Pactos de no agresión y nuevos socios: España, ante el “vaivén proteccionista” de los aranceles de Trump en sus cadenas de suministro

El centro de análisis económico Funcas considera que “las cosas son más complicadas” que cuando EEUU impuso aranceles a los productos agrarios en 2018, pero es optimista a la larga

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El presidente de Estados Unidos,
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habla con miembros de la prensa (REUTERS/Kent Nishimura)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el pasado jueves aranceles a 160 países. Entre ellos, se encuentran los 27 de la Unión Europea, a los que ha agrupado en un solo bloque, y deberán pagar todos el mismo porcentaje: un 20% por todos sus envíos. Unas tasas que entrarán en vigor el próximo 9 de abril, pero que los mercados ya están notando. Y es que, el pánico, en algunos sectores, es real. Sin embargo, los hay más optimistas. El centro de análisis económico Funcas considera que “las cosas son más complicadas” que cuando Trump impuso aranceles a los productos agrarios en 2018, pero que en España, a largo plazo, se espera “un shock saludable de integración y de inversión”.

Es el director de Coyuntura Económica de la institución, Raymond Torres, el que firma la nota publicada en el blog de Funcas, donde advierte de que “un análisis superficial (y engañoso) apuntaría a un impacto limitado” de los aranceles sobre la economía española. Esta impresión se basa en que las exportaciones a Estados Unidos representan en torno al 1,1 % del PIB. Además, se suele aludir al precedente de 2018, cuando durante el primer mandato de Donald Trump se impusieron aranceles al sector agrícola español. Entonces, aunque las ventas a EEUU disminuyeron, no desaparecieron y, en pocos años, se compensaron gracias al acceso a nuevos mercados.

Un contexto más complicado que en 2018

Lo cierto es que España no es de los países a los que más afectan estas medidas, ya que gran parte de las exportaciones españolas se quedan dentro de fronteras europeas. Francia, Alemania, Italia, Portugal y Reino Unido son sus principales destinatarios, mientras que la cifra de exportaciones a EEUU supone menos del 5% del total de envíos.

Sin embargo, el economista internacional asegura que “en esta ocasión las cosas son más complicadas” que en 2018, ya que muchas empresas no venden directamente sus productos a Estados Unidos, pero sí forman parte de la cadena de suministro de otras compañías europeas que sí lo hacen. Es el caso, por ejemplo, del sector de componentes del automóvil.

De hecho, la patronal Sernauto ya alertó hace un par de semanas de que el comercio con Estados Unidos representa el 4% de la cifra total de exportaciones de piezas y componentes y destacó la importancia de este mercado, en el que la cifra de facturación asciende a los 1.021 millones de euros, por su valor estratégico. Esto, sumado a las alteraciones en las cadenas de suministros de los países exportadores de coches a EEUU a los que España proporciona componentes, puede implicar un serio problema para el sector de los proveedores de automoción. Por ello, las restricciones comerciales tienen un efecto más amplio del que se percibe inicialmente.

Von der Leyen: los nuevos aranceles de EEUU son "un duro golpe para la economía mundial".

Además, en este caso, los aranceles son de carácter global, por lo que cada país va a anunciar represalias, llevando a una guerra comercial. Por el momento, Europa no ha concretado su respuesta, aunque los distintos líderes europeos ya han comenzado a tomar medidas, dentro de sus posibilidades. Es el caso del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que el mismo jueves anunció un paquete de 14.100 millones de euros para los sectores afectados y un mecanismo destinado a mantener el empleo.

Buscar nuevos socios comerciales o pactos de no agresión

Para el experto, la incertidumbre forma parte de la estrategia del presidente estadounidense, posiblemente con la intención de atraer inversión extranjera o fomentar el regreso de industrias al país. Sin embargo, los resultados están yendo en la dirección contraria, ya que la desconfianza en los mercados ha aumentado notablemente, lo que apunta a una desaceleración económica en el país y a una subida de precios derivada del aumento de aranceles.

Por ello, Torres propone buscar nuevos socios comerciales o pactos de no agresión, como los que se han sellado con China, Japón y Corea del sur. Además, aunque expone que “en lo inmediato, la coyuntura se moverá con al compás del vaivén proteccionista”, a largo plazo se anticipa un "shock saludable de integración y de inversión".