
Si uno pregunta por la calle quienes iban a bordo del Titanic, probablemente los dos únicos nombres que se vengan a la cabeza sean los de Rose y Jack, aunque ni siquiera esté claro que este último existiera. Sin embargo, poca gente sabe que en el buque también estaba una emergente actriz de Hollywood que no solo sobreviviría a la tragedia, sino que además se convertiría en la primera Rose, a saber, la primera mujer en protagonizar una ficción en torno al hundimiento del barco más famoso de la historia.
Se trata de Dorothy Gibson, estrella de Hollywood, objetivo de los nazis, amante ocasional de un gran productor y una de las 706 personas que sobrevivieron al naufragio del Titanic, el famoso buque que chocó contra un iceberg la madrugada del 15 de abril de 1912. Gibson iba a bordo junto a su madre, Pauline, con quien estaba jugando al bridge cuando escuchó colisionar el navío en lo que describió como “un crujido prolongado y enfermizo”, que le obligó a salir a cubierta a ver qué había pasado: “Uno de los oficiales nos explicó que habíamos chocado con un iceberg y que probablemente causaría un ligero retraso”, recordaría Gibson en una entrevista posterior al suceso.
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Lo que pocos ignoraban es que en cuestión de minutos ese “ligero retraso” iría a mucho más, pues el RMS Titanic había dado de lleno contra un iceberg y comenzaba a hundirse. Gibson y su madre tuvieron la fortuna de ser de las primeras evacuadas, poniéndose a salvo en uno de los botes salvavidas que comenzaron a desplegarse del navío. Aun con todo, la actriz nunca olvidaría aquella imagen del buque hundiéndose: “Parecía una pesadilla. Después de que el barco se deslizara bajo el agua, la popa salió disparada por las olas antes de hundirse de nuevo. Entonces estallaron los gritos, chillidos, alaridos y gemidos más espantosos que un mortal pueda imaginar. Nadie puede describir los espantosos sonidos, que poco a poco se fueron apagando hasta desaparecer”.
Gibson y su madre sobrevivieron al naufragio al ser rescatadas al amanecer por el RMS Carpathia, que llegó el 18 de abril a Nueva York con los más de 700 supervivientes que había rescatado del Titanic. A su llegada, Gibson no tardó en recibir una curiosa propuesta, la de protagonizar una película en la que contase su propia experiencia a bordo del recién hundido transatlántico. Tan solo 29 días después del naufragio, se estrenaba en cines Saved from the Titanic, la primera película en torno a la tragedia, y de la que apenas se conservan diez minutos, pues las copias fueron destruidas durante un incendio años después.

Sved from the Titanic tampoco era del todo un relato del todo fiel de los hechos, sino una versión dramatizada de su experiencia en la que se había cambiado un poco el contexto y algunos hechos significativos. Entre los productores de la película estaba Jules Brulatour, quien se convertiría en nada menos que el fundador de los estudios Universal y, que a raíz de la película se casó con Dorothy Gibson.
Huida de Estados Unidos, acoso de los nazis y conexiones españolas
En público, Gibson disfrutaba de la fama y no dudaba en promocionar la película: “La nación y el mundo han quedado profundamente afligidos por el hundimiento del Titanic y tuve la oportunidad de rendir homenaje a quienes dieron su vida en aquella horrible noche. Eso es todo lo que intenté hacer”. Sin embargo, en privado Gibson aún sufría las secuelas de aquel traumático acontecimiento y no tardó en retirarse y dejar el mundo del espectáculo, sobre todo cuando estalló su escándalo con Brulatour, con el que había mantenido relaciones antes de casarse y quien le había encubierto en un accidente de tráfico en el que un peatón perdió la vida. Gibson terminaría abandonando no solo Hollywood, sino también su hogar cuando decidió marcharse a Francia para vivir lejos de la actuación.
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Poco se sabe sobre los años que pasó Gibson a raíz de eso, además de que alternó su estancia entre Francia e Italia. Sin embargo, cuando llegó la II Guerra Mundial Gibson volvió a ser protagonista. La exactriz fue acusada de ser simpatizante del nazismo y también que fue agente de inteligencia, pero no ha llegado hasta nuestros días una información que esclarezca el asunto Sí consta que en 1944, y mientras la actriz residía en Milán junto a su madre, Gibson fue arrestada por los nazis y tachada de agitadora antifascista. Por segunda vez en su vida fue rescatada cuando el arzobispo de Milán intercedió para que esta saliese junto a otros dos reclusos.
En sus últimos años, Dorothy Gibson mantuvo una relación con el español Emilio Antonio Ramos, agregado de prensa de la Embajada de España en París, y no se separó de su madre, con la que había vivido tanto. Fallecería en 1946 a los 56 años de un ataque al corazón, dejando buena parte de la herencia a su madre que le había acompañado en los momentos más difíciles, y dejando tras de sí una de las historias más legendarias del mundo del cine. Su película nunca pasaría a la historia al perderse, pero sí su historia, y aunque muchos puedan pensar en Jack y Rose al acordarse del Titanic, hay que recordar también que a bordo iba nada menos que la gran Dorothy Gibson.
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