatro años en prisión cumpliendo dos sentencias por delitos de corrupción.

De acuerdo con el resumen judicial, uno de los médicos que declaró en la audiencia se refirió al estado de salud del ex vicepresidente y aseguró que tiene cuadros relacionados con enfermedades psiquiátricas producidas por el trauma de estar en una prisión: “El paciente (Jorge Glas) ha tenido cuadros que alucina, muchas veces ha referido que ve sangre en las paredes cuando no la hay, insectos y que escucha voces que le hablan en la noche, en la mañana, todo el día. Esto es un efecto traumático después de los eventos sangrientos provocados en el centro penitenciario”, afirmó el especialista.

Un médico psiquiatra alemán, que participó en la audiencia, señaló que en el 2017, cuando Glas fue detenido, ya presentaba un cuadro de ansiedad leve. Pero después de permanecer en prisión el estado del ex vicepresidente de Rafael Correa ha empeorado. Según el médico, Glas tiene “un cuadro psiquiátrico grave, un trastorno depresivo mayor con síntomas psicóticos”. Frente a ese estado de salud, los médicos aseguraron que, en la prisión, Glas no recibía un tratamiento psiquiátrico adecuado: “recibe medicamento con interacciones, permanentes cambios de medicación que no me parecen racionales. Como conclusión, él está en un ambiente en el que no se puede curar sus trastornos psiquiátricos, está con personas víctimas de torturas permanentemente”, declaró el experto.

Entre las recomendaciones que dio el psiquiatra en la audiencia está que Glas se someta a un tratamiento fuera de la cárcel con un psicotraumatólogo. Además, advirtió que “existe un riesgo de suicidio alto” por la condición mental del ex vicepresidente.

El pasado 31 de diciembre, según admitió Glas, este se realizó “marcas” en su brazo porque “ya no quiere seguir viviendo”. El ex vicepresidente aseguró: “Tengo más de setenta amenazas de muerte. En diciembre fui exigido, y así lo exprese a las autoridades, de pagar una vacuna de veinte mil dólares para que no asesinen a mis hijos o no violarme a mí”, indicó.

A su salida de la prisión, Jorge Glas recorrió 300 kilómetros en una caravana con simpatizantes correístas. (Foto: Twitter de Rafael Correa).
A su salida de la prisión, Jorge Glas recorrió 300 kilómetros en una caravana con simpatizantes correístas. (Foto: Twitter de Rafael Correa).

Bajo esos argumentos, el juez de la Unidad Multicompetente de la parroquia Manglaralto, provincia de Santa Elena, aceptó el habeas corpus y cambió la prisión de Glas por medidas alternativas, como la presentación periódica, el lunes de cada mes, ante un juez y la prohibición de salida del país hasta que sus sentencias se cumplan.

Jorge Glas fue vicepresidente durante el segundo periodo de Rafael Correa y los primeros meses de la presidencia de Lenín Moreno. El político fue sentenciado a seis años de cárcel por asociación ilícita. El ex vicepresidente recibió USD 13,5 millones de sobornos de Odebrecht para adjudicarles contratos entre 2010 y 2012. Sobre Glas pesa una sentencia de 8 años de cárcel por el Caso Sobornos 2012- 2016, por el que también sentenciaron a Rafael Correa. Glas fue declarado culpable por cohecho, pues mientras era Vicepresidente y estaba a cargo de los sectores estratégicos, las entidades de las que estuvo a cargo participaron en una trama de sobornos cuya finalidad era financiar a Alianza PAIS, el extinto partido de Correa.

Actualmente, la defensa de Glas apela la sentencia de 8 años por el delito de peculado en el caso Singue, un bloque petrolero cuya adjudicación causó un perjuicio millonario para el Estado. Glas fue miembro del Comité de Licitación Hidrocarburífera que se encargó de la negociación.

 AFP 163
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En un encuentro con simpatizantes correístas en Guayaquil, a donde se trasladó Glas apenas abandonó la cárcel en una caravana, el político dijo: “Si el precio por haber cambiado este país por 10 años es la cárcel, lo acepto. No tengo ni una pizca de arrepentimiento de lo que hice por el país. Yo salgo de la cárcel con el corazón limpio de rencor y de odio y he perdonado a todos los que me hicieron esto”.

Las acciones gubernamentales

El gobierno de Guillermo Lasso ha manifestado que apelará a la decisión del juez. La Procuraduría General del Estado señaló que iniciará con las acciones necesarias para “recuperar el dinero en los casos de corrupción”. Además, el ministro de Gobierno, Patricio Jiménez, indicó que “el Gobierno rechaza categóricamente la decisión del juez en el caso Glas” y que incrementarán la seguridad del ex vicepresidente para que no se fugue del país.

A pesar de estas declaraciones, el acta judicial indica que hubo tres representantes gubernamentales en la audiencia, sin embargo, se detalla que no realizaron ninguna objeción.

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