El Ministerio de Asuntos Exteriores de China emitió una advertencia en la que afirmó que “la cuestión de Taiwán es el núcleo de los intereses fundamentales de China y la primera línea roja que no se debe cruzar” en las relaciones con Estados Unidos. Según informó EFECOM, esta declaración se dio a conocer en el contexto del anuncio de sanciones dirigidas a un grupo de empresas estadounidenses del sector de defensa, entre ellas Boeing, Northrop Grumman Systems, L3Harris y VSE, así como a diez altos ejecutivos de esas compañías. Las medidas anunciadas responden al suministro de armas por parte de estas firmas a Taiwán a lo largo de los últimos años, y su aplicación se fundamenta en la Ley de Sanciones Extranjeras de China.
De acuerdo con la información publicada por EFECOM, las sanciones adoptadas por el gobierno chino entraron en vigor inmediatamente y afectan tanto a las empresas consideradas implicadas en la venta de armamento o servicios militares a la isla asiática como a los directivos a los que Pekín atribuye responsabilidad directa en esas operaciones. Entre las restricciones impuestas figuran la prohibición de nuevas inversiones en territorio chino, la limitación de la cooperación con entidades chinas y la congelación de activos que pudieran encontrarse bajo la jurisdicción del país asiático.
El comunicado emitido por la Cancillería china no detalló el impacto económico total de estas medidas ni el valor de las operaciones que las empresas afectadas mantienen en el mercado chino. No obstante, EFECOM consignó que la postura oficial incluye la advertencia de que China “seguirá adoptando medidas firmes y contundentes” para “proteger su soberanía, su seguridad y su integridad territorial”, en referencia a sus reclamos sobre Taiwán.
El contexto en el que se produjo este anuncio es el de un aumento de la tensión entre China y Estados Unidos a raíz de la situación en Taiwán. Según reportó EFECOM, esta escalada se vio reforzada después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, firmara recientemente la Ley de Autorización de Defensa Nacional para el ejercicio fiscal 2026. La normativa contempla cerca de 1.000 millones de dólares destinados a iniciativas de cooperación en seguridad con la isla y amplía el marco normativo para futuras ventas de armamento a Taiwán.
Pekín sostiene desde hace tiempo una posición inflexible sobre la isla, a la que considera parte de su territorio, y mantiene la posibilidad de recurrir a la fuerza con el objetivo de lograr lo que califica como reunificación. El gobierno taiwanés rechaza esa visión y afirma que el futuro político de la isla debe ser decidido únicamente por sus habitantes, señaló EFECOM.
Estados Unidos no mantiene relaciones diplomáticas oficiales con Taiwán, pero se ha consolidado como su principal proveedor de armas. La relación entre Washington y Taipéi se caracteriza por una política de ambigüedad estratégica respecto a una posible intervención militar estadounidense si estallara un conflicto en la región, de acuerdo con lo informado por EFECOM.
Las sanciones anunciadas por China forman parte de un conjunto más amplio de medidas adoptadas recientemente en respuesta a las disposiciones legislativas y acciones del gobierno estadounidense sobre la cooperación militar con Taiwán. El gobierno chino reiteró su decisión de reaccionar cada vez que perciba amenazas a su integridad territorial vinculadas a la cuestión de la isla, anticipó EFECOM.
En cuanto a las empresas estadounidenses sancionadas, todas ellas integran la cadena de suministro de defensa y seguridad y han participado en la provisión de sistemas y equipamiento militar a Taiwán durante los últimos años, indicó EFECOM. El listado incluye no solo firmas fabricantes de armamento sino también compañías que prestan servicios asociados a la industria de defensa.
Respecto a los directivos objeto de sanción, el gobierno chino apunta a quienes considera responsables directos en la ejecución de los contratos y acuerdos relacionados con la venta de armas a Taiwán. En referencia a este punto, el comunicado chino alude a medidas concretas como la restricción de su actividad económica y la limitación de sus posibilidades de interacción con entidades chinas, añadió EFECOM.
La respuesta de China se inscribe en una dinámica persistente de fricciones con Estados Unidos por el apoyo militar de este país a Taiwán. Las autorizaciones recientes de Washington para el envío de armamento a la isla y el respaldo financiero previsto en la nueva legislación estadounidense han renovado la preocupación del gobierno chino respecto a la seguridad en la región, según lo consignado por EFECOM.
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino subrayó su intención de mantener una actitud de firmeza frente a lo que considera acciones hostiles y anunció la disposición a tomar otras medidas en función del desarrollo de la situación. El enfoque oficial insiste en la defensa de la soberanía nacional como argumento fundamental para la aplicación de sanciones, informó EFECOM.

