Dos solteras “calvas” cenan en ‘First Dates’, pero las discrepancias en el sexo rompe su flechazo: “Ante todo somos señoras, pero a mí sí que me encanta”

Las solteras han hablado de la profesión de Valeria como Drag y el intento fallido de Cris

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Valeria y Cris en su
Valeria y Cris en su cita de First Dates (Montaje Infobae, Cuatro)

Valeria, conocida también como La Brillos, ha irrumpido con fuerza en el restaurante presentándose como “la travesti, calva y en tanga de ‘First Dates’”. Comedy queer y defensora de la felicidad a través del humor, llegó haciendo un runway hacia el camarero de la barra con la intención clara de encontrar el amor. Confesó que su verdadera debilidad es Carlos Sobera, antes que Matías, porque si no “la gente se centraría mas en él”. Fuera de broma, para su cita a ciegas buscaba a alguien que “no me falte al respeto, que me haga reír muchísimo y que tenga su propia personalidad, es decir, que no sea nada normativo”.

Su acompañante al final fue Cristián, un dependiente de Badajoz de 25 años que se define como alguien con el tacón pegado al pie. Nada más verlo, Valeria se giró a Matías para decir: “¡Me gusta!”, y ambas se saludaron emocionadas, especialmente porque a Valeria le hacía ilusión que Cristián también fuera “calva”. La conexión inicial fue clara, y ellas mismas reconocieron que “su cita iba a las mil maravillas”. Por su parte, Cris explicó que no le importa con qué pronombre se refieran a él, ya que “mis amigas van variando depende del momento”, y destacó que con Valeria se sentía muy identificado: “Me has recordado a mi total”.

“Todas las travestis somos un poco pobres al principio”

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Valeria y Cris en su cita de First Dates (Cuatro)

Aunque viven en puntos opuestos de España —ella en A Coruña y él en Badajoz— bromeaban diciendo que estaban “abajo y arriba como el twerking”. Ambas se consideraban “las divas del lugar porque el resto es un cuadro”. Al inicio la conversación giró hacia las Drags Queens, un mundo que Valeria conoce bien y que Cris intentó explorar durante la cuarentena, aunque su economía se lo impidió. Ante esa anécdota, la de Coruña intentó responder con un toque de humor: “A ver, todas las travestis somos un poco pobres al principio, pero luego acabamos aquí”, decía mientras gesticulaba su mano hacia arriba.

Por su parte, la de Badajoz explicó que “no me gusta ser drag”, pero si que le “encantan, porque soy fan”, aseguraba. En ese momento, Valeria le comentó que ella prefiere usar la palabra “travestis”, algo que a Cristián no le suele gustar porque “suena feo”. “¡No suena feo!”, replicó Valeria con convicción, y él estuvo de acuerdo.

“Para mí eso es ser ordinaria”

"First Dates" es un programa de Cuatro en el que personas desconocidas comparten una cena en un restaurante y, tras conocerse, deciden si quieren tener una segunda cita fuera del programa.

La cita dio un giro cuando Valeria confesó ser “muy puta”. Ante la sorpresa de Cristián, quien comentó: “¿A qué te refieres?”, ella aclaró que se refería a “la cama”. El de Badajoz, más reservado, explicó: “Actualmente no me defino cómo soy en la cama. No lo suelo dar todo a la primera de cambio”. Pero al momento, su acompañante replicó: “Ante todo somos señoras, pero a mí sí que me encanta el sexo”. “Como a todas cariño”, respondió Cristián.

A partir de esta conversación comenzaron a hacerse visible las diferencias entre las solteras. En su confesionario, Cris admitió sentirse “un poco chocado”: “Yo por ejemplo no le digo a una persona que tengo delante ‘Soy muy puta’. No, porque para mí eso es ser ordinaria”. Valeria le aseguró que ella es más discreta: “La que come callada, come por una vez y por dos veces, guapa”.

Llegó el momento de decidir si continuarían viéndose y, aunque al principio ambas sonreían, la disparidad de estilos les pesó. Cuando el de Badajoz le preguntó si le había gustado su baile en la terraza con un tema de Bad Gyal, Valeria fue honesta: “No es mi estilo, amorch”. Finalmente, ninguna quiso continuar con una relación romántica porque “nos gustan más maculinos”. Sin embargo, ambas reconocieron que han creado una bonita amistad y prometieron volver a verse, tal vez en la Gran Vía de Madrid.