Cinco claves para evitar una estafa al comprar un coche de segunda mano

En el mercado de segunda mano existen prácticas fraudulentas cada vez más habituales que buscan hacer pasar vehículos muy usados o con problemas graves por coches en buen estado

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Imagen de un coche de
Imagen de un coche de segunda mano. (Wikimedia Commons)

Uno de los desembolsos más grandes que todo adulto realiza para tener mayor autonomía y capacidad de decisión es la compra de un coche. Por ello, ‘bernideldesguace’, creador de contenido, explica cinco señales para saber si el vehículo ofrecido por el vendedor es, en realidad, una estafa.

Un vehículo con muchos kilómetros reales suele mostrar un desgaste evidente en el volante, los pedales, los botones o el pomo del manubrio. Esto es completamente normal con el uso. Sin embargo, si te enseñan un coche antiguo que marca pocos kilómetros y todos estos elementos parecen nuevos, conviene sospechar. El desgaste interior suele ser difícil y caro de disimular, por lo que cuando no cuadra con el kilometraje declarado, es una señal clara de manipulación.

El segundo consejo consiste en arrancar el coche y escuchar con atención. Golpes metálicos, vibraciones fuertes o ruidos exagerados procedentes del tubo de escape no son normales, aunque el vendedor intente persuadirte de lo contrario. Estos síntomas suelen indicar problemas en soportes, escape, transmisión o incluso en el motor.

Un desguace con todos los
Un desguace con todos los coches aparcados. (Agencias del gobierno)

El humo que sale por el escape dice mucho sobre el estado del vehículo. Si al arrancar en frío el coche expulsa humo blanco o azulado de forma persistente, suele ser señal de problemas internos del motor. Si el humo es negro al acelerar, lo más habitual es que haya fallos en la combustión, el filtro de partículas o el sistema de inyección. Son averías costosas y algo inusual en un coche sano.

Por último, conviene revisar el motor sin tocar nada. Aceite por fuera del bloque, manguitos resecos, manchas en el turbo o refrigerante marrón son signos claros de mal mantenimiento. Aunque el coche arranque, estos detalles indican que no ha sido bien cuidado y que puede esconder averías futuras. Todo esto puede detectarse a simple vista, sin ser mecánico y sin usar herramientas.

Técnicas de estafa

En el mercado de segunda mano existen prácticas fraudulentas cada vez más comunes, que buscan hacer pasar vehículos muy usados o con problemas graves por coches en buen estado. Según el medio digital Motor, una de las más frecuentes es la manipulación del cuentakilómetros. Esta técnica permite reducir artificialmente los kilómetros reales para aumentar el valor del vehículo y facilitar su venta.

Existen otras estafas como la comercialización de coches robados con documentación aparentemente legal. A este, se suma la venta de vehículos que han sufrido daños graves, como inundaciones, y han sido reparados de forma superficial para ocultar su historial.

Una conductora sostiene una taza
Una conductora sostiene una taza de café mientras maneja por una carretera (Imagen Ilustrativa Infobae)

Estas técnicas suelen apoyarse en un “maquillaje” del vehículo. De esta manera, se busca dar una imagen lavada mediante interiores renovados, limpiezas profundas, reparaciones estéticas o revisiones incompletas que esconden averías. El objetivo es generar una falsa sensación de fiabilidad y urgencia en el comprador, que muchas veces confía en el aspecto exterior del coche o en la palabra del vendedor. Por ello, identificar incoherencias entre el estado real del vehículo, su documentación y el uso que aparenta haber tenido resulta clave para evitar caer en este tipo de fraudes.