Quién es la ex reina de belleza mexicana a quien relacionan con un príncipe

Adriana Abascal López Cisneros, mejor conocida como Adriana Abascal, ha vuelto a acaparar los reflectores tras su reciente aparición en un desfile de moda, donde fue vista junto a Manuel Filiberto de Saboya, actual líder de la Casa Real italiana.

Su presencia juntos en el evento ha servido para confirmar su relación, convirtiéndolos en la primera pareja sorpresa del año, según reveló La Otra Crónica (LOC). La pasarela de la diseñadora Rocío Peralta en Sevilla, España, donde presentó su colección La Perseverancia de los Sueños, fue también el escenario donde la modelo mexicana y el príncipe italiano oficializaron su romance ante la mirada del público.

De acuerdo con el sitio web especializado en realeza, El Mundo de Regina, Manuel Filiberto siempre ha preferido mantener un perfil bajo en lo que respecta a su vida sentimental, lo que hace que su relación con Adriana Abascal resulte aún más inesperada y llamativa.

Adriana Abascal nació el 31 de octubre de 1970 en el hermoso estado de Veracruz, donde su historia comenzó a entrelazarse con el destino. Hija de Ramón Abascal, de raíces asturianas, y de Nieves López Cisneros, su infancia fue un preludio de lo que vendría.

En 1988, la joven de 18 años capturó la atención del público al ser elegida Señorita Veracruz y, poco después, Señorita México. Su ascenso culminó en el certamen de Miss Universo 1989, donde brilló con luz propia y logró un destacado quinto lugar.

Desde muy joven, Adriana se sumergió en el mundo del modelaje, donde rápidamente comenzó a dejar su huella. Su reinado como la mujer más hermosa de México le abrió las puertas a una nueva vida, marcada por el glamour y las oportunidades.

Fue en este contexto donde conoció a Emilio Azcárraga Milmo, apodado “El Tigre”, un influyente empresario que dominó el panorama de los medios en México a través de su imperio, Grupo Televisa. A pesar de la diferencia de 30 años entre ellos, su amor floreció, y Adriana se convirtió en la cuarta esposa de Azcárraga, una decisión que desafiaba las convenciones sociales de la época. Su matrimonio, que duró ocho años, transformó radicalmente su vida. La modelo se encontró viajando en jets privados y disfrutando de un estilo de vida que le permitió dejar atrás su adolescencia.

“Adriana estuvo a su lado hasta el día de su muerte, víctima de un cáncer. En ese momento, ella tenía apenas 28 años y el Grupo Televisa pasó entonces a manos del hijo del fallecido, Emilio Azcárraga Jean, a sus hijas, a la propia Adriana y a su ex mujer Paula Cusi”, relata un artículo publicado el 14 de enero por la revista Vanity Fair. Así, la vida de Adriana Abascal se transformó, marcando el inicio de un nuevo capítulo en su historia personal y profesional.

Tras la muerte de Emilio Azcárraga Milmo, Abascal no solo heredó recuerdos, sino también una fortuna que le permitió redefinir su futuro. Según la revista Vanitatis España, la mexicana recibió el lujoso yate en el que falleció el magnate, ECO, una embarcación de 74 metros de eslora valorada en 57 millones de euros.

Para Adriana, este no era solo un símbolo de opulencia, sino un lugar cargado de historia personal. “Allí vio morir a Emilio, pero también disfrutó de grandes momentos con sus amigos. En él recibió desde a Gloria y Emilio Estefan hasta Julio Iglesias o el mismísimo rey Juan Carlos”, relata el medio español.

Pero el yate no fue la única herencia que recibió. A cambio de ceder a la familia Azcárraga el 16% de las acciones de Televisa que Emilio le había dejado, obtuvo una significativa compensación económica, así como propiedades en México, Acapulco y Nueva York, además de títulos de filiales del grupo.

Con esta nueva estabilidad financiera, Adriana decidió dar un giro a su vida y trasladarse a Europa, donde conoció a Juan Villalonga, ex director de Telefónica y figura influyente en el mundo empresarial y político, además de ser un estrecho aliado del ex presidente español José María Aznar.

En 2001, Adriana y Juan contrajeron matrimonio y tuvieron tres hijos, Paulina, Diego y Jimena. Durante su relación, “la pareja solía veranear a bordo de un yate por el Mediterráneo y ella tuvo que aprender a esquivar los feos que muchos le hacían dentro del círculo de Villalonga”, escribió Vanity Fair.

El matrimonio llegó a su fin en el verano de 2010, marcando un nuevo cambio en la vida de Adriana. Poco después, inició un romance con Emmanuel Schreder, un ejecutivo francés con quien contrajo matrimonio y estableció su residencia en París, donde continúa viviendo. Sin embargo, tras una década juntos, la pareja se separó, y en los últimos años, la mexicana fue vinculada sentimentalmente con el galerista belga Max Falkenstein, con quien tuvo una breve relación que terminó en 2024.

Adriana Abascal ha tenido una carrera multifacética que la llevó de ser modelo y actriz a convertirse en productora de exitosas telenovelas con resonancia internacional. Su etapa en Los Ángeles, marcada por el nacimiento de su primera hija, la llevó a presentar el programa de televisión “TodoBebé”, donde compartió su experiencia como madre. Además de hablar varios idiomas, incluyendo inglés, francés e italiano, Abascal también incursionó en la escritura con su libro “Una mujer, cada Mujer”, publicado en 2002 en México.

Su amor por la moda y el arte la llevó a fundar la firma de zapatos de lujo Skorpios, un nombre que evoca su signo zodiacal y la isla griega vinculada a la historia de amor entre Aristóteles Onassis y Jackie Kennedy. Aparte de su trabajo en el diseño, Adriana es una apasionada coleccionista de arte, lo que refleja su gusto por la estética y la creatividad.