Antes de ir preso, Campillo le escribió una carta a Cristina Kirchner: le pidió "hablar" y prometió "cuidar" sus espaldas

Le hablaba de la ley del karma, de las acusaciones en su contra por la muerte de su pareja, el diseñador Carlo Di Doménico; y de los "lobos disfrazados de corderos”. La carta fue secuestrada por el juez Claudio Bonadio

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Faltaban cinco días para que la policía llegara a su casa a detenerlo por la causa de los cuadernos. Nadie puede estar seguro si, en ese momento, Juan Manuel Campillo, ex ministro de Hacienda de Santa Cruz, ex titular del ONCAA y señalado como un presunto "valijero k",  ya sospechaba que estaba por ser arrestado. Pero, a esa altura, las noticias alertaban que el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli avanzaban sobre los negocios de Daniel Muñoz, el fallecido ex secretario privado de Néstor y Cristina Kirchner, que sacó más de 70 millones de dólares del país. Por más que él niegue los hechos, a Campillo se lo acusa de haber participado del desguace de las sociedades que se habrían usado para lavar dinero en Estados Unidos.

Cuando los envidados de Bonadio llegaron el 20 de noviembre a su casa de Rosario, donde vive desde hace unos años, para arrestarlo, se encontraron un cuaderno. Justo un cuaderno. Entre sus hojas, descubrieron una carta de tres hojas fechada el 15 de noviembre de 2018. Una carta dirigida a la ex presidente Cristina Kirchner que no había llegado a enviarse. Una carta que decía: "Nada me gustaría más que hablar contigo pero entiendo tus ocupaciones. Con saber que esta carta llegó a tus manos me doy por satisfecho".

A través de sus líneas -a las que accedió Infobae-, Campillo le recordó los viejos tiempos y se solidarizó con ella frente a la "injusticias, agravios y ataques". Empatizó con la hoy senadora, poniendo de ejemplo las propias sospechas que pesan en su contra tras la muerte de su pareja, el diseñador Carlo Di Domémico.

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Y hasta habló de la ley del karma, traduciéndola en palabras de Eva Perón. "Por ley del karma, sé que todo vuelve (y multiplicado). También lo dijo Eva: volveré y seré millones", acotó Campillo.

En ese contexto, Campillo le pidió a la ex presidente un lugar a su lado para trabajar por el proyecto que inauguró Néstor Kirchner en 2003. Prometió fidelidad frente a tantos "lobos disfrazados de corderos" y aseguró: este "viejo soldado" no conoce la palabra "traición" ni "deslealtad", más allá "de los chismes". Un detalle que a los investigadores les llamó la atención: con su firma, dejaba su celular, su teléfono de línea y su mail.

La carta que no llegó a enviarse

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"Rosario. 15/11/18. Estimada Cristina; hoy, mejor dicho, este año se cumplen 23 años desde que nos conocimos. Cómo sabrás, por razones familiares, estoy transitoriamente radicado en Santa Fe", comienza diciendo Campillo. Y añade: "día tras día, he pensado en escribirte así pues que manos a la obra".

Tras aclarar que "muchas son las razones que me impulsan escribir", Campillo resaltó que lo hace "sobre todo" por "la catarata de injusticias agravios y ataques que veo caer sobre tu persona". "Por ley del karma sé que todo vuelve (y multiplicado). También lo dijo Eva: volveré y seré millones…"

"Siempre, siempre llevaré en mi corazón el día que Elena Riques nos presentó en 1995 en Santa Cruz. Ha pasado el tiempo. Tuve la dicha de trabajar con el doctor Kirchner hasta que Dios quiso privarnos de él pero nos dejó a su sucesora: trascurrieron 15 años…", señaló.

En ese momento, Campillo decide aludir a su situación personal. "Yo, al igual que vos, tengo a mis detractores/as, que fabulan cosas mesiánicas, cosas que nos pasan/pasarán a todos los que tenemos luz propia, no me preocupa ya que todo lo falso se cae por su propio peso pero me ocupo y ocuparé para que triunfemos sobre esa gente", escribió.

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Al momento de redactar la carta, Campillo estaba imputado por las irregularidades de la obra pública en Santa Cruz y por lavado de dinero, y circularon rumores que sostenían que se habría quedado con dinero presuntamente de Néstor Kirchner tras su fallecimiento. También se abrió una causa en donde se lo investiga como sospechoso del fallecimiento de su pareja, el diseñador Di Doménico, que padecía una grave enfermedad. Ahora, se le sumó a la lista la causa de los cuadernos, que lo llevó a la prisión.

"Nada me gustaría más que hablar contigo pero entiendo tus ocupaciones. Con saber que esta carta llego a tus manos me doy por satisfecho. Me gustaría decirte hoy lo que dije en agosto del 2009 cuando el doctor Kirchner dispuso que me incorpore al equipo de la administración nacional", escribió.

Campillo fue secretario de Hacienda mientras Néstor Kirchner fue gobernador. Se lo señala como uno de los funcionarios más leales a Néstor Kirchner. Supo qué pasó con la ruta de millones de dólares que se depositaron en el exterior en tiempos de Domingo Cavallo. Fue ministro de Economía de Daniel Peralta, pero en agosto de 2009, por pedido de Kirchner, renunció para integrar la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA) hasta que Cristina Kirchner eliminó el ente en febrero del 2011.

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"Me gustaría trabajar para cuidar tus espaldas. Esto en un mundo tan devaluado tan lleno de traidores que surgen como hongos… Menuda tarea -escribió Campillo-. Yo no me considero un cuadro político pero si un buen cuadro técnico político, leal y honesto. Más allá de los que quieran ensuciarme (chismes, etcétera)".

Avanzó diciendo: "Por algo será que molestaré a intereses ajenos al proyecto. Siempre hay lobos disfrazados de ovejas. Siempre hay infiltrados que querrán hacer mella en nosotros. Pero siempre me sentiré orgulloso de formar parte del proyecto de Néstor y Cristina Kirchner, un honor".

"Quiero hacerte saber que podés contar conmigo para lo que estimes conveniente y o te sirva. Seguramente sabrás encontrar un lugar donde servir para este viejo soldado que no conoce la palabra traición ni tampoco la palabra deslealtad. Sé que volveremos. Me despido con todo mi afecto y respeto. Juan Manuel Campillo", agregó.

Adjuntó su número de celular, su número de teléfono fijo y su dirección de email, todas las vías posibles para que la ex presidente devolviera el mensaje. No pudo saber si habría respuesta. La carta no llegó a mandarse y Campillo quedó preso. En su indagatoria, el ex funcionario aclaró que no era un "valijero k" y rechazó ser parte de la banda de los cuadernos. Va a cumplir un mes preso.