Por qué los adolescentes toman riesgos

Esta etapa puede preocupar a familias y cuidadores

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La presencia de amigos duplica
La presencia de amigos duplica la probabilidad de conductas riesgosas entre los adolescentes, según estudios citados por la organización.(Imagen Ilustrativa Infobae)

Las conductas arriesgadas en la adolescencia generan inquietud en adultos responsables; sin embargo, estas acciones son consecuencia de procesos biológicos y sociales propios del desarrollo juvenil, según destaca UNICEF Uruguay.

Comprender las razones por las que los adolescentes experimentan límites y buscan nuevas sensaciones resulta clave para las familias y educadores de América Latina quienes desean acompañar esta etapa sin caer en un control excesivo ni la indiferencia.

El desarrollo cerebral ocupa un papel central en esta tendencia.

A qué edad termina de formarse el cerebro

El entorno social y la
El entorno social y la influencia del grupo de pares incrementan significativamente la tendencia a asumir riesgos en los adolescentes. (Imagen Ilustrativa Infobae)

De acuerdo con UNICEF Uruguay, la corteza prefrontal, encargada de regular la toma de decisiones, la planificación y el autocontrol, continúa su maduración hasta los 25 o 27 años, mientras que el sistema límbico—responsable de las reacciones emocionales—alcanza su madurez antes.

Esto implica que, durante la adolescencia, predomina la emoción sobre la razón al tomar decisiones.

“Durante la adolescencia, el aumento en la producción de dopamina activa los circuitos de recompensa, lo que se manifiesta en una búsqueda de placer y de sensaciones nuevas como en ninguna otra etapa de la vida”, resalta la organización.

Esta característica motiva a los adolescentes a priorizar la recompensa, especialmente la social, aunque estén al tanto de los posibles riesgos.

El entorno social es igualmente determinante. La separación progresiva de los adolescentes respecto a su núcleo familiar y la formación de una identidad dentro de grupos de pares los lleva a exponerse con mayor frecuencia a nuevas experiencias.

Las opiniones y comportamientos de amigos y compañeros adquieren más importancia que en otras etapas; al mismo tiempo, los adolescentes tienden a ser más críticos con el mundo adulto.

La corteza prefrontal, encargada del
La corteza prefrontal, encargada del autocontrol y la toma de decisiones, madura entre los 25 y 27 años, según UNICEF Uruguay.(Imagen Ilustrativa Infobae)

El especialista Laurence Steinberg, citado por UNICEF Uruguay, señala que la presencia de pares activa aún más los sistemas de recompensa en el cerebro adolescente, lo que eleva la probabilidad de asumir riesgos:

“La presencia de compañeros y compañeras aumenta sustancialmente la toma de riesgos entre los adolescentes”, asegura Steinberg.

Según estudios de su laboratorio, esta influencia puede llegar a duplicar la ocurrencia de comportamientos riesgosos en contextos grupales.

Qué tipo de riesgos toman los adolescentes

Los riesgos durante la adolescencia son variados. Según UNICEF Uruguay, es frecuente que el consumo de alcohol y otras sustancias comience en esta etapa, impulsado por la atracción hacia lo desconocido y el deseo de explorar.

Durante la adolescencia, la predominancia
Durante la adolescencia, la predominancia del sistema límbico y la dopamina favorecen la búsqueda de sensaciones nuevas y recompensas inmediatas.(Imagen Ilustrativa Infobae)

Los adolescentes carecen aún de una madurez cerebral suficiente para evaluar con claridad las consecuencias de sus actos, a diferencia de los adultos.

Sin embargo, la toma de riesgos no se limita al ámbito negativo: la adolescencia también ofrece oportunidades para desarrollar habilidades y generar conexiones positivas.

Un estudio dirigido por la Dra. Natasha Duell, citado por UNICEF Uruguay, revela que quienes asumen riesgos positivos—como integrarse a actividades extracurriculares o voluntariados—logran mayor compromiso con la escuela, desarrollan el trabajo en equipo y fortalecen sus relaciones sociales.

“Una medida a corto plazo es que los colegios podrían proporcionar oportunidades para que los estudiantes asuman riesgos positivos, a través de actividades extracurriculares como deportes, teatro, periodismo estudiantil y gobierno estudiantil”.