Consumo de energía fantasma: el hábito de los cargadores de móvil que debes evitar para no encarecer tu factura

Equipos electrónicos y electrodomésticos continúan usando electricidad aunque no estén activos, lo que incrementa el gasto anual y dificulta el ahorro

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Imagen de recurso de una
Imagen de recurso de una persona que desenchufa un cargador. (Infobae)

Muchos usuarios se esfuerzan cada día en ahorrar energía con gestos como apagar luces innecesarias, usar electrodomésticos eficientes o ajustar el termostato, pero existe un gasto menos visible que sigue sumando en la factura y que no tienen en cuenta. Se trata del llamado “consumo fantasma”, que según datos de Repsol, representa entre un 7% y un 11% del total de la factura de la luz en los hogares españoles.

El consumo fantasma o invisible es aquel que se produce cuando los aparatos eléctricos y electrónicos continúan utilizando energía aunque no estén en funcionamiento. Esto sucede porque, cuando muchos dispositivos quedan conectados a la corriente en modo de espera –con la luz de stand by encendida o manteniendo las funciones básicas listas para activarse rápidamente–, siguen recibiendo electricidad. De acuerdo con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), la media anual de consumo energético de los hogares españoles ronda los 3.487 kWh, de los cuales cerca de 300 kWh corresponden a este consumo no detectado a simple vista.

Qué aparatos consumen energía aunque no estén en uso

La razón de este consumo suele estar en el diseño de los propios equipos, especialmente los más modernos, ya que incluyen transformadores internos que adaptan el voltaje y mantienen parte de sus circuitos en funcionamiento aunque no utilicemos el aparato. Por ejemplo, relojes digitales en el frontal de algunos hornos o el piloto rojo de la televisión en modo reposo son señales claras de que estos dispositivos siguen demandando energía.

El aspecto positivo es que reducir el consumo fantasma está al alcance de casi cualquier persona. La primera medida y la más evidente consiste en desenchufar los aparatos que no se estén utilizando, como cargadores, impresoras, equipos de sonido o pequeños electrodomésticos de uso ocasional. Existen excepciones, como el frigorífico o el router, que necesitan estar conectados permanentemente para cumplir su función o actualizaciones automáticas.

También es útil aprovechar las tomas múltiples o regletas con interruptor: al apagarlas, se corta el suministro de varios dispositivos al mismo tiempo. Algunas regletas avanzadas tienen detectores que reconocen cuando el aparato queda en stand by y lo desconectan de manera automática, aunque suelen incluir enchufes especiales para los equipos que requieran permanecer siempre activos, como el router o el teléfono inalámbrico. Para los televisores y sus accesorios, hay regletas con control a distancia que facilitan el apagado global desde el mando o el móvil, evitando así que queden dispositivos consumiendo a escondidas.

Cuáles son los electrodomésticos que más consumen

En cuanto a los electrodomésticos que más electricidad usan en stand by, la lista incluye la caldera de gas (hasta 27 kWh al año), asistentes de voz (26 kWh), robots aspiradores (23 kWh), y también los televisores, descodificadores, videoconsolas y equipos multimedia. Los ordenadores de sobremesa destacan por su elevado gasto, tanto en uso como en reposo, mientras que los portátiles presentan un consumo mucho menor. Los datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) también señalan a la secadora, el lavavajillas, la nevera y la lavadora como grandes consumidores en general.

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Cómo saber qué aparatos tienen un consumo fantasma

Los medidores de energía, que se colocan entre el enchufe y el dispositivo, permiten ver de inmediato cuánta electricidad está utilizando un equipo, incluso en reposo. Otra opción consiste en observar el contador digital de la vivienda: basta con apagar todos los dispositivos prescindibles y ver cuánto consumen los que quedan conectados durante una hora. Además, algunos sistemas inteligentes o aplicaciones para el hogar ofrecen información detallada sobre el gasto de cada aparato.

Medir y reducir el consumo fantasma puede parecer una tarea menor, pero tomarse la molestia de hacerlo tiene recompensa. No solo se nota en la factura eléctrica que llega a final de mes, sino que pequeñas acciones contribuyen a un uso más responsable de los recursos. Las etiquetas energéticas de los electrodomésticos incluyen ya información sobre el gasto en reposo, lo que permite comparar modelos y optar por los más eficientes.