
La selección de la tipografía para la felicitación navideña de la Familia Real española este año hace referencia directa al patrimonio literario nacional. De acuerdo con lo informado por el medio, los Reyes Felipe VI y Letizia han optado por la Ibarra Real Nova, un tipo de letra diseñada en el siglo XVIII y empleada en la edición de 1780 de "El Quijote" destinada a la Real Academia Española. Zarzuela explicó que esta elección busca poner en valor el legado tipográfico español, ya que en el siglo XXI, con motivo del cuarto centenario de la primera parte de la obra de Cervantes, esta tipografía fue rescatada y convertida a formato digital, consolidando así el nexo entre tradición y modernidad en las comunicaciones oficiales.
Tal como detalló el medio, la postal navideña de este año muestra a los Reyes Felipe VI y Letizia junto a sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, en un paisaje rural. La fotografía, donde la Reina se sienta sobre un muro acompañada por la Princesa, mientras el Rey y la Infanta aparecen de pie tras ellas, fue tomada en Valdesoto, una localidad asturiana nombrada Pueblo Ejemplar en el contexto de los Premios Princesa de Asturias. Según recoge la información proporcionada, Zarzuela explicó que la intención de esta imagen es rendir homenaje a las pequeñas poblaciones de España, así como a sus comarcas ganaderas y agrícolas y a sus espacios naturales.
La elección del entorno para la imagen responde, según Zarzuela, a un deseo de destacar la importancia social y cultural del mundo rural en España, reconociendo tanto a las comunidades pequeñas como a las actividades tradicionales que sostienen la vida en estos lugares. La tradición de emplear este tipo de imágenes en las felicitaciones de la Familia Real tiene como propósito reforzar el vínculo con los valores y la diversidad del país, integrando iconografía regional en momentos representativos del año, como las celebraciones de Navidad.
El mensaje principal del ‘christmas’ navideño real se ubica en el interior de la postal, en el lado izquierdo, y reza “Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo 2026”, utilizando la tipografía Ibarra Real Nova mencionada anteriormente. En el flanco opuesto, aparecen, como es costumbre, las rúbricas de Felipe VI, Letizia, Leonor y Sofía, junto al texto escrito a mano: “con todo nuestro afecto y los mejores deseos”. Este mensaje busca establecer un tono familiar y cercano, acompañando la imagen elegida para la ocasión. Por su parte, la parte posterior de la postal sostiene el escudo real junto al lema “Servicio, compromiso y deber”.
La felicitación firmada por los Reyes Eméritos, Don Juan Carlos y Doña Sofía, incorpora este año una imagen inédita en sus tarjetas: sus cinco perros posan frente a un árbol de Navidad. Esta elección difiere de años anteriores, donde solían elegirse reproducciones artísticas o esculturas relacionadas con la temática navideña. Según informó el medio, la fotografía se realizó en la residencia de la Reina emérita, situada en el Palacio de la Zarzuela. Tanto el mensaje clásico de “Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo” como la inscripción escrita a mano con el año 2026 y las firmas de ambos, acompañan la imagen seleccionada para la ocasión.
La decisión de los Reyes de centrar su felicitación navideña en un entorno rural y de adaptar una tipografía vinculada a la tradición literaria española refleja una voluntad de enfatizar valores culturales e históricos en su mensaje público. Mediante estas elecciones estéticas y simbólicas, la Familia Real transmite tanto una referencia a las raíces del país como una adaptación de los símbolos tradicionales a formas actuales de comunicación.
Los detalles proporcionados por Casa Real y recogidos por el medio ponen de manifiesto que cada uno de los elementos seleccionados en la felicitación cumple con un propósito específico, integrándose en la estrategia anual de la Familia Real en relación a su imagen pública y a la representación de los valores institucionales y familiares. Tanto la ubicación, la disposición de los miembros de la familia, la elección de la tipografía y hasta el contenido manuscrito del mensaje se han definido para transmitir una imagen cohesionada y representativa no solo de la institución monárquica, sino también de la diversidad española y su patrimonio histórico.


