Pablo Urdangarin, sobre el papel de su padre en su carrera: “Nunca me ha perjudicado ser ‘hijo de’, siempre lo he llevado con mucho honor”

El hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ha sido convocado a la Selección Española de Balonmano por su gran labor en el Fraikin BM Granollers

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Pablo Urdangarin. (Europa Press Reportajes
Pablo Urdangarin. (Europa Press Reportajes / Europa Press).

A sus 24 años, Pablo Urdangarin ha conseguido lo que parecía casi imposible: abrirse paso como deportista profesional mientras rehace el apellido familiar desde la serenidad y el trabajo constante. Hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, el joven jugador del Fraikin BM Granollers vive uno de los momentos más dulces de su carrera tras ser convocado por primera vez para la Selección Española absoluta de balonmano, conocida como los Hispanos.

Aunque ha crecido bajo la sombra mediática de la familia real, Pablo ha aprendido a convivir con los focos sin dejarse deslumbrar por ellos. Con una madurez inusual para su edad, ha demostrado que su pasión por el deporte está muy por encima de cualquier apellido. En una sincera entrevista concedida este lunes a Manu Carreño en El Larguero (Cadena SER), el deportista habló sin tapujos sobre su trayectoria, su familia y la emoción que siente ante este nuevo reto: “Desde que Jordi Ribera me llamó no me lo quito de la cabeza. Estoy con unas ganas de jugar que me muero”.

El árbol genealógico de la Familia Real española

A pesar de ser el octavo en la línea de sucesión al trono, Pablo rehúye cualquier vínculo con la vida institucional. “Sí, es un dato”, respondió con naturalidad cuando se le pregunta por ello. Prefiere definirse por su trabajo en la pista y no por su árbol genealógico. “Nunca me ha perjudicado ser ‘hijo de’, siempre lo he llevado con mucho honor. Nunca me ha caído ningún tipo de hate, siempre me lo he tomado todo bastante bien”, aseguró, dejando claro que su historia la escribe él.

Su relación con su padre, exjugador y leyenda del balonmano español, es uno de los pilares de su vida. “Tener a mi padre, que ha sido leyenda del balonmano, me encanta. Me siento orgulloso de mi padre, aunque no lo haya podido ver jugar”, comentó con admiración. También reconoce que Iñaki Urdangarin sigue siendo su mejor consejero: “me da muchos consejos. Obviamente, hablamos mucho de balonmano y yo le llamo antes de que cada partido, para comentar el partido, para ver cómo estoy anímicamente, consejos que me da y no solo de balonmano, también de temas de confianza en mí mismo. No psicología, pero sí un poco de estilo, de la actitud y de disfrutar. Me ayuda mucho. Después, según como haya ido el partido, lo llamo o no. Si ha sido bueno, le digo “Oye papi, ¿qué te ha parecido el partido?”. Si pierdo, es otra historia. Ya al día siguiente”, dijo entre risas.

Iñaki Urdangarín (izda) felicita a
Iñaki Urdangarín (izda) felicita a su hijo Pablo, tras el la victoria de su equipo, el Fraikin Granollers, ante el Abanca Ademar, este domingo en León. (EFE/J. Casares).

Una vocación forjada con esfuerzo

Pablo recuerda con claridad el momento en que decidió apostar por el balonmano de forma profesional. “Yo creo que al acabar el cole, fue como un momento de pensar si de verdad quería jugar al balonmano en serio o pasar a otra cosa. Decidí probar. Me fui a Alemania un año para ver si era de verdad lo que me gustaba y me encantó. Y aquí estoy ahora”, contó.

Su esfuerzo y constancia han dado sus frutos. En el Granollers ha logrado consolidarse como uno de los jugadores más prometedores de la Liga Asobal, con 117 goles la pasada temporada y un arranque espectacular en la actual. Ese rendimiento le ha valido la llamada de la selección nacional, un sueño que comparte con su familia: “Cuando me convocaron lo primero que hice fue llamar a mis padres. Estaba con mi pareja, con mi novia, y ella emocionada, yo emocionado, y lo primero que hice fue llamar a mi madre, a mi padre y luego a mis hermanos. Yo no me lo esperaba. Tú siempre piensas en la Selección, pero no hasta que te llega. Siempre aspiras a llegar, pero no sabes cuándo te va a llegar la llamada. Es una sensación de estar casi, casi y casi”.

En los últimos días, Pablo ha aparecido con un labio partido tras un accidente en la pista, pero no hay nada que empañe su ilusión por vestir la camiseta de España por primera vez. Su debut con los Hispanos está previsto en los amistosos frente a Suecia a finales de octubre, en la misma posición que ocupó su padre: lateral derecho.