
El expresidente del Gobierno, José María Aznar, abordó el protagonismo de las políticas migratorias en Cataluña al señalar que las decisiones tomadas por gobiernos anteriores, en particular el de Jordi Pujol, facilitaron la apertura a la inmigración de otros continentes frente a la latinoamericana, según explicó durante una entrevista con Onda Cero recogida por Europa Press. A partir de esta reflexión sobre la situación catalana, Aznar articuló su postura en torno a la política nacional, rechazando de forma tajante cualquier posibilidad de pacto o acercamiento con formaciones independentistas como Junts, liderada por Carles Puigdemont, y defendió la vigencia de la Constitución como garantía de la unidad nacional.
De acuerdo con la cobertura de Europa Press, el exmandatario subrayó que no resulta viable presentar actualmente una moción de censura promovida por el Partido Popular con el solo fin de convocar elecciones, debido a la falta de apoyos parlamentarios suficientes. Aznar sostuvo que únicamente tendría sentido respaldar esa iniciativa si garantizara la convocatoria inmediata de comicios, pero recalcó que “no se dan esas circunstancias”. Además, enfatizó que “no va a especular sobre ello”.
En referencia a las posibles alianzas parlamentarias, Aznar cerró la puerta a cualquier tipo de acuerdo con los partidos que promueven la independencia, como Junts. El expresidente afirmó: “Con los que no aceptan ser leales a la nación, no cabe transacción positiva. En ningún caso”. Remarcó que el único límite político, en su opinión, es el que debe imponerse frente a quienes intentan debilitar la nación, su marco de libertades y la convivencia establecida entre los españoles.
Interrogado de manera directa sobre Carles Puigdemont y la posición actual del nacionalismo catalán, Aznar respondió que las posibilidades de entendimiento serán nulas mientras los nacionalistas no modifiquen por completo su actitud, acatando la legalidad constitucional sin ambigüedades. Declaró que “los que tienen que corregir su posición son los nacionalistas”, e insistió en que “la Constitución no es un problema”, sino quienes intentan fracturar ese pacto básico que determinó la construcción del Estado autonómico español.
Aznar recapituló cómo la Carta Magna española reconoce a España como una nación única pero con un carácter plural, logrando incorporar esa diversidad dentro de un sistema autonómico. Según detalló Europa Press, el exjefe del Ejecutivo consideró que los partidos constitucionalistas han cumplido con el pacto de expandir la pluralidad en el marco del Estado, situando la ruptura en aquellos grupos que, a su juicio, se han apartado de la lealtad nacional para sostener una agenda independentista.
Ante la pregunta de posibles pactos electorales, Aznar rechazó anticipar cualquier escenario de gobierno de coalición entre el PP y Vox que surgiera tras unas nuevas elecciones generales, considerando que aspira a un resultado “mucho más deseable para España”. En relación con Vox y los movimientos populistas de derecha a escala internacional, Aznar manifestó su desacuerdo con esas políticas tanto en el caso del partido español como en el del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. Según dijo a Europa Press, ve esa línea como un camino erróneo, aunque reconoció que existe una tendencia internacional que explora ese tipo de alternativas políticas.
Aznar criticó posturas que plantean la expulsión masiva de inmigrantes, sugeridas desde algunos sectores de la derecha, preguntando quién asumiría los trabajos que hoy realizan en España esas personas. En torno a la inmigración, defendió el modelo legal y controlado, apostando por una sociedad plural en la cual no haya leyes diferenciadas según el origen de quienes la integran. Subrayó que la igualdad ante la ley debe ser el principio rector, rechazando la inmigración ilegal, y aseguró que, en una sociedad libre y plural, solo puede existir una norma jurídica aplicable a todos.
Durante la entrevista, Aznar relató un episodio de su primer mandato en el que el entonces presidente catalán Jordi Pujol le solicitó endurecer los visados para países hispanoamericanos y facilitar la inmigración de otras regiones. El expresidente del Gobierno afirmó que su administración se opuso a la imposición de nuevas barreras para latinoamericanos y describió cómo, en Cataluña, el nacionalismo de la época prefirió fomentar la inmigración musulmana a la latinoamericana. Según sus palabras, el nacionalismo catalán “no quería ver a un peruano entrando en Barcelona, prefería ver a un pakistaní”, aduciendo que el primero compartía idioma con el resto de la sociedad catalana, mientras el segundo favorecía la inmersión lingüística completa. Afirmó que esa política constituye el punto de partida de los actuales problemas relacionados con el auge de fuerzas como Aliança Catalana, reportó Europa Press.
Finalmente, el exlíder del PP señaló que la responsabilidad de su partido, bajo el mandato de Alberto Núñez Feijóo, consiste en no alimentar la frustración entre el electorado contrario al Gobierno actual y canalizar las alternativas para propiciar un cambio político dentro del marco institucional y la legalidad. Aznar identificó únicamente dos salidas posibles a la actual coyuntura: elecciones generales o una moción de censura, aunque insistió en que ni las circunstancias ni los apoyos parlamentarios permiten actualmente la segunda opción.


