El jueves se convirtió en el séptimo día de protestas en Los Ángeles derivadas de los operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) el pasado viernes. Además de las manifestaciones, enfrentamientos con la policía se han registrado desde entonces, además de saqueos en tiendas de la capital de California.
El Pentágono envió a 700 marines a unirse a la Guardia Nacional en las labores de resguardo, principalmente de los edificios del gobierno.
El domingo, cientos de agentes de la Guardia Nacional fueron desplegados frente a un complejo federal en el centro de Los Ángeles, escenario de enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. El edificio, que alberga un centro de detención, amaneció con la consigna “Our City” (Nuestra ciudad) pintada en su fachada, en rechazo al aumento de la presencia militar en la zona.
Tal como ocurrió el viernes por la noche, y durante el sábado, el domingo se registraron nuevos choques entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, que utilizaron granadas aturdidoras y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud que protestaba por las políticas del ICE, especialmente por la detención de inmigrantes indocumentados.
La Guardia Nacional inició este domingo su despliegue en California con más de 2.000 efectivos. El contingente incluye unidades de la 79ª Brigada de Infantería, ya presentes en el área metropolitana de Los Ángeles. La decisión fue adoptada por el presidente Donald Trump tras las manifestaciones del sábado en Compton y San Bernardino, en las que se registraron graves destrozos y disturbios por parte de los manifestantes.
A continuación, la cobertura minuto a minuto:
El distrito histórico de Los Ángeles ha visto cómo algunos comercios optan por contratar seguridad privada y otros discuten, incluso con ayuda de traductores, si abrir sus puertas ante la incertidumbre.
La Policía Metropolitana de Las Vegas informó que detuvo a 94 personas la noche del miércoles durante una protesta en South Las Vegas Boulevard, luego de que manifestantes arrojaran piedras y botellas de agua a los agentes desplegados en la zona.
Según un comunicado emitido por el departamento este jueves, los arrestos se produjeron después de que las autoridades declararan la manifestación como una reunión ilegal y emitieran una orden de dispersión. Además de los adultos detenidos, siete menores de edad fueron citados y liberados.
Cuatro oficiales resultaron heridos durante los enfrentamientos, aunque no se precisó la gravedad de sus lesiones. También se reportaron actos de vandalismo, incluyendo grafitis en algunos edificios del área, de acuerdo con el mismo informe policial.
Las autoridades no detallaron el motivo específico de la protesta, ni si se prevén más acciones similares en los próximos días.
Autoridades locales mantienen el toque de queda por tercera noche consecutiva en sectores del centro de Los Ángeles. La medida entrará en vigor este martes a las 8:00 p.m. y se extenderá hasta las 6:00 a.m. del miércoles, hora local, según confirmaron fuentes oficiales.
El área restringida incluye varias cuadras del centro de la ciudad, aunque no se ha precisado si se ampliará a otros vecindarios.
De acuerdo con el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), durante la noche anterior se realizaron varios arrestos relacionados con violaciones a la orden de confinamiento nocturno. Las autoridades no ofrecieron detalles sobre el número exacto de detenidos ni las circunstancias de las aprehensiones.
Kristi Noem, funcionaria del Departamento de Seguridad Nacional afirmó que el Servicio Secreto confundió al senador Alex Padilla con un atacante durante la conferencia de prensa en la sede del FBI en Los Ángeles. Según Tricia McLaughlin, subsecretaria del DHS, Padilla interrumpió el acto sin identificarse ni portar su insignia del Senado, y se acercó abruptamente a Noem, lo que provocó su remoción por parte de los agentes. La funcionaria sostuvo que se le pidió varias veces que se retirara y que los oficiales actuaron de forma adecuada ante lo que percibieron como una amenaza. Más tarde, Padilla y Noem mantuvieron una reunión de 15 minutos.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, calificó como “absolutamente aberrante y escandalosa” la expulsión forzada del senador Alex Padilla durante la conferencia de prensa del Departamento de Seguridad Nacional. En un mensaje publicado en X, acompañado de un video del incidente, Bass subrayó la gravedad del hecho: “Es un senador en funciones de Estados Unidos”, escribió, y exigió el fin de lo que describió como “ataques violentos de esta administración contra nuestra ciudad”.
El fiscal federal del distrito central de California, Bill Essayli, advirtió este jueves que quienes cometan delitos durante las protestas en Los Ángeles enfrentarán consecuencias inmediatas y severas por parte del gobierno federal. “Esto no es el estado, es el gobierno federal, y si violas la ley, irás a prisión federal”, declaró. Reprochó que en California algunos crean que no hay castigo por actos criminales, pero enfatizó que esa lógica no aplica a nivel federal. Citando al presidente, lanzó una advertencia directa: “Si escupes, respondemos”.
El senador demócrata Alex Padilla, representante de California, fue sacado por la fuerza de una conferencia de prensa encabezada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en la sede del FBI en Los Ángeles. Padilla interrumpió las declaraciones iniciales de Noem intentando gritarle preguntas, lo que provocó la intervención de personal de seguridad, que lo sujetó y lo retiró del lugar en medio de la tensión.
El incidente ocurrió mientras crecen las protestas por las políticas migratorias de la agencia que dirige Noem, y en el contexto de un despliegue militar en la ciudad que incluye a la Guardia Nacional y a los Marines. Padilla ha sido crítico de estas acciones, advirtiendo en redes sociales que lo ocurrido en Los Ángeles podría ser un “ensayo para usar al ejército en cualquier ciudad estadounidense”, sin justificación legal clara. CNN solicitó una declaración a su oficina, sin respuesta inmediata.
Los vecinos de Boyle Heights denunciaron el uso de fuerza desmedida por parte de agentes federales durante la detención de un hombre en un operativo que involucró gas lacrimógeno, proyectiles no letales y vehículos sin distintivos. El incidente ocurrió el miércoles por la mañana, alrededor de las 10:47 a.m., en la intersección de Whittier Boulevard y Calzona Street, una zona comercial del este de Los Ángeles.
En los recientes días, Nueva York ha sido escenario de significativas manifestaciones en contra de las redadas de ICE (Immigration and Customs Enforcement), emulando los acontecimientos recientes en otras zonas del país. Estas protestas han culminado en numerosos arrestos y enfrentamientos con la policía local. Las protestas se unieron a la ola de manifestaciones en Los Ángeles, California, donde el presidente Donald Trump ha movilizado a 4.000 tropas de la Guardia Nacional y a 700 Marines, a pesar de la resistencia de las autoridades locales.
Jesús Molina Veya, un inmigrante mexicano murió bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Georgia, de acuerdo con un reporte de la agencia EFE. Molina Veya, de 45 años, fue encontrado inconsciente en el Centro de Detención de Stewart con una ligadura alrededor de su cuello y posteriormente murió el 7 de junio en el Hospital Phoebe Sumter de Americus.