Organizaciones de derechos humanos instan a FIFA a proteger a "trabajadores y aficionados" en el Mundial 2026

El contexto de detenciones de inmigrantes y despliegue de fuerzas de seguridad en ciudades de Estados Unidos genera preocupación entre diversos colectivos de derechos humanos, que han advertido sobre el riesgo de que el compromiso de la FIFA con los derechos humanos en el Mundial de 2026 no se cumpla plenamente. Según informó el medio, una amplia coalición de organizaciones han sumado sus voces para exigir que la FIFA refuerce las garantías de protección a jugadores, periodistas, trabajadores, aficionados, migrantes, comunidades vulnerables y locales en la próxima Copa del Mundo, cuya fase de sorteo se realizará este viernes en el Kennedy Center de Washington D.C.

De acuerdo con la información publicada, Amnistía Internacional, Reporteros Sin Fronteras, Dignity 2026, ACLU, AFL-CIO, Human Rights Watch, el Consejo Independiente de Aficionados, NAACP, Athlete Ally y Sport & Rights Alliance han dirigido una petición conjunta al organismo rector del fútbol mundial, exigiendo salvaguardias adicionales para evitar violaciones de derechos humanos durante el torneo, que se celebrará en Canadá, México y Estados Unidos. El medio reportó que la preocupación principal radica en la escalada de ataques contra inmigrantes y las limitaciones impuestas recientemente a la libertad de prensa y de expresión en territorio estadounidense.

Andrea Florence, directora ejecutiva de Sport & Rights Alliance, explicó al medio que esta será la primera edición de la Copa del Mundo cuyo proceso de candidatura incorporó requisitos formales en materia de derechos humanos. Sin embargo, la representante hizo hincapié en el hecho de que la situación se ha deteriorado desde que se acordaron dichos compromisos. "El deterioro de la situación de los derechos humanos en Estados Unidos ha puesto en riesgo esos compromisos", afirmó Florence, según consignó el medio.

La cancelación reciente por parte de la FIFA de campañas de mensajes contra el racismo y la discriminación es uno de los puntos que ha generado mayor alarma entre los firmantes del reclamo. De acuerdo con Human Rights Watch, representada por Minky Worden, la decisión envía un "mensaje alarmante" para las comunidades de color y para quienes han promovido la igualdad dentro del deporte. Worden expresó: "Aún hay tiempo para cumplir las promesas de la FIFA de un Mundial libre de abusos contra los derechos humanos, pero el tiempo apremia", recogió el medio.

Otra de las reivindicaciones que trasladan estas entidades se centra en la protección efectiva de los derechos laborales asociados a la organización y desarrollo del torneo y en el rechazo a cualquier restricción injustificada al trabajo periodístico, pues según Reporteros Sin Fronteras y su director ejecutivo, Clayton Weimers, "los periodistas en Estados Unidos ven restringido su acceso, sus visas amenazadas y su seguridad puesta en duda". El medio recoge la solicitud de RSF y otros grupos, que demandan a la FIFA y a los gobiernos anfitriones la garantía de la libertad y seguridad para los trabajadores de la prensa durante todo el evento.

Las organizaciones también señalaron las preocupaciones relacionadas con la aplicación de leyes migratorias que, de acuerdo con lo difundido por el medio, podrían resultar en detenciones arbitrarias y deportaciones de aficionados presentes en los partidos. Este punto se vuelve particularmente sensible en el contexto de operativos recientes de fuerzas de seguridad estadounidenses y políticas migratorias más estrictas.

Por otra parte, el colectivo llama la atención sobre la necesidad de garantizar mecanismos eficaces para la protección de personas LGBTQ+ y de comunidades locales vulnerables. Adicionalmente, los grupos pidieron que se acelere la adopción e implementación de los Planes de Acción de Derechos Humanos comprometidos por la FIFA al adjudicar la sede del evento.

El medio detalló que el Premio de la Paz de la FIFA, cuya entrega coincide con el sorteo del Mundial, también mereció críticas por la falta de transparencia en su proceso de concesión, ya que algunos sospechan que el galardón pueda ser otorgado a Donald Trump. "El Premio de la Paz de la FIFA se otorga en un contexto de detenciones violentas de inmigrantes, despliegues de la guardia nacional en ciudades estadounidenses y la cancelación de las campañas antirracismo y antidiscriminación de la propia FIFA", indica una declaración colectiva reproducida en el artículo.

Entre las demandas específicas, los firmantes reclamaron la restauración de los mensajes contra la discriminación durante el Mundial, garantías prácticas contra la discriminación racial, la detención arbitraria y prácticas migratorias fuera del marco legal, además de acciones para proteger el derecho a la libertad de expresión y la manifestación pacífica. Estos colectivos solicitaron también la implementación de una política integral para la protección de la infancia durante el torneo y la adopción de medidas para asegurar que el evento no derive en abusos contra personas en situación de calle ni en impactos negativos para comunidades vulnerables.

Si bien las organizaciones reconocieron que existen avances relacionados con la inclusión de criterios de derechos humanos en el proceso de candidatura de la Copa del Mundo de 2026, advierten que los últimos acontecimientos ponen en duda hasta qué punto estos compromisos se materializarán de modo efectivo. El medio advirtió que el tiempo disponible para realizar los ajustes solicitados se agota conforme se acerca el inicio del torneo.