El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, es un “problema” de Venezuela y no de Brasil, por lo que no puede continuar preocupándose por la política del país vecino, con el que han surgido tensiones diplomáticas.
“Tenemos que tener mucho cuidado cuando lidiamos con otros países y otros presidentes. Yo creo que Maduro es un problema de Venezuela, no es un problema de Brasil”, declaró en entrevista con la cadena de televisión RedeTV, retransmitida la noche del domingo.
Lula afirmó que quiere que Venezuela “viva bien” y que sus autoridades cuiden de los ciudadanos “con dignidad”, pero buscó alejarse de la crisis desatada tras el cuestionado triunfo electoral de Maduro, que no ha sido reconocido por Brasil ante la falta de difusión de las actas.
“No puedo continuar preocupándome. Un día pelearme con Nicaragua, otro con Venezuela, otro pelearme con no sé quién”, aseguró, antes de decir que su responsabilidad era luchar para que Brasil vaya en la dirección correcta.
Después de que el Gobierno brasileño vetara la entrada de Venezuela como miembro asociado del grupo de países emergentes BRICS, las autoridades venezolanas criticaron el “injerencismo” del país vecino y llamó a consultas a su embajador en Brasilia.
El ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil, calificó el veto de Brasil como una “agresión inexplicable e inmoral”, además de mencionar que “el pueblo venezolano siente indignación y vergüenza” por este posicionamiento, comparándolo con las políticas del expresidente Jair Bolsonaro.
“A través de una acción que contradice la naturaleza y postulado de BRICS, a representación de la cancilleria brasilena, liderada por Eduardo Paes Saboia, decidió mantener el veto que Bolsonaro aplicó a Venezuela durante años, reproduciendo el odio, la exclusión e intolerancia promovidos desde los centros de poder occidentales para impedir, por ahora, el ingreso de la Patria de Bolívar a esta organización”, reza un comunicado publicado en su canal de Telegram.
Agregó que “ninguna artimaña o maniobra concebidas contra Venezuela detendrán el curso de la historia”. “Venezuela engalana al Sur y el Este global con su firmeza en la defensa de la autodeterminación y la igualdad soberana de los Estados. Venezuela forma parte de este mundo libre y sin hegemonismos”.
Por su parte, Celso Amorim, asesor especial de política exterior de Lula, afirmó que el veto fue debido a un “quiebre de confianza”. “La cuestión con Venezuela no tiene que ver con democracia, sino con una ruptura de confianza. Nos dijeron una cosa y no fue hecha”.
Esto se debió a qué, sgún los brasileños, Maduro había acordado a entregar las actas del Consejo Nacional Electoral (CNE) que confirmaban su reelecciópn, pero no lo hizo. “Nosotros actuamos de buena fe, pero con Venezuela se rompió la confianza”.
Luego del conflicto diplomático entre ambos países, la Policía Nacional Bolivariana publicó una imagen con una silueta de Lula sobre la bandera de Brasil, en la que escribió “el que se mete con Venezuela se seca”.
El Ejecutivo de Lula criticó el tono “ofensivo” de esas manifestaciones y dijo que el uso de “ataques personales”, en vez de los canales políticos y diplomáticos tradicionales, “no se corresponde con la forma respetuosa con que el Gobierno brasileño trata a Venezuela”.
Desde que el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano declaró el triunfo de Maduro en los comicios del 28 de julio, el mandatario brasileño ha intentado mediar en el conflicto y ha reclamado que las autoridades del país caribeño publiquen las actas electorales, un pedido que ha sido ignorado.
(Con información de EFE)