La princesa Leonor jura bandera ante los reyes y ya es soldado de España

La princesa Leonor ya es oficialmente soldado de España. La primogénita de los reyes Felipe VI y Letizia ha vivido hoy su jura de bandera como dama cadete del Ejército en el patio de la Academia General Militar de Zaragoza. Lo ha hecho ante la atenta mirada de sus padres, que han presidido la ceremonia y no han podido ocultar su emoción ante uno de los momentos más importantes de la carrera militar de la heredera.

Los reyes han llegado al acto en torno a las 12 del mediodía. Mientras Leonor y los más de 400 cadetes que este sábado juraban bandera esperaban en el patio de armas, fuera el monarca y su esposa han saludado a la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, y al resto de autoridades políticas y militares presentes. Posteriormente, han accedido al patio para dirigirse al estrado. Por el camino, Letizia no pudo evitar mirar sonriente a su hija, llegando a quedarse por detrás de Felipe para observar con detenimiento a Leonor, que permanecía en posición firme, esperando su gran momento junto al resto de alumnos.

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Ya en la tarima, ha sonado el himno de España y las 21 salvas al rey, tras lo cual el monarca se ha dirigido a pasar revista a los 410 cadetes que juran bandera este sábado. Leonor, en posición firme y tratando de contener la emoción, ha mirado de reojo a su padre mientras se acercaba a ella.

La princesa ha sido la primera de su promoción en jurar bandera, un emotivo momento del que los reyes han sido testigos desde el estrado. Tras el simbólico beso de Leonor a la bandera nacional, ha desfilado frente a sus padres, que han seguido su paso sonrientes. Letizia, además, se ha mostrado visiblemente emocionada ante el que sin duda será uno de los momentos más especiales de la formación militar de la heredera.

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La princesa de Asturias ha desfilado en solitario antes que el resto de sus compañeros. Ovacionada por los asistentes, Leonor ha seguido al detalle el rito de esta ceremonia, dirigiéndose a la histórica bandera encargada por María Cristina de Habsburgo en el siglo XIX. Despojada de su sombrero en señal de respeto, la heredera al trono de España ha besado el símbolo nacional y ha continuado su paso, desfilando frente a la tribuna desde la que los reyes han sido testigos del momento.

Tras Leonor, el resto de cadetes de la Academia General Militar de Zaragoza han desfilado frente a la bandera, mostrando su compromiso con la nación mediante un simbólico beso. Finalmente, ya convertidos en soldados de España, han desfilado de nuevo frente a los reyes para pasar bajo la bandera, un emotivo momento en el que Felipe VI y Letizia han vuelto a mostrarse emocionados. La reina, de hecho, ha aplaudido fervorosamente al finalizar el acto.

Finalmente, el rey Felipe VI ha dado un emotivo discurso dedicado a todos los cadetes. “En un día como hoy, es inevitable que recuerde aquel 11 de octubre de 1895, cuando yo presté mi juramento ante la bandera de España en este mismo patio de armas”, ha expresado el monarca.

“Pienso en lo que entonces sentí y en lo que significa para mí presidir, junto a la reina y con orgullo, la jura de nuestra hija, la princesa de Asturias. Es muy emocionante y tiene una gran trascendencia ver como hoy la princesa da continuidad a ese juramento”, añade Felipe VI, unas palabras que su hija escuchaba atentamente en formación con el resto de compañeros.

Para terminar, el monarca se ha dirigido a la princesa: “Querida Leonor, recuerda que el compromiso que has asumido conlleva la mayor responsabilidad como España. Sabes bien que la Corona simboliza su unidad y permanencia”, le ha dicho a su hija, asegurando que su formación en la Academia formará parte de sus “mejores recuerdos”. “Sé que también tendrás presente que tu responsabilidad es servir a España con toda tu energía y con verdadera pasión. (...) Como vuestro mando supremo, os doy a ti y a todos tus compañeros y compañeras la enhorabuena. Gracias por querer servir de esta manera”, ha concluido.

Al final del acto, todos los cadetes han realizado su homenaje a los caídos por España, entonando La muerte no es el final, uno de los momentos más emotivos de la ceremonia.