Los ultras polacos del Jagiellonia Białystok tienden una emboscada a dos autobuses con aficionados del Rayo y dejan diez personas heridas

Cerca de 50 individuos enmascarados atacaron los dos autobuses que transportaban a los aficionados del Rayo

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Aficionados del Rayo Vallecano sufrieron una emboscada en Polonia durante la noche pasada, mientras se encontraban en el país para presenciar el partido de Conference League que enfrentó a su equipo contra el Jagiellonia Białystok. Los hechos ocurrieron en la autopista S8, una ruta clave entre Varsovia y Białystok, específicamente en las inmediaciones de la localidad de Ostrów Mazowiecka. Allí, dos autobuses que transportaban a los aficionados del Rayo fueron sorprendidos por un grupo de cerca de 50 individuos enmascarados, en lo que las autoridades y los medios han calificado de ataque organizado.

La información sobre el incidente se fue difundiendo a través de medios locales y españoles, permitiendo reconstruir lo sucedido. Versiones recogidas por la prensa polaca indicaron que los asaltantes portaban simbología relacionada con el Jagiellonia, e iban armados con martillos y porras extensibles, lo que aumentó la gravedad de la agresión. Testigos citados por medios del país subrayaron que la acción fue repentina y planeada, con el grupo de ultras bloqueando el paso de los autobuses en la carretera antes de proceder al asalto. La secuencia de violencia dejó varios heridos entre los viajeros españoles. De acuerdo con las primeras informaciones aparecidas en la prensa polaca, “hay 10 heridos, nueve de ellos españoles y tres hospitalizados”. Los partes médicos y policiales fueron evolucionando con el paso de las horas y, aunque la mayoría de los afectados sufrió lesiones leves, algunos requirieron atención hospitalaria inmediata debido al impacto de la agresión.

Las autoridades actuaron poco después del ataque, desplegando un operativo en la zona y procediendo a diversas detenciones. Según los datos divulgados en Polonia, “se han producido cuatro detenciones”. Sin embargo, ‘El Confidencial’ recogía otra versión, basada en fuentes de la Policía española, que habla de “dos ultras del Rayo en el hospital y tres detenidos polacos, dos hombres y una mujer”. Dichas diferencias en las cifras reflejan la complejidad del suceso y las dificultades para confirmar datos definitivos hasta el cierre de la investigación.

Los jugadores del Rayo (Europa
Los jugadores del Rayo (Europa Press)

La violencia tuvo además un reflejo inmediato en el ámbito diplomático y policial, ya que las fuerzas de seguridad polacas ya se han puesto en contacto con la Policía española, según confirmaron ambas partes, con el objetivo de compartir información y determinar la identificación y responsabilidad de los atacantes. Será también clave establecer si se trató de un acto premeditado dirigido específicamente a los hinchas visitantes o una confrontación espontánea alimentada por la rivalidad entre aficiones.

Otros incidentes con la afición del Rayo

No es la primera vez que la afición del Rayo Vallecano se ve involucrada en incidentes similares durante esta edición de la Conference League. En noviembre, la visita de seguidores radicales del Lech Poznan al barrio de Vallecas desembocó en altercados por las calles del distrito madrileño, con choques entre radicales de ambos conjuntos que forzaron la intervención policial y varias detenciones. La repetición de situaciones violentas en torno a los partidos del Rayo pone de relieve la tensión que acompaña a algunos encuentros europeos, donde la rivalidad entre ultras puede derivar en escenarios peligrosos para los aficionados comunes.

Disturbios en Vallecas por una
Disturbios en Vallecas por una reyerta entre ultras (Sindicato Jupol)

Mientras la investigación continúa y se aclaran detalles sobre el número de implicados y la situación de los heridos y detenidos, el ataque sufrido por los seguidores del Rayo Vallecano alimenta el debate sobre la seguridad en los desplazamientos de hinchas en competiciones internacionales y la persistencia de la violencia ultra. También pone en evidencia los desafíos de la cooperación entre países para prevenir hechos similares y proteger a los seguidores que asisten a partidos fuera de sus fronteras.