“No es ninguna marca”, Claudia Sheinbaum explica de dónde consigue los vestidos que usa

El closet de Claudia Sheinbaum es singular: está marcado por los colores, texturas y simbolismos de las prendas que artesanas mexicanas le han confeccionado especialmente para ella.

Cada prenda de ropa que porta Claudia Sheinbaum en actos oficiales —huipiles, trajes bordados, textiles de telar de cintura— expresa tanto una elección estética como una postura política y personal: reivindicar el trabajo, la creatividad y el legado de las mujeres indígenas y costureras del país.

Quiénes confeccionan la ropa de Claudia Sheinbaum

La presidenta Sheinbaum relató durante la conferencia matutina de este 10 de diciembre que recibe huipiles y bordados de distintos lugares cada vez que sale a territorio. Los vestidos que incluye en sus atuendos no llegan de talleres exclusivos, sino de manos, familias y comunidades que mantienen vivas las técnicas textiles mexicanas.

Entre quienes confeccionan sus prendas destaca una costurera de San Pedro Mártir (CDMX), a la que la propia Sheinbaum envió saludos y reconoció por ayudarle a hacerle vestidos desde hace tiempo.

Otra colaboradora textil es originaria de Tlaxcala, responsable del traje que la presidenta portó el 15 de septiembre. Un nombre clave en la selección y curaduría de huipiles es Telma, quien la orienta a la hora de elegir los bordados más representativos y auténticos.

Este proceso, que inicia muchas veces con un obsequio o el encargo de una prenda especial, culmina con una selección cuidadosa en la que Claudia Sheinbaum prioriza el color, el trabajo manual y la técnica regional por encima del sello de moda o el precio. Como ella misma explicó, “no es ninguna marca de estas, que son carísimas”, y subrayó que sus vestidos y huipiles no poseen etiquetas de renombre extranjero, sino historia.

Cuál es el significado de la ropa de Sheinbaum

El valor que Sheinbaum otorga a estas prendas tiene un profundo significado. Según sus propias palabras, “las tejedoras, las bordadoras, todas las que tienen telar de cintura en nuestro país, principalmente mujeres, son orgullo de la nación”. Para la presidenta, portar un huipil o un vestido tradicional es una manera de exhibir con orgullo el trabajo de generaciones enteras de artesanas.

A lo largo de los años, señala Sheinbaum, vestirse con huipiles se veía como algo inapropiado, si no era de una marca extranjera. Esta percepción está cambiando. En sus palabras, estas prendas son “orgullo de la nación”, dotadas de historia, tradición y legado.

Las razones por las cuales Sheinbaum valora estas prendas:

• Cada vestido representa horas de trabajo y detalle.
• Los bordados reflejan historias personales creadas por mujeres indígenas.
• El uso de prendas típicas promueve la aceptación y el reconocimiento de la diversidad cultural del país.
• Impulsa la economía local al dar visibilidad a las creadoras.

Como complemento a este reconocimiento, Sheinbaum confirmó que su gobierno impulsa iniciativas para que las mujeres artesanas puedan vender y promocionar sus trabajos tanto en México como en el extranjero.

Contexto internacional: estatus y gratitud

La preferencia de Sheinbaum por estos textiles tradicionales ha encontrado eco fuera de México. Recientemente, el diario The New York Times la incluyó en una lista de 67 personas de todo el mundo por estilo destacado. Lejos de centrar el mérito en sí, la presidenta dirigió su gratitud a quienes realmente hacen la diferencia:

“A quien hay que agradecer es a las artesanas indígenas mexicanas, por su creatividad, porque en cada bordado no solamente hay mucho trabajo, hay tradición, hay historia, hay legado”, afirmó Claudia Sheinbaum.

Desde sus cuentas en redes sociales, Sheinbaum subrayó que portar estos vestidos es señal de la grandeza y la memoria histórica de México, y dedicó el reconocimiento internacional a las creadoras textiles.