La prensa alemana alaba el gesto de la princesa Leonor y la infanta Sofía al renunciar al palacete Balada: “Demuestran su gran corazón”

Las hijas de los reyes Felipe VI y Letizia han renunciado a sus partes del inmueble y lo han donado sus respectivas partes a la Fundación Hesperia

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La princesa Leonor y la infanta Sofía durante la tradicional recepción que los reyes Felipe y Letizia ofrecen en el Palacio de Marivent. (EFE/Ballesteros)

La princesa Leonor y la infanta Sofía cierran un año especialmente significativo en el plano personal y académico, marcado por nuevas etapas educativas y un gesto patrimonial que ha trascendido a la prensa internacional. Mientras la heredera al trono continúa su formación militar en la Academia General del Aire y del Espacio de San Javier (Murcia), donde ingresó el pasado mes de septiembre para completar el último tramo de su instrucción castrense, su hermana afronta su primer curso universitario en Lisboa. La infanta Sofía se trasladó a la capital portuguesa para iniciar sus estudios de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en el prestigioso Forward College, consolidando así un itinerario académico independiente y adaptado a su perfil.

A la espera de que ambas se reúnan en las próximas semanas con sus padres, los reyes Felipe VI y Letizia, por la Navidad, ha salido a la luz una decisión que ha generado una amplia repercusión fuera de nuestras fronteras. La menor de las hijas de los soberanos alcanzó la mayoría de edad el pasado 29 de abril y, con ello, adquirió la capacidad legal para decidir sobre su parte en un inmueble balear heredado por los nietos del rey Juan Carlos I: la denominada casa-palacete Balada, situada en la plaza Juan de Borbón de Ciutadella y construida en su día por el inversor Juan Ignacio Balada Llabrés.

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La infanta Sofía y la princesa Leonor a su llegada al Palacio de Congresos Costa Brava, a 10 de julio de 2024, en Lloret de Mar, Girona (Europa Press)

El inmueble permaneció cerrado durante largos periodos debido a que la mayoría de sus copropietarios eran menores de edad. Sin embargo, con la mayoría de edad ya cumplida, la infanta Sofía se encontraba en situación de determinar el futuro de su cuota de participación. Finalmente, se ha conocido la decisión conjunta de las royals españolas: han renunciado a la herencia del palacete Balada y han donado sus respectivas partes a la Fundación Hesperia.

El calificativo de la prensa alemana

La noticia se ha dado a conocer después de que la Casa Real enviara una misiva al Ayuntamiento de Ciutadella, que el pasado mes de julio había retomado la solicitud de cesión del inmueble. En la carta, dirigida al “estimado alcalde” Llorenç Ferrer, se comunicaba formalmente la decisión de las jóvenes. “Me complace significar que Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y la Infanta Doña Sofía han donado a la Fundación Hesperia sus cuotas de participación. En la actualidad, carecen de poder decisorio sobre el destino del inmueble”, señalaba el escrito remitido desde Zarzuela.

El gesto no ha tardado en llamar la atención de la prensa internacional. Medios europeos han resaltado la decisión como una muestra de responsabilidad y madurez por parte de las jóvenes. El semanario alemán Bunte publicó: “Ya tienen edad suficiente para administrar su propio dinero. La princesa Leonor y la princesa Sofía de España sorprendieron recientemente a todos con una generosa donación”.

El árbol genealógico de la Familia Real española

Demuestran una vez más su gran corazón. Tanto la princesa Leonor como su hermana menor, la infanta Sofía, están cada vez más en el punto de mira. En sus apariciones públicas, las dos hermanas siempre irradian profesionalidad junto a sus padres, el rey Felipe VI y la reina Letizia de España. Sin embargo, ahora que han alcanzado la mayoría de edad, Leonor y Sofía no solo asumen cada vez más responsabilidades en nombre de la Corona española, sino que también gestionan sus propios bienes”.

Este movimiento, además, guarda coherencia con el precedente familiar. En 2009, cuando el inversor Juan Ignacio Balada Llabrés legó el palacete tanto a los entonces príncipes de Asturias como a los ocho nietos del rey emérito Juan Carlos I, Felipe y Letizia actuaron en la misma línea que ahora sus hijas. Un año después de recibir su parte, ambos decidieron destinarla a fines sociales y renunciaron de igual modo a cualquier uso privado de la propiedad.

Así, la decisión de la princesa Leonor y de la infanta Sofía se interpreta como una reafirmación de ese compromiso familiar con la gestión responsable del patrimonio y con la transparencia en el uso de bienes heredados. Mientras ambas continúan desarrollando sus respectivos caminos formativos, su gesto ha sido recibido como una muestra adicional del papel institucional que empiezan a asumir en la vida pública española.