La calle del centro de Lima que fue conocida como la Wall Street peruana

Desde sus inicios coloniales hasta su apogeo como centro de cambistas, este lugar ha sido una de las calles más emblemáticas de Lima, reflejando los cambios sociales y económicos de la ciudad.

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En el Jirón Ocoña se
En el Jirón Ocoña se entrelazan la historia y el comercio. De ser un simple camino colonial, pasó a ser epicentro del intercambio de dólares, ganándose el apodo de "la Wall Street de Lima" en los 80. (Freddy Gómez)

En el corazón del Damero de Pizarro, rodeada de edificios que susurran historias de siglos pasados, una calle se extiende como un hilo conductor entre el pasado colonial y la modernidad de la capital peruana.

Desde el bullicio de sus primeros días, cuando era un simple camino, hasta su apogeo como centro económico, ha sido un espacio de encuentro, comercio y cambio. Esta es la historia del Jirón Ocoña, una calle que, a pesar de los años, sigue siendo un ícono del centro histórico de Lima.

La Wall Street de Lima

La llegada de la inflación
La llegada de la inflación y la libertad cambiaria hizo que el Jirón Ocoña se convirtiera en la zona más importante de intercambio de divisas de Lima, ganándose el apodo de "Wall Street peruana". (Gato de michi)

En sus primeros días, el Jirón Ocoña no era más que un pequeño camino de tres cuadras, parte del trazado original de la Lima colonial. No fue sino hasta el siglo XIX cuando se le asignó el nombre que aún conserva.

Esta calle, como muchas otras de la ciudad, experimentó una transformación significativa en sus primeros años, adaptándose a las necesidades de una capital que se modernizaba poco a poco.

Pero no sería hasta la llegada del siglo XX que el jirón Ocoña, se vio sacudido por el auge del comercio en. Durante la presidencia de Alan García, en los años 80, la calle se convirtió en un centro neurálgico para el intercambio de divisas.

La alta inflación y la liberalización del mercado cambiario permitieron que la compra y venta de dólares se convirtiera en un negocio altamente lucrativo. Este fenómeno le valió el apodo de “la Wall Street de Lima”, y convirtió a Ocoña en un lugar de gran actividad económica, sobre todo en su primera cuadra.

Actualmente esta calle sigue siendo un punto clave para el intercambio de monedas extranjeras, aunque la modernización ha cambiado la dinámica de su actividad económica.

Sus calles

Con nombres antiguos como "Matajudios",
Con nombres antiguos como "Matajudios", "Pilitricas" e "Ibarrola", las cuadras del Jirón Ocoña nos transportan al Lima colonial, donde cada rincón de esta histórica calle tiene una historia que contar. (Andina)

Cada una de las cuadras que conforman el Jirón Ocoña tiene una historia propia. La primera, donde aún se encuentran algunas casas de cambio, albergó en sus primeros días una finca perteneciente a la familia Matamoros, quienes eran conocidos en el siglo XVII.

La segunda cuadra, conocida como “Pilitricas”, es menos clara en su origen, aunque algunos historiadores sugieren que el nombre podría estar relacionado con antiguos oficios locales.

Finalmente, la tercera cuadra fue bautizada “Ibarrola”, en honor al alférez Domingo de Ibarrola, un importante personaje del Callao en el siglo XVIII.

Historia viva

La huella de la Lima
La huella de la Lima republicana se mantiene viva en el Jirón Ocoña, cuyos edificios de los años 40 y la presencia del Gran Hotel Bolívar dan fe de una ciudad en transición hacia la modernidad económica. (Daniel Brousson)

Al caminar por el Jirón Ocoña, se pueden observar varios edificios que datan de la época republicana y el siglo XX. Algunos de estos edificios fueron construidos en los años 40, en una etapa de modernización de la ciudad, donde el comercio y la arquitectura comenzaron a reflejar la transición hacia la Lima contemporánea.

Y es que el comercio de divisas no fue el único que marcó la historia de la calle. En la década de 1960, el Jirón Ocoña era conocido por sus escaparates de joyerías y agencias de viajes.

Esta actividad estuvo vinculada al turismo, ya que la cercanía del hotel más famoso de la ciudad atrajo a muchos visitantes extranjeros que necesitaban cambiar moneda. Aunque la imagen de la calle ha cambiado considerablemente, todavía se pueden ver rastros de esa época dorada en los edificios que sobreviven.

El Jirón Ocoña alberga tres
El Jirón Ocoña alberga tres cuadras que cuentan con historias particulares. Desde su origen como camino colonial, sus nombres antiguos reflejan las huellas de la sociedad limeña de siglos pasados. (Andina)

Además de su función comercial, el Jirón Ocoña es también un símbolo de la cultura limeña. Entre las casas más notables se encuentra la casa Arangoitia, que perteneció a un influyente terrateniente de la época, Nicasio Arangoitia, quien, además de su relevancia política, fue una figura literaria para el escritor José María Arguedas quien se inspiró en él para escribir ‘Yawar Fiesta’.

La historia del Jirón Ocoña no se limita a su pasado colonial ni a su papel como centro financiero. La calle ha sido escenario de numerosas transformaciones sociales y culturales que siguen impactando la ciudad hasta el día de hoy.