Varios países piden a la Comisión Europea usar el ‘bazuca comercial’ contra China por su “chantaje” con los materiales raros

Los líderes de la UE discutirán endurecer las sanciones comerciales contra el régimen de Xi Jinping en la cumbre de este jueves. Bruselas insiste en que la prioridad es tratar de llegar a un acuerdo

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El comisiario europeo de Comercio,
El comisiario europeo de Comercio, Maros Sefcovic. (REUTERS/Yves Herman)

China lleva chantajeando con restringir el suministro de tierras raras desde hace más de una década y, en los últimos meses, hace lo propio con los europeos. La UE asegura estar “preparada” para contraatacar.

Hace un año, el canciller alemán, Friedrich Merz, se mostraba como uno de los líderes europeos críticos a la hora de imponer medidas arancelarias contra el coche eléctrico Chino, investigado por las autoridades comunitarias por recibir subvenciones ilegales del régimen. En Berlín había —y hay— mucho temor a represalias sobre sus exportaciones al gigante asiático —es el mayor exportador de vehículos al gigante asiático—. Ahora, es el propio Merz el que ha pedido a la Comisión Europea accionar el botón nuclear (hablando siempre de comercio).

¿Qué ha cambiado en Berlín? La clave de todo es la decisión de Pekín de restringir las exportaciones de minerales estratégicos, un grupo de 17 elementos esenciales para la tecnología del futuro, desde las industrias de defensa hasta las baterías de vehículos eléctricos, las energías renovables o la electrónica.

Dominio de la tecnología del futuro

El Servicio Geológico de Estados Unidos estimó que en 2024 había 110 millones de toneladas de depósitos en todo el mundo. Esto incluye 44 millones en China, por lejos el mayor productor del mundo. El europio es crucial para las pantallas de televisión, el cerio se usa para pulir el vidrio y refinar el petróleo, el lantano hace que funcionen los convertidores catalíticos de los automóviles... la lista de usos en la economía actual es prácticamente interminable.

“Una crisis en el suministro de materias primas críticas ya no es un riesgo lejano. Está a la vuelta de la esquina”, alertó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en una intervención en el Pleno en la Eurocámara en Estrasburgo.

La líder germana alertó que “esas dependencias” con China pueden convertirse en instrumentos de presión. “Se pueden imponer restricciones a la exportación de la noche a la mañana. Las rutas de suministro pueden verse interrumpidas. Y las fábricas europeas pueden verse obligadas a reducir su ritmo o incluso a cerrar”.

Según una información del diario alemán Handelsblatt, Alemania, Francia y la Comisión Europea estarían debatiendo, por primera vez, el uso del instrumento anticoerción (en sus siglas, IAC) si China continúa con su bloqueo. Pero por el momento, los funcionarios de la UE quieren quitar hierro al asunto y, preguntados por esta cuestión, se limitan a responder que “no aportarán comentarios”, si bien reconocen que “se han hecho todos los posibles análisis y van a seguir haciéndose”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que ha llegado a un acuerdo comercial con el Gobierno chino, después de una guerra arancelaria con la que ha llegado a imponer gravámenes de hasta el 145 por ciento sobre China, que respondió con tasas del 125 por ciento a los productos estadounidenses. (Fuente: The White House)

“La pregunta no es si hemos recibido directamente estas propuestas. La pregunta es, ¿estamos preparados para lo que venga? y la respuesta es sí“, aseguran. Un portavoz del ejecutivo comunitario ha recordado que ya ha habido contacto político entre los jefes comerciales de ambos bloques y que el plan es, primero, comprometerse con las autoridades chinas para resolver esta situación”.

Un arsenal de medidas diseñado para defenderse de China

Algunas capitales presionaron, sin éxito, a Bruselas para utilizar el ACI cuando el presidente estadounidense amenazó con imponer aranceles a todos los productos europeos.

En realidad, su diseño fue planteado para utilizarlo precisamente contra China, aunque puede ser utilizado “frente a cualquier situación en la que un tercer país intenta presionar a la UE o a un Estado miembro para que tome una decisión determinada aplicando, o amenazando con aplicar, medidas que afecten al comercio o la inversión".

Entre las medidas se incluyen la imposición de aranceles, restricciones al comercio de servicios y aspectos relacionados con el comercio de los derechos de propiedad intelectual, y restricciones al acceso a la inversión extranjera directa y a la contratación pública.

Según han informado personas familiarizadas con el asunto al medio Bloomberg, Alemania y Francia presionan para discutir las medidas comerciales en la cumbre de líderes de la UE en Bruselas que tendrá lugar este jueves. En el caso en el que las capitales acordasen calificar las acciones de china como “chantaje”, la Comisión podría ejecutar su arsenal, que hasta ahora no ha sido ejecutado. No obstante, Bruselas insiste en que este paquete es, ante todo, un “elemento disuasorio” en el caso de que un país se niegue a eliminar la coerción.