Los españoles creen que los impuestos que pagan no sirven, pero ¿cuánto cuestan los servicios públicos?: 6.000 euros por alumno al año o 4.200 una cesárea

Una encuesta del CIS muestra que la mayoría subestima el impacto económico real de los servicios públicos, pero los datos oficiales reflejan el coste elevado que recaería sobre los hogares sin el apoyo estatal

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Los españoles creen que los impuestos que pagan no sirven, pero ¿cuánto cuestan nuestros servicios públicos? (Montaje Infobae España/Canva)

El 58% de los españoles considera que la sociedad recibe poco o nada a cambio de los impuestos y cotizaciones que paga, y un 62% cree que obtiene menos de lo que aporta a las administraciones públicas. Así lo ha revelado la última encuesta de Opinión pública y política fiscal del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Una muestra de la percepción generalizada de que los ciudadanos obtienen pocos beneficios por parte del Estado.

Pero, a veces, se nos olvida que nuestro país cuenta con unos servicios públicos que, pese a sus carencias, garantizan el acceso universal a derechos básicos. Solemos darlos por sentado, porque siempre los hemos tenido a nuestro alcance, pero la realidad es que recursos como la sanidad o la educación cuestan dinero, y se financian gracias a las aportaciones de los contribuyentes. Sin la inversión pública, los españoles tendríamos que afrontar gastos anuales de varios miles de euros para poder disponer de ellos.

La brecha entre la percepción ciudadana y la realidad económica de los servicios públicos

Noticias del día 04 de agosto de 2025

Aunque la opinión más extendida es que los españoles nos beneficiamos más bien poco de los impuestos que pagamos, los datos oficiales muestran que las prestaciones sirven de mucho. Según el Ministerio de Sanidad, el gasto público sanitario aproximado en España alcanzó en 2024 el 7,2% del Producto Interior Bruto (PIB). El gasto sanitario público per cápita (por habitante) oscila entre 1.900 y más de 2.000 euros, según las estimaciones oficiales, pero varía dependiendo de la región.

Por ejemplo, el precio medio de una alta hospitalaria en hospitales de agudos, que son los que atienden casos de urgencia, fue de 5.494 euros en 2023. Una apendicectomía supone de media un desembolso de 3.854,40 euros, mientras que la misma intervención con complicaciones asciende a 5.983,90 euros.

Además, algo tan habitual como un parto tiene un coste medio de 2.990,60 euros si no hay complicaciones, y cuando hay que realizar una cesárea, el gasto supera los 4.200 euros. La atención primaria, que representa alrededor del 14% del gasto sanitario total, implica una inversión per cápita de aproximadamente 290 euros anuales.

En casos más delicados, como los tratamientos oncológicos, la quimioterapia tienen un coste medio de 3.407,63 euros, aunque en casos de leucemia aguda el tratamiento completo puede alcanzar los 16.846,20 euros. La radioterapia, por su parte, tiene un coste medio de 3.676,43 euros. Con situaciones complejas, como son los trasplantes cardiacos o pulmonares, el gasto medio supera los 77.598 euros.

Sin la financiación pública, cada ciudadano debería afrontar directamente estos gastos, incluso en casos en los que no haya complicaciones o solo se requiera una atención mínima. El informe sobre costes hospitalarios del Sistema Nacional de Salud, basado en datos de 2019, sitúa el coste medio de un proceso hospitalario en 5.248,02 euros, con una estancia media de 6,8 días y un coste diario estimado entre 700 y 1.000 euros, dependiendo del hospital y la gravedad del caso.

También hay diferencias dependiendo de la edad. El coste medio por paciente mayor de 75 años ronda los 6.342 euros, mientras que en menores de un año se sitúa en 5.895 euros. Las consultas especializadas externas tienen un coste medio de entre 92 y 105 euros, y las pruebas diagnósticas ambulatorias, como resonancias o tomografías, oscilan entre 100 y 350 euros por prueba. Una consulta de urgencias sin ingreso supone un gasto de unos 160 euros.

Educación pública: inversión estatal y coste potencial para las familias

En cuanto a la Educación, España destinó en 2023 un total de 67.937,9 millones de euros a la educación pública, tal y como indican los datos del Ministerio de Educación. Con esto, se estima que el gasto medio público por alumno se sitúa en 5.629 euros para la educación primaria y en 6.923 euros para la secundaria.

En ausencia de financiación pública, las familias tendrían que asumir íntegramente estos costes. A estas cifras habría que añadir los gastos indirectos, como material escolar, libros, comedor y actividades extraescolares, que serían otros 1.000 a 1.200 euros anuales, en función de la provincia.

La existencia de la educación pública permite que las familias no tengan que afrontar directamente estos importes. En un escenario sin financiación estatal, esto se traducirían en miles de euros por alumno cada año.

Varias niñas con mochilas a
Varias niñas con mochilas a la salida del colegio Pia Balmes, en Barcelona, Catalunya (España). (David Zorrakino - Europa Press)

Percepción frente a realidad: el contraste entre opinión y datos oficiales

El contraste entre la percepción ciudadana y los datos oficiales es evidente. Mientras la mayoría de los españoles considera que recibe poco o nada a cambio de los impuestos, los datos evidencian el elevado coste que supone que podamos tener acceso a los servicios públicos. De no estar cubierto por los impuestos, el gasto recaería directamente sobre los ciudadanos, y no todos los españoles se lo podrían permitir.

Un caso representativo, y bastante común, sería una familia con dos hijos en edad escolar y un adulto que necesitara una intervención hospitalaria: podría enfrentarse a un gasto anual superior a los 20.000 euros solo en sanidad y educación, sin contar otros servicios públicos.