Comité Eureka rechaza imposición de Rosario Piedra para la presidencia de la CNDH: “Su actuación abona a la impunidad”

Se suman las voces que rechazan que Rosario Piedra Ibarra, titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), se mantenga en el cargo, debido a inconformidades con sus acciones, la falta de intervenciones y el escaso seguimiento a los casos en los que las autoridades pudieron haber violado los derechos de la ciudadanía.

En esta ocasión, el Comité Eureka, una organización conformada por madres y familiares de personas desaparecidas en las décadas de 1970 y 1980, militantes de movimientos políticos y sociales opositores al gobierno priista, emitió un breve comunicado de prensa en el que reprochó la insuficiencia y deficiencia del trabajo de Rosario Piedra Ibarra al frente de la CNDH. Esta situación se reflejó en “su silencio” ante la negativa de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) de entregar información clave para esclarecer el paradero de los familiares de los integrantes del colectivo.

“En general, su actuación parece favorecer la impunidad de los perpetradores del terrorismo de Estado y el discurso oficial de olvido, obediente a los intereses del poder y al punto final. Nos parece inaceptable que, por intereses ajenos al proceso, se haya impuesto en la terna a la persona que demostró, a lo largo de cinco años, su incapacidad para dirigir la CNDH con independencia del Estado, el cual es perpetrador de graves violaciones a los derechos humanos”, sentenció el Comité Eureka.

En este sentido, lamentaron que, en lugar de Rosario Piedra, se hubiera designado a la tercera mujer mejor evaluada por los partidos políticos para ocupar la presidencia de la CNDH: Tania Ramírez Hernández, quien también es integrante del Comité Eureka “desde su infancia” y tiene una trayectoria incuestionable en la defensa y promoción de los derechos humanos.

Por tanto, hicieron un llamado para que las y los senadores replanteen la terna y fortalezcan el proceso de selección, con el fin de asignar a una persona capacitada que garantice una CNDH autónoma, “comprometida con su tarea” y que permita fortalecer la institución.

La semana pasada, el obispo emérito de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, tuvo que desmentir que estuviera apoyando a Rosario Piedra Ibarra para que fuera reelegida como titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, luego de que se filtrara una carta en la que supuestamente expresaba su apoyo a la candidata.

“Quiero denunciar que ese papel membretado, donde se utiliza mi nombre, además de tener un diseño deficiente y oscuro, no existe en mi oficina particular (...). Las palabras que allí se expresan, además de estar mal escritas, ni son mías, ni obedecen a mi pensamiento, ni reflejan mi ideología”, declaró el obispo en un breve comunicado que compartió en redes sociales.