Un niño de ocho años no podrá ir a clases de natación por su enfermedad de la piel a pesar de que no es contagiosa

Los padres del menor han llevado el caso ante los tribunales después de que, tras presentar un certificado médico, no se levantase la prohibición sobre su hijo

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Piscina municipal (Pexels)
Piscina municipal (Pexels)

Élio, un niño de 8 años de la localidad francesa de Chambon-Feugerolles, ubicada en el departamento de Loira, tiene ictiosis, una enfermedad de la piel por la que se le ha negado el acceso a la piscina del municipio en el que vive. Pese a que esta patología no es contagiosa y los padres han presentado un certificado médico en el que esto se confirma, no puede acudir a las lecciones de natación a las que van todos sus compañeros de clase.

El centro de Chambon-Feugerolles cuenta con un estricto reglamento en el que se recoge la prohibición de que accedan a la piscina aquellas personas que padezcan una “infección contagiosa o cutánea”, según revela el medio francés Le Progrès. Pese a que no existe la posibilidad de que Élio pueda transmitir esta enfermedad si ingresa en el recinto, no existen excepciones, por lo que se priva al niño de 8 años a asistir a la actividad escolar.

Ante esta situación, los padres del menor, Aurélie y Alexandre, tomaron la decisión de recurrir al alcalde de la localidad, David Fara. Sin embargo, el ayuntamiento prefirió consultar a la Agencia Regional de Salud para resolver el asunto. Este procedimiento fue criticado por la familia, ya que el certificado médico que aportaron con respecto a la imposibilidad de infección de la patología de Élio ya resultaba suficiente y no era necesario consultar al organismo.

Puesto que esta circunstancia continúa sin resolverse, sus padres han llevado el asunto ante el tribunal administrativo de Lyon, donde el pasado martes 25 de febrero se personaron para presentar un recurso de suspensión provisional. La familia de Élio considera que la prohibición es un “ataque al principio de igualdad de acceso a los servicios públicos, un menosprecio del principio de no discriminación”. Por el momento y hasta que el juez no anuncie una decisión, presumiblemente en el plazo de tres semanas, el joven continúa sin poder asistir a sus clases de natación con el resto de sus compañeros.

Qué es la ictiosis

Esta enfermedad, que no resulta infecciosa, produce en el paciente descamación, sequedad y engrosamiento excesivo de la piel, lo que le aporta un aspecto escamoso y puede resultar bastante molesto y doloroso para quienes la padecen. Las causas de esta patología suelen ser genéticas, por lo que en la mayoría de los casos es hereditaria y causada por mutaciones en genes que regulan la producción de queratina o la hidratación de la piel. Por el contrario, también existe un pequeño porcentaje de pacientes que han adquirido la enfermedad como consecuencia de una insuficiente renal, un cáncer o los efectos secundarios de ciertos medicamentos.

Detalle de una piel que
Detalle de una piel que presenta ictiosis (Adobe Stock)

Los síntomas más frecuentes de la ictiosis son picazón y, en algunos casos, grietas dolorosas; piel extremadamente seca y escamosa; engrosamiento de la piel, sobre todo en la zona de los codos, las rodillas y las palmas, o incluso caspa severa. Sin embargo, existen distintos tipos dentro de esta enfermedad, por lo que las manifestaciones pueden ser diversas en función de la patología concreta:

  • Ictiosis vulgar, la más frecuente, pues afecta a 1 de cada 250 personas.
  • Ictiosis ligada al cromosoma X, que afecta casi exclusivamente a los hombres.
  • Ictiosis lamelar, que es la más grave. También se conoce como ictiosis congénita no ampollosa, se presenta desde el nacimiento y afecta a aproximadamente 1 de cada 600.000 personas, por lo que es considerado como un trastorno cutáneo hereditario raro.
  • Ictiosis arlequín. Esta enfermedad es severa y extremadamente rara, presentándose placas gruesas en la piel al nacer.

Al igual que ocurre con otras patologías, la mayoría de ellas consideradas como enfermedades raras (cuyo Día Mundial se conmemora este viernes 28 de febrero), no existe cura para la ictiosis. Sin embargo, los síntomas sí puede controlarse a través de una hidratación intensiva, por ejemplo con ácido láctico o cremas con urea; baños con sales o aceites para suavizar la piel, y tratamientos médicos en los casos más graves, como los retinoides orales.