Cinco alternativas a las lentejas para las tradiciones de abundancia en víspera de Año Nuevo

Muchas culturas han adoptado diferentes alimentos cuyo significado se relaciona con riqueza, progreso o fertilidad

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Las leguminosas figuran como uno
Las leguminosas figuran como uno de los elementos principales en las cenas de fin de año (Infobae México / Jesús Avilés)

Las lentejas han sido durante años el alimento predilecto para quienes buscan atraer prosperidad en la víspera de Año Nuevo, pero existen otras opciones igual de tradicionales y cargadas de simbolismo que también prometen fortuna y bienestar económico.

Muchas culturas han adoptado diferentes alimentos cuyo significado se relaciona con riqueza, progreso o fertilidad, y estos forman parte de rituales que se renuevan cada 31 de diciembre.

Arroz: símbolo universal de riqueza

El arroz se considera en múltiples regiones del mundo como un emblema de abundancia y fertilidad. Al servirse en la cena de Año Nuevo, se busca asegurar estabilidad económica y la permanencia de alimento en el hogar.

En países asiáticos y en comunidades de América Latina, el arroz acompaña platillos festivos y refuerza la esperanza de un año próspero.

La conmemoración anual busca sensibilizar
La conmemoración anual busca sensibilizar sobre la importancia del cereal en la dieta global, su impacto en la economía y los desafíos que enfrenta la agricultura frente al cambio climático y la escasez de recursos (Freepik)

Granada: prosperidad a través de sus semillas

La granada sobresale por su gran cantidad de semillas, que representan la fertilidad y la multiplicación de bienes. En la región mediterránea, especialmente en países como Grecia y Turquía, la costumbre incluye romper una granada en la puerta de la casa tras la medianoche.

Esta acción busca dispersar la buena suerte y la prosperidad entre los habitantes del hogar.

Granada: prosperidad a través de
Granada: prosperidad a través de sus semillas Foto: (iStock)

Frijoles negros: tradición del sur

Los frijoles negros (black-eyed peas) se han convertido en un alimento imprescindible en la Nochevieja de varios estados del sur de Estados Unidos.

Su consumo simboliza monedas y, por tanto, la llegada de buena fortuna financiera. The New York Times recuerda que este ritual, conocido como “Hoppin’ John”, se remonta a tradiciones afroamericanas posteriores a la Guerra Civil y ha trascendido generaciones como una forma de atraer riqueza.

Frijoles negros frescos, listos para
Frijoles negros frescos, listos para ser preparados en una variedad de recetas nutritivas y sabrosas. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Más alternativas tradicionales

Diversas cocinas del mundo han sumado otros productos a los rituales de Año Nuevo:

  • Cerdo: Asociado con el progreso por su costumbre de avanzar hacia adelante al buscar alimento. En Alemania y varios países de Europa Central, se sirve carne de cerdo como augurio de prosperidad.
  • Vegetales de hoja verde: Alimentos como la col rizada o la espinaca se eligen porque su color recuerda al dinero en efectivo. Su presencia en la mesa se interpreta como garantía de prosperidad económica.
  • Uvas: En España y América Latina, comer doce uvas al compás de las campanadas de medianoche se ha transformado en uno de los rituales más populares. Cada uva representa un deseo o buena fortuna para cada mes del año.
  • Pan de maíz: En el sur de Estados Unidos, el pan de maíz debe su presencia a su tono dorado, que simboliza oro y riqueza material.

Tradiciones que trascienden fronteras

Más allá de las creencias individuales, estos rituales alimenticios refuerzan el sentido de esperanza y comunidad al cerrar un ciclo y recibir el año por venir.

El origen de la costumbre
El origen de la costumbre de las doce uvas se remonta a una cosecha excepcional en España a comienzos del siglo XX - crédito iStock

La elección de arroces, granadas, frijoles negros, cerdo o vegetales verdes responde al deseo compartido de prosperidad y bienestar familiar.

Durante la Nochevieja, la variedad de costumbres gastronómicas refleja la diversidad cultural y la universalidad del anhelo de abundancia. Ya sea con lentejas o con alguna de estas alternativas, el 31 de diciembre se convierte en una oportunidad para renovar expectativas y compartir la mesa con propósitos comunes.