La pizzería tradicional más antigua de Madrid: 40 años de historia y hasta 35 pizzas diferentes

A pocos metros de Gran Vía se encuentra esta pizzería italiana, fundada en 1979 por dos ‘pizzaiolos’ sicilianos

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Puerta de la pizzería Vesuvio (Vesuvio 1979)
Puerta de la pizzería Vesuvio (Vesuvio 1979)

Pizza, pasta, tiramisú… Italia es la cuna de algunos de los platos y productos más deliciosos, un país cuya gastronomía nos ha conquistado, siendo una de las que más triunfan en España y en el resto del mundo. No cabe duda de que, para probar la mejor pizza del mundo, hay que viajar hasta el país de la bota y pasear por las calles de ciudades como Nápoles o Roma, epicentros de esta masa plana que gusta a todo el mundo.

Pero en España también existen lugares donde disfrutar de una muy decente versión de esta delicia. Para hacerlo, nada como acercarnos a aquellos restaurantes regentados por cocineros italianos, locales en los que el olor a masa fresca y a horno de piedra se convierten en el ambientador perfecto. Algunas de estas pizzerías cuentan incluso con décadas de historia a sus espaldas, algo que ocurre con el Restaurante Vesuvio, una pizzería tradicional con más de 40 años de historia que fue la primera que se fundó en la ciudad de Madrid.

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Pizzería Vesuvio, una de las más antiguas de Madrid
Pizzería Vesuvio, una de las más antiguas de Madrid

La historia de la Pizzería Vesuvio, ubicada en la calle Hortaleza número 4, comienza en Catania, Sicilia. De esta ciudad italiana son Nino y Oli, fundadores de la pizzería que aún mantiene su esencia. Allí, en su pequeño barrio en Sicilia, aprendieron a venerar la masa y sus encantos, fascinándose al pasar delante de las pizzerías en sus calles. El destino les llevó a emigrar a Alemania y, a pesar de ser italianos de pura cepa, fue allí donde los propietarios de Vesuvio se iniciaron profesionalmente en el mundo de la pizza, donde un pizzero napolitano les enseñó el oficio.

Tras la experiencia adquirida durante aquellos años y después de trabajar durante un tiempo en la pizzería Etna, que Oli había fundado en el Centro Comercial de Aurrera, en el barrio de Argüelles, Nino decidió poner al servicio de los madrileños su arte para elaborar auténticas pizzas napolitanas. Así, en diciembre del año 1979, la Pizzería Vesuvio abrió, convirtiéndose con su personal estilo en la pionera de la capital en servir este plato italiano en su versión más tradicional.

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Desde los inicios de este restaurante italiano, los pizzeros han seguido el mismo y exitoso sistema. Las pizzas se preparan siempre al momento, cuando la pide el cliente y completamente a su gusto. La masa es el secreto detrás del éxito de estas elaboraciones; preparada con ingredientes de calidad, esta masa se prepara con una mezcla de harinas italianas de tipo 00 e integral para que tenga una textura suave y crujiente, y fermenta entre 24/36 horas. Este proceso se lleva a cabo a diario, con el objetivo de conseguir una masa fresca todos los días.

Pizzería Vesuvio, una de las más antiguas de Madrid
Pizzería Vesuvio, una de las más antiguas de Madrid

Gracias a este proceso, en Vesuvio son capaces de crear un total de 35 recetas diferentes, con pizzas de todas las clases e ingredientes como queso Mozzarella, pesto, frutti di mare —marisco, de diferentes tipos—, bacon, anchoas, alcachofas, aceitunas… Las diferentes opciones de su carta van desde pizzas tan sencillas como su N.º 1, con una salsa clásica de tomate y queso Mozzarella, hasta pizzas gourmet como su N.º 28, con jamón serrano, queso Provolone, tomate cherry, vinagre balsámico y rúcula. Los precios de sus pizzas van desde los 7,90 euros hasta los 11,90 de sus opciones más gourmet.

Aunque la especialidad son sin duda las pizzas tradicionales italianas, en Vesuvio sirven también otros platos del recetario italiano: ensaladas, pastas, antipasti, lasañas, postres… Todas estas opciones nos permiten degustar lo mejor de la cocina italiana en pleno centro de Madrid, aunque también en nuestra propia casa gracias a su servicio de delivery.

Casa Lac fue fundada en 1825 por la familia Lac, originarios de Francia, cuando llegaron a Zaragoza ese mismo año