Por negarse a pagar “derecho de piso”, taquero es acribillado en Nezahualcóyotl; aun no hay detenidos

En Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, se llenaron de violencia con la muerte de un comerciante luego de que se negara a pagar una cuota por vender en su taquería, lo cual resultó en su muerte inmediata debido a los impactos de bala recibidos por los sospechosos.

El hombre quien desde hacía varios años se dedicaba a atender su negocio gastronómico, fue agredido con un arma de fuego, las personas presentes en el lugar relatan que el occiso discutió con un hombre que le exigió una cuota para seguir laborando y luego de que se negase a pagar el respectivo derecho de piso, el agresor escapó con su acompañante en una motoneta, hasta el momento no hay rastro de su paradero.

Pese al arribo de los cuerpos de emergencia, los paramédicos no pudieron reanimar a la víctima quién falleció inmediatamente luego de recibir los impactos de bala. No obstante residentes cercanos mencionaron que no era la primera vez que el taquero se negaba a pagar la renta impuesta por los criminales.

Este caso se suma a la ola de violencia en la esta sumergida la entidad mexiquense desde hace ya mucho tiempo, recientemente también fue privado de la vida un transportista que denuncio extorsiones por parte del crimen organizado.

Según un documento de la Policía Federal para reconocer los tipos de extorsión en México, al derecho de piso se le reconoce por ser un tipo de extorsión directa, en la que el agresor acude físicamente al establecimiento y o negocio donde pretende hacer un cobro para no hacer daño u ofrecer algún tipo de protección. Esto va acompañado de amenazas de privación de la vida o violencia física.

Para intimidar a la víctima posteriormente los criminales tienden a realizar daños a los inmuebles donde se encuentran los negocios afectados o a reiterar mensajes donde se amenace con atentar con la vida de aquellos a los que se les solicita cumplir con las respectivas cuotas impuestas.

Cabe resaltar que el delito de extorsión esta tipificado en el artículo 390 del Código Penal Federal y aquellos que promuevan estas prácticas, pueden llegar a ser penados de 2 a 8 años de cárcel. Estos también están asociadas a algunas prácticas y disputas del narcotráfico, aunque con el tiempo se han vuelto muy comunes en algunos Estados, llegando incluso a ser normalizadas, imperando principalmente el silencio en las víctimas por temor a las represalias que puedan llegar a existir en su contra y las de su familia.