
La cultura de la cancelación ha cobrado relevancia en la era digital, impactando significativamente diversos sectores de la comunicación social en México. Este fenómeno, caracterizado por la sanción pública de figuras o instituciones que son percibidas como ofensivas o controversiales, ha influido en la práctica periodística, la comunicación corporativa y las dinámicas de interacción en las redes sociales. En el periodismo, se ha observado un aumento en la autocensura por parte de los profesionales, temerosos de ser “cancelados” por el público, lo que afecta la libertad de expresión y el análisis crítico.
La cultura de la cancelación ha emergido como uno de los fenómenos más discutidos y polarizantes en la era digital, afectando profundamente la manera en que se produce, consume y comparte la información en la sociedad contemporánea. En términos generales, esta cultura se refiere a la acción colectiva de boicot o rechazo a personas, organizaciones o marcas que son percibidas como ofensivas o contrarias a ciertos valores sociales (Ng, 2020). La cancelación ha evolucionado a partir de las redes sociales, donde los usuarios pueden unirse en masa para “cancelar” a figuras públicas o empresas, presionando a que se retracten, disculpen o enfrenten consecuencias graves como la pérdida de reputación o de oportunidades profesionales (Clark, 2020).
En México, la cultura de la cancelación ha ganado particular relevancia en los últimos años, siendo un reflejo de las tensiones sociopolíticas y los cambios en las sensibilidades sociales sobre temas como el género, la diversidad, la política y los derechos humanos (Arellano & Lozano, 2021). La sociedad mexicana ha utilizado esta herramienta para exigir rendición de cuentas de figuras públicas, aunque también ha suscitado debates sobre los límites de la libertad de expresión y el peligro de caer en prácticas de censura (Rivera, 2021).
En el ámbito de la comunicación social, la cultura de la cancelación ha impactado profundamente en tres áreas clave: la práctica periodística, la comunicación corporativa y las dinámicas de las redes sociales. Los periodistas, bajo la presión constante de las audiencias, enfrentan un entorno más hostil y se ven en la necesidad de autocensurarse para evitar repercusiones que afecten su carrera y credibilidad (Morales, 2022). Asimismo, las empresas y marcas deben estar más atentas que nunca a las expectativas sociales, adaptando sus estrategias de comunicación para evitar ser objeto de campañas de cancelación (Flores, 2020).

La investigación busca identificar los retos que presenta este fenómeno y cómo ha transformado las dinámicas de poder y la relación entre los comunicadores y las audiencias en el país.
El surgimiento de estas nuevas formas de censura, resultantes de la denominada cultura de la cancelación, pone de manifiesto otro cambio en la naturaleza de la comunicación social: ante la disputa de visiones e intereses, el objetivo ya no es el debate para arribar a un consenso, sino ser escuchado y obtener la victoria (Cabrera & Jiménez, 2021). Diversos autores reflexionaron en torno al efecto que esta lógica discursiva produce en términos de profundización de la fragmentación y polarización social. Desde el siglo XIX, la comunicación ha evolucionado en su multitud de manifestaciones e interfaces. En efecto, cualquier persona dispone hoy de diferentes canales para expresarse, y en los últimos años las redes sociales se han convertido en un espacio de participación activa en la esfera comunicativa de las sociedades actuales (Sánchez Rodríguez, 2023).
Los especialistas coinciden en que el fenómeno de la cancelación social produce efectos negativos en el rol del periodista. Por un lado, se indica que los periodistas, ante la posibilidad de ser cancelados, optan por no publicar aquellas noticias que tocan a la persona (sujeto cancelador), dando cuenta de una autocensura deseosa de evitar el riesgo. Es decir, en pos de no aparecer afectado por la ira de aquellos que podrían “cancelarlos”, los medios retrocederían de realizar publicaciones de interés general. “La censura no es el resultado de la cancelación cultural, es el proceso que cierra la conversación”, afirma Nusi Cunsolo sobre los efectos del fenómeno de la cancelación. En un sondeo entre periodistas publicado por el proyecto de investigación Electograma Universidad Siglo XXI, deja en evidencia los temores de los profesionales de la prensa respecto al efecto de la cancelación en las redes sociales: casi la mitad de los entrevistados sostenían que la censura ciudadana, ejercida a través de la cancelación de mensajes, influye en la línea editorial del medio al que pertenece (Burgos & Hernández Díaz, 2021).

