El castillo abaluartado de Girona que es el más grande de Europa: dos recintos, capacidad para 10.000 personas y una ‘Catedral del Agua’

Esta fortaleza tiene tan solo tres siglos de historia y se ha convertido en un referente patrimonial en Cataluña

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Castillo de Sant Ferran, en
Castillo de Sant Ferran, en Girona (Adobe Stock).

En el corazón de la comarca catalana del Alt Empordá, el pueblo de Figueres se alza como uno de los rincones más mágicos de España. La localidad, lejos de pasar desapercibida, invita a pederse por sus calles y descubrir su increíble historia y conjunto monumental. Pero más allá de su patrimonio, el pueblo ha sido cuna de uno de los mayores artistas de la historia moderna y uno de los mayores representantes del surrealismo en España: Salvador Dalí.

El viajero durante un enriquecedor paseo puede contemplar la casa natal del pintor y algunos de los principales monumentos como la iglesia parroquial de San Pedro o el imponente castillo de San Fernando (castell de Sant Ferran). Es precisamente esta fortaleza la que nos trae hoy aquí, pues se trata de uno de los conjuntos fortificados más impresionantes de España.

De hecho, está considerado el castillo abaluartado y construido en la época moderna más grande de Europa. Esto no es para menos, pues cuenta con unas dimensiones sorprendentes que abarcan la colina en la que se incrusta. Desde aquí, la fortaleza corona Figueres y se convierten en todo un tesoro patrimonial para la región.

Dos recintos, tres siglos y la ‘Catedral del Agua’

Castillo de Sant Ferran, en
Castillo de Sant Ferran, en Girona (Adobe Stock).

El origen del castillo de San Fernando es bastante reciente, pues a diferencia de la gran mayoría de fortalezas repartidas por España, esta tan solo cuenta con apenas tres siglos de historia. De hecho, se levantó ante la necesidad de reforzar la frontera después de la Paz de los Pirineos de 1659 y debe su nombre al rey Fernando VI. Sin embargo, no fue inaugurada hasta el año 1766, aunque su construcción completa se finalizó en 1892.

Desde su creación, el castillo fue escenario de algunos de los acontecimientos histórico más relevantes de la época, como fue la muerte del general Álvarez de Castro o la última reunión del gobierno republicano. Por su parte, el arquitecto Juan Martín Cermeño, y posteriormente su hijo, Pedro Martín-Paredes Cermeño, fueron los encargados de levantar el enorme conjunto, el cual se distribuye en dos recintos.

La parte interior del castillo de San Fernando está formado por seis baluartes unidos por paños de muralla que dan lugar a un espacio de más de 325.000 metros cuadrados, evidenciando la magnitud de la construcción. En ella, se pueden contemplar unas increíbles “caballerizas con capacidad para 500 caballos, grandes almacenes para guardar víveres para 10.000 personas durante un año, una gran plaza de armas y nueve pabellones para el alojamiento de las autoridades y sus familias”, tal y como explica la web de Patrimonio Cultural de la Generalitat de Cataluña.

Aunque si hay un espacio que destaca sobre los demás, ese es el conocido como ‘Catedral del Agua’. Se trata de cuatro grandes cisternas con una capacidad total de nueve millones de litros de agua que se ha convertido en una de las mayores atracciones del castillo. De hecho, la cisterna es de piedra y navegable, por lo que su visita se hace a través de barcas neumáticas en una de las cisternas y acompañado de un guía especializado.

La segunda parte en la que se divide la construcción es el recinto exterior, el cual abarca un perímetro de alrededor de 3.120 metros cuadrados. En él se pueden encontrar “tres hornabeques, siete revellines y dos contraguardias”, y sus colosales dimensiones lo convierten en el monumento más grande Cataluña. A esto se le suma su catalogación como Bien de Interés Cultural en 1988 y su apertura al público con visitas guiadas desde 1997.

Cómo visitarlo: rutas guiadas, precio y horario

Castillo de Sant Ferran, en
Castillo de Sant Ferran, en Girona (Adobe Stock).

La fortaleza abre sus puertas con opciones variadas para quienes deseen explorar su historia y arquitectura. Los visitantes pueden realizar una visita autoguiada, empleando un folleto informativo y audios que recorren catorce puntos destacados, sin necesidad de reserva previa. Tiene un precio de 6 euros y permite conocer a fondo los espacios más emblemáticos y disfrutar del entorno del castillo a su propio ritmo.

Para quienes prefieran una aproximación más detallada, existe la posibilidad de sumarse a una visita a pie en grupo con guía especializado (9 euros). Durante hora y media, el recorrido incluye explicaciones sobre la historia, la arquitectura y los usos del recinto, completándose además con el acceso a la ruta autoguiada.

Entre las experiencias singulares que ofrece el castillo destaca la “Catedral del Agua” (10 euros), la visita a la cisterna de agua en barca neumática con guía y que dura media hora. También se puede visitar el foso (12 euros) y las contraminas en vehículos eléctricos adaptados, en un recorrido guiado de tres kilómetros y una hora de duración, pensado para complementar la visita autoguiada y profundizar en los secretos del recinto.

Por su parte, el horario de acceso al recinto varía según la época del año, permitiendo la entrada hasta una hora antes del cierre. Durante los meses de julio, agosto y Semana Santa, el espacio permanece abierto todos los días de 10 a 20 horas. En septiembre, octubre, abril, mayo y junio, la visita es posible de martes a domingo entre las 10 y las 18 horas, abriéndose también los lunes festivos. En los meses más fríos —noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo—, el horario de apertura es de martes a domingo de 10 a 16 horas, incluyendo los lunes festivos. El recinto cierra completamente los días 25 y 26 de diciembre, así como el 1 y el 6 de enero.

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Cómo llegar

Desde Girona, el viaje es de alrededor de 45 minutos por la vía AP-7. Por su parte, desde Barcelona el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 45 minutos por la misma carretera.