Los príncipes de Gales acudieron a un evento secreto tras la sonada ausencia de Kate Middleton en Ascot: así retomaron la agenda real

El matrimonio recibió en un encuentro privado a la filántropa Melinda French Gates en el Castillo de Windsor

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Los príncipes británicos de Gales,
Los príncipes británicos de Gales, William y Catherine, hablan junto a los Countryside Rangers de Mull y el Iona Ranger Service en el Ardura Community Forest, durante una visita a la Isla de Mull, oeste de Escocia, Gran Bretaña, el 30 de abril de 2025. (REUTERS).

Después de causar cierta inquietud con su inesperada ausencia en el Royal Ascot, la princesa de Gales ha retomado su actividad institucional de manera reservada. El miércoles pasado, Kate Middleton participó junto al príncipe Guillermo en un encuentro privado con la filántropa Melinda French Gates en el Castillo de Windsor, un acto que no fue acompañado de imágenes oficiales ni cobertura mediática en directo, como suele ser habitual en estos casos. Sin embargo, la información fue confirmada posteriormente por la Circular de la Corte.

El encuentro tuvo lugar en representación de la Fundación Real de los príncipes de Gales y se centró en temas como la salud mental y la primera infancia, áreas de especial interés tanto para Kate como para Guillermo. French Gates, fundadora de la organización estadounidense Pivotal Ventures, compartió con los príncipes su visión para fomentar la igualdad de género y ampliar oportunidades para mujeres y niñas en Estados Unidos. A pesar de la trascendencia del evento, el carácter reservado del mismo se interpretó como un intento de la casa real británica de mantener el equilibrio entre los deberes institucionales y la recuperación médica de la princesa.

Horas antes, el príncipe Guillermo presidió una ceremonia de investidura también en Windsor, donde condecoró con el título de caballero a Sir Gareth Southgate, seleccionador de la selección inglesa de fútbol, en reconocimiento a su trayectoria deportiva.

La salud de Kate Middleton sigue siendo objeto de atención pública. Con 43 años y aún en proceso de recuperación tras su tratamiento contra el cáncer, la princesa continúa dosificando su participación en actos oficiales. Su última aparición pública fue durante el Día de la Jarretera, uno de los eventos más tradicionales del calendario de la realeza británica. Aunque su presencia en Wimbledon, que arranca el 30 de junio, es esperada, no está confirmada oficialmente.

Además, se prevé que la princesa participe de alguna forma en la próxima visita de Estado del presidente francés Emmanuel Macron y su esposa Brigitte, que se celebrará del 8 al 10 de julio en el Castillo de Windsor. Sin embargo, su asistencia al banquete de gala aún está en duda.

Quién es quién en la casa real británica: del rey Carlos, el más tardío de la historia, al polémico príncipe Andrés.

Un revés inesperado que reaviva las dudas sobre su salud

Tras varios meses fuera del foco público debido a su tratamiento oncológico, Kate Middleton había comenzado a retomar con cautela su agenda institucional. Su participación en actos relevantes como el Trooping the Colour, desfile con motivo del cumpleaños oficial del rey, y la ceremonia del Día de la Jarretera había sido interpretada como una clara señal de mejoría. Sin embargo, su ausencia de última hora en el Royal Ascot volvió a despertar la incertidumbre en torno a su estado de salud.

El evento ecuestre, uno de los más destacados del calendario social británico, contaba con la presencia confirmada de los príncipes de Gales. Kate debía participar en el desfile real junto a Guillermo a bordo del segundo carruaje. No obstante, minutos antes del inicio, se informó que la princesa no asistiría, generando un evidente nerviosismo entre los asistentes y el personal del Palacio. El príncipe fue rápidamente recolocado en el coche con el rey Carlos III y la reina Camila.

Fuentes cercanas a la casa real señalaron a The Daily Beast que la semana previa a Ascot fue especialmente exigente para Kate, lo que habría motivado su decisión de cancelar: “El miércoles fue una llamada de atención, no un hecho aislado. Nunca le ha resultado fácil lidiar con las apariciones públicas, ni con la atención y las críticas que las acompañan, y esta semana fue demasiado. Kate está recalibrando toda su vida, su equilibrio entre vida laboral y personal”.