Luis Castellanos, filósofo: "La más alta expresión de la inteligencia es la bondad"

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Madrid, 30 may (EFE).- El filósofo Luis Castellanos resalta la importancia de fortalecer la inteligencia, pero no entendida como la capacidad de estudiar una carrera o tener un coeficiente intelectual por encima de la media, sino como "su más alta expresión" que es la bondad y hacer así que el mundo sea "un poquito más habitable".

Lo asegura Castellanos en una entrevista con EFE con motivo de la publicación de su último libro titulado "La inteligencia bondadosa" (Paidós), en el que expone cómo ésta pueda transformar la vida y lo explica a través del significado de 63 palabras con las que explora cómo ser personas buenas y felices y que los hijos también lo sean.

"Son 63 palabras, que en el fondo son 63 enseñanzas. Las palabras nos enseñan a viajar por el mundo, a tener comportamientos por el mundo. Llevo muchísimos años estudiando el lenguaje y sobre todo las palabras. Creo que éstas tienen un alma que tenemos que descubrir dentro de nosotros mismos y habitarlas", reflexiona Castellanos.

Son palabras como amor -con la que empieza el libro y dice que está relacionada con la capacidad que cada uno tiene de pedir ayuda-, abrazo, silencio, quietud, inspiración, cuidar, lágrimas, conexión, o escuchar, entre otras.

El filósofo considera que vivimos en un mundo "superfluo", "demasiado liviano" donde las palabras "son de cristal" y se pueden quebrar fácilmente, y a las que se presta atención para manipular pero no para que estén "dentro del corazón".

Porque, insiste, no vale con decir que somos amables y no serlo, de hecho, resalta que el lenguaje nos tiene que llevar a "la paz interior" porque si no la tienes, todo lo demás "va a ser muy falso".

Cree que hoy en día falta paz interior y sobra ruido: "Tengo que generar espacios dentro de mí y dentro de mi mente para poder escucharme y, sobre todo, para después escuchar al otro", señala el también autor de "La ciencia del lenguaje positivo".

Y paz precisamente es una de las 63 palabras que define en el libro, de la que asegura que la exterior solo se consigue si tenemos la interior.

"Nos falta serenidad, calma, sosiego, entender el mundo, aceptar al otro. Eso es uso de la inteligencia. No tiene que ver nada ni con buenismo ni con idealismos ni con utopías. La inteligencia no es una utopía", opina Castellanos.

Considera que la inteligencia es la clave y la humanidad está ahí gracias a ella, por eso abunda en fortalecer su desarrollo.

"Tenemos que hacer que la gente se dé cuenta de lo que significa ser inteligente y por ahí tendríamos un buen camino. La inteligencia no es a ver si he hecho la carrera, si sé mucho de matemáticas o física, si tengo un cociente intelectual de 170 o si soy superdotado, la más alta expresión de la inteligencia es la bondad", incide el filósofo.

Se trata de darse cuenta de que una persona y otra forman parte del mismo espacio, del mismo lugar y tienen "la posibilidad de hacer que este mundo sea un poquito más habitable".

Es la capacidad de comprender que juntos se resuelven más problemas que separados.

Por eso, aboga por dar un "empujón a la inteligencia" porque no hay tanta como parece: "Estamos escasos de ella", sentencia.

De entre las 63 palabras, su favorita, la que cree que no debe faltar en el lenguaje con los hijos, es "acariciar", y es justo la que aparece en el epílogo del libro en el que habla de su hija recién nacida.

Y destaca también el valor de la palabra "instante", porque ésta "es vida".

"Creo que ahora estoy en el momento de disfrutar cada instante y es una palabra que no tiene que faltar. Cuando estás con tus hijos son instantes, uno detrás de otro, son millones y millones de instantes, de vida", subraya. EFE

bpc/bal