Una monja de Manresa recibe parte de la herencia del papa Francisco: ayuda económica, vino y un DVD firmado por el director de ‘La vida es bella’

El religioso legó varias cuantías económicas para ser empleadas en ayuda humanitaria destinada a la guerra de Ucrania

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El papa Francisco, fallecido en
El papa Francisco, fallecido en abril de este año, deja parte de su herencia a una monja de Manresa, sor Lucía. / EFE-EPA-VATICAN MEDIA

La relación de cercanía entre sor Lucía Caram y el papa Francisco se ha confirmado a través de un gesto que ha trascendido a través del medio catalán Regió 7. El papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril, incluyó a la monja dominica afincada en el convento de Santa Clara de Manresa, en la provincia de Barcelona, en su herencia. La ayuda económica para proyectos humanitarios, entre otras cosas, que cedió el religioso es una prueba tangible de la amistad que ambos han compartido durante años.

La cooperación entre ambos permitió que varios proyectos altruistas impulsados por sor Lucía salieran adelante con el respaldo directo del pontífice. Entre las iniciativas más destacadas figura la organización de vacaciones en Cataluña para menores provenientes de Ucrania, en pleno conflicto bélico. Tal como ha explicado la religiosa, Francisco fue quien aportó la idea y el estímulo inicial para llevarla a cabo, implicándose además con apoyo económico. Esta experiencia se repitió en los dos últimos veranos, con la llegada de 250 niños y niñas ucranianos en 2024, y 277 menores previstos para 2025, según ha recogido el diario digital.

Apoyo material y legado personal

En cada visita de sor Lucía al Vaticano, era habitual que el papa le preguntara si necesitaba respaldo financiero para sus proyectos, según ha detallado la propia monja. En su último encuentro, celebrado en diciembre del año pasado, Francisco le prometió ayuda para continuar respaldando los corredores humanitarios hacia Ucrania, una labor que también incluía la entrega de rosarios para distribuir entre los hospitales que visitaba en su labor con los heridos de guerra. La religiosa ha confirmado a Regió 7 que, tras el fallecimiento del papa, recibió una llamada desde el Vaticano en la que se le instaba a desplazarse a Roma por la existencia de “un regalo” preparado especialmente para ella.

Al acudir a la cuna de la cristiandad, sor Lucía comprobó que Francisco le legó una cuantía con la que ha adquirido cinco ambulancias destinadas a Ucrania. La última de estas ambulancias será trasladada por la monja durante la cuadragésima segunda misión humanitaria que tiene prevista en el país, próximamente. Además del apoyo económico, la herencia incluyó una botella de vino conmemorativa del aniversario de la Guardia Suiza, un cuadro con el retrato de Francisco y un DVD firmado por Roberto Benigni, actor y director italiano laureado con un Oscar por La vida es bella, además de amigo personal del papa. El DVD contiene la interpretación de Benigni de El Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís, especialmente dedicado a Francisco.

Secretismo y homenaje en el convento

La reacción de sor Lucía ante estos obsequios ha sido de auténtica sorpresa, dada la naturaleza inesperada de la herencia, tal como ha reconocido en sus declaraciones a Regió 7. En cuanto al retrato del papa, este ha quedado depositado en el archivo del convento de Santa Clara, donde las monjas de la comunidad han realizado una copia que han entregado como presente a la religiosa, depositándola a las puertas de su habitación la noche del pasado lunes.

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La monja ha admitido que hasta ahora no había hecho públicos estos detalles, ya que el Vaticano le había solicitado que los mantuviera en secreto. Sin embargo, una vez transcurrido un periodo prudente, ha considerado oportuno explicar la historia por motivos de transparencia. Finalmente, sor Lucía ha compartido con Regió 7 que la afinidad con el papa Francisco no solo se cimentaba en una visión común de la Iglesia y su papel social, sino también en el sentido del humor que compartían y el hecho de que ambos son de origen argentino.