Disolver el Congreso: las veces que Perú se enfrentó al cierre del Parlamento

Las diferencias de las disoluciones de Alberto Fujimori, Martín Vizcarra y Pedro Castillo a partir de la decisión del presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, de cerrar la Asamblea Nacional

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Los cierres del Congreso de Alberto Fujimori y Pedro Castillo fueron señalados como inconstitucionales mientras que el de Martín Vizcarra fue respaldado por el Tribunal Constitucional
Los cierres del Congreso de Alberto Fujimori y Pedro Castillo fueron señalados como inconstitucionales mientras que el de Martín Vizcarra fue respaldado por el Tribunal Constitucional

El presidente ecuatoriano Guillemo Lasso apeló al artículo 148 de su Constitución para disponer la disolución de la Asamblea Nacional y desde el Perú han resurgido lejanos y cercanos recuerdos de las veces que la ciudadanía fue testigo del cierre del Congreso. Desde inicios de la década de 1990, han sido tres ocasiones en las que el Parlamento ha sido disuelto, aunque no siempre de forma constitucional.

La noche del 5 de abril de 1992, el entonces presidente Alberto Fujimori brindó un Mensaje a la Nación en la que dio cuenta de la mala relación que su gobierno tenía con el Parlamento de entonces, el mismo que contaba con una Cámara de Diputados y una Cámara de Senadores. “Disolver temporalmente el Congreso de la República”, fue la frase que marcó el discurso ahora denominado como ‘el autogolpe del 92′.

La Constitución Política del Perú de 1979 que regía durante el primer gobierno fujimorista señalaba quela disolución de la Cámara de Diputados se daría solo si esta había negado la confianza al Consejo de Ministros hasta en tres oportunidades. Al no haber ocurrido dicho proceso se considera que la disolución de Alberto Fujimori fue inconstitucional y dio inicio a una dictadura cuyo fin es materia de discusión ya que ganó las elecciones de 1995.

El golpe de Estado de Alberto Fujimori recibió un apabullante respaldo popular.
El golpe de Estado de Alberto Fujimori recibió un apabullante respaldo popular.

El autogolpe no solo afectó al Congreso de la República de entonces sino también a instituciones como el Tribunal de Garantías Constitucionales hoy Tribunal Constitucional, Consejo Nacional de la Magistratura y el Ministerio Público. Fujimori justificó la medida señalando que buscaba erradicar “definitivamente la corrupción imperante en el aparato judicial y procurando evitar la impunidad de los crímenes del terrorismo y narcotráfico”.

Disolución parecida

La mañana de 7 de diciembre de 2022, el presidente Pedro Castillo debía alistarse para presentarse ante el Congreso para enfrentar el tercer intento de vacancia en su contra. En su lugar, se acomodaba frente a una cámara de canal del Estado para brindar el Mensaje a la Nación con el cual pondría fin a su gobierno. Hasta el momento se desconocen los rostros detrás del discurso con el que pretendió quebrar el orden constitucional.

“En atención al reclamo ciudadano a lo largo y ancho del país tomamos la decisión de establecer un gobierno de excepción orientado a reestablecer el Estado de derecho y la democracia a cuyo efecto se dictan las siguientes medidas: disolver temporalmente el Congreso de la República e instaurar un gobierno de emergencia excepcional, convocar en el más breve plazo a elecciones para un nuevo Congreso”, dijo Pedro Castillo.

Pedro Castillo en Mensaje a la Nación disuelve el Congreso y las instituciones del Estado

La medida se asemejó al golpe de Estado de Alberto Fujimori por su intento de apoderarse del sistema de justicia que, en el caso de expresidente Castillo, lo investigaba por presuntos actos de corrupción durante su gobierno. El excandidato de Perú Libre pretendió dirigir a las Fuerzas Armadas tras la lectura de su discurso, pero esta institución se pronunció en contra de su decisión y apoyó la toma de manda de la presidenta Dina Boluarte.

Mientras que la ilegalidad del cierre del Congreso de Pedro Castillo es indiscutible, la de Martín Vizcarra todavía es materia de discusión. Este cerró el Congreso en septiembre de 2019 luego de que el Congreso no atendiera de manera inmediata una cuestión de confianza. El hecho fue entendido como una negación fáctica de la medida logrando que sumen dos de este tipo. Dicho cierre fue respaldado por el Tribunal Constitucional.