La interpretación de determinados asuntos puede ser diversa, con base en el criterio periodístico sobre la noticia considerando la audiencia ficticia (titular, entradillas o distintas secciones del medio). A mayor información, se deben cuestionar las fuentes; sus interrelaciones con la audiencia, entre ellas y con la opinión impresa; su procedencia; su previsibilidad; y su englobamiento en la realidad informativa (intención de actuar, comunicar una nueva realidad, inducir un determinado cambio, etc.). A los especialistas en el análisis del discurso y los medios, desgraciadamente, les queda el segundo campo de la cobertura de la vida humana: algunos aspectos de la publicidad y muchos de la información periodística. Nunca pueden comprobar si lo transmitido es cierto o no. Y aquí aparece un peligro aún mayor, el de lo que no está (Valle & Vélez-Bermello, 2021).
Para cualquier medio, la lucha es constante, con y sin la cuarentena, en la búsqueda por ofrecer exclusividad de temas, coberturas originales, no replicar información, medir su exposición y reconocer los límites del storytelling. Se sabe que solo se puede llegar a conocer un ámbito de la realidad y que la noticia, siempre condensada, debe partir de un determinado espectro de información previa, condensada también. Pero hace al periodismo la mayor difusión posible de datos, inclusive a la existencia de conceptos, visiones, ideologías y fuentes. Y muchas de ellas, la gran mayoría de los datos, están cifrados. Aquí se produce el problema. Si no se conocen datos, no se pueden trasladar, y los datos actualizan el mundo. Aquí aparece el peligro. Si no hay datos o se ocultan o adulteran, no se puede trasladar el contenido y se puede causar, según Martínez-Costa, el principio de “desrealización informativa”. Solo lo que llega a los medios existe. La parte se convierte en el todo, como una deformación cognitiva (Rojo et al., 2022).
Por lo que a los periodistas respecta, puede aumentar la presión para trabajar más rápido, con desgana y sin conocimiento ni herramientas suficientes.

En el ámbito periodístico, este fenómeno ha forzado a los profesionales a reconsiderar su enfoque sobre la objetividad, el lenguaje y los temas abordados, ya que una cobertura o comentario percibido como insensible o controvertido puede desencadenar reacciones inmediatas en las plataformas digitales. Esto ha provocado tanto autocensura como un mayor compromiso con la veracidad y responsabilidad en la información.
Este fenómeno ha transformado profundamente los campos de la comunicación, imponiendo nuevos retos y responsabilidades tanto para los periodistas como para las empresas y las plataformas digitales. Su impacto seguirá siendo un tema clave para entender las dinámicas comunicativas en la era de la interconectividad.
* La Dra. Claudia Ivett Romero Delgado es profesora investigadora de la Escuela de Comunicación de la Universidad Panamericana. Es Jefa de la Academia de investigación en comunicación. Miembro del Sistema de Nacional de CONAHCYT nivel 1.
X: @Ivett5151
Más Noticias
Las últimas previsiones para Puebla de Zaragoza: temperatura, lluvias y viento
La temperatura más baja registrada en el país fue la del 27 de diciembre de 1997, cuando el termómetro disminuyó hasta los -25 grados

¿Cómo estará el clima en Guadalajara?
La temperatura más alta registrada en el territorio mexicano fue la del 6 de julio de 1966, cuando el termómetro subió hasta los 58.5 grados

¿Cómo estará el clima en Cancún?
La temperatura más baja registrada en el país fue la del 27 de diciembre de 1997, cuando el termómetro disminuyó hasta los -25 grados

Temblor hoy en México: noticias actividad sísmica 11 de febrero 2025
Sigue en vivo todas las actualizaciones sobre movimientos telúricos este martes

Imelda Tuñón comparte en redes post contra Maribel Guardia: “Quiere manipularnos con Julián”
La viuda de Julián Figueroa reaccionó a las recientes publicaciones de Maribel donde la actriz compartió fotografías de su hijo
