El rey Felipe recuerda que la convivencia “no es un legado imperecedero” y alerta de una “inquietante crisis de confianza” en su discurso de Navidad

En su mensaje, por primera vez de pie y grabado en el Palacio Real, el monarca ha llamado al entendimiento: “Preguntémonos qué líneas rojas no debemos cruzar“

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Felipe VI pronuncia su tradicional discurso de Nochebuena

Felipe VI ha llamado al “entendimiento” en su tradicional discurso de Navidad, advirtiendo de que “la convivencia no es un legado imperecedero”. El rey ha partido del 50 aniversario este 2025 de la restauración de la democracia en España para recordar que aquel consenso fue fruto de “la voluntad compartida de construir un futuro de libertades basado en el diálogo”, y que sus responsables, “aun con sus diferencias, supieron salvar sus desacuerdos”. Su “coraje”, ha ensalzado, “es una de las lecciones más valiosas que nos enseñaron”.

Don Felipe ha repasado camino hacia la España que finalmente ha sabido consolidar “las libertades democráticas, el pluralismo, la descentralización, la apertura hacia el exterior y la prosperidad”. Lo ha hecho para hacer una petición a quienes habitamos este país moderno, más particularmente a quienes ocupan las instituciones. Los ciudadanos, constata, “perciben que la tensión en el debate público provoca hastío, desencanto y desafección”. “Realidades, todas ellas -ha puntualizado-, que no se resuelven con retórica ni voluntarismo”.

“Una inquietante crisis de confianza”

“Quienes nos precedieron fueron capaces”, ha insistido el monarca, subrayando que la convivencia “es una construcción frágil”. “Por esa razón -ha continuado-, todos debemos hacer del cuidado de la convivencia nuestra labor diaria”. Pero lamenta que “en este mundo convulso, donde el multilateralismo y el orden mundial están en crisis, las sociedades democráticas atraviesan, atravesamos, una inquietante crisis de confianza” que “afecta seriamente al ánimo de los ciudadanos y a la credibilidad de las instituciones”.

El rey Felipe VI pronuncia
El rey Felipe VI pronuncia el tradicional mensaje de Nochebuena. (EFE/Ballesteros POOL)

Es entonces cuando el rey ha alertado de que “los extremismos, los radicalismos y populismos se nutren de esa falta de confianza, de la desinformación, de las desigualdades, del desencanto con el presente y de las dudas sobre el futuro”, frase que señala a la política. En este punto del mensaje, ya de una forma más directa, coloquial y usando la primera persona del plural, ha dicho: “Preguntémonos, sin mirar a nadie (...): ¿qué podemos hacer cada uno de nosotros para fortalecer esa convivencia? ¿Qué líneas rojas no debemos cruzar?"

“La dignidad del ser humano en el centro”

En esta línea, ha pedido “respeto en el lenguaje y escucha de las opiniones ajenas y especial ejemplaridad en el desempeño del conjunto de los poderes públicos”. Ha enlazado aquí con un sentimiento muy vinculado a la Navidad, el de la compasión, que no deja de estar en el corazón de los derechos. Don Felipe ha pedido “empatía; situar la dignidad del ser humano, sobre todo de los más vulnerables, en el centro de todo discurso y de toda política”. “Recordemos -ha zanjado- que en democracia, las ideas propias nunca pueden ser dogmas, ni las ajenas, amenazas”.

“Con la convicción de que sabremos avanzar unidos en esa dirección -ha terminado-, recibid mis mejores deseos para estos días y el nuevo año, junto a los de la reina y los de nuestras hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía”.

La visita de los reyes
La visita de los reyes a Guadalupe, una de las mostradas al término del discurso de Navidad del rey de 2025. (Casa Real)

De pie, en el Palacio Real

El de este miércoles ha sido el duodécimo discurso de Nochebuena de don Felipe desde su proclamación en 2014. Sin embargo, el de mayor calado que ha dirigido a todos los españoles fue el pronunciado de forma extraordinaria el 3 de octubre de 2017, solo dos días después del referéndum ilegal en Cataluña, en el que intervino en defensa de la Constitución.

Esta vez, la principal novedad ha sido que el rey estaba de pie. Se grabó el lunes, 22 de diciembre, el día de la lotería, en el Palacio Real -por tercera vez-, en el Salón de Columnas, donde España firmó en 1985 el Acta de Adhesión a la hoy Unión Europea. Felipe VI llevaba traje azul marino, camisa blanca y corbata color terracota. En la imagen, además de las banderas de España y la UE, un misterio del siglo XVIII de Patrimonio Nacional.