El calzado colombiano pierde terreno: importaciones baratas e informalidad ya dominan más del 60% del mercado

El gremio del sector advierte que la competencia con productos importados, la informalidad y el contrabando están asfixiando a la industria nacional

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La industria nacional del calzado
La industria nacional del calzado en Colombia pierde terreno frente a la competencia de importaciones y productos informales - crédito Colprensa

En vitrinas de centros comerciales y en puestos informales de barrio se libra, casi sin que el consumidor lo note, una competencia desigual que tiene en jaque a la industria nacional del calzado. Mientras los precios bajos siguen marcando la decisión de compra, los fabricantes colombianos ven cómo su participación en el mercado se reduce y cómo sostener la producción formal se vuelve cada vez más cuesta arriba.

Hoy en día, apenas poco más de un tercio del calzado que se vende en el país proviene de empresas nacionales formales. Así lo advirtió la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado, el Cuero y sus Manufacturas (Acicam), que viene siguiendo de cerca una tendencia que combina dos factores persistentes, el crecimiento de las importaciones y el avance de la informalidad. El resultado es un mercado fragmentado, con fuertes presiones sobre el empleo y la viabilidad de muchas compañías locales.

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Solo el 35% del calzado
Solo el 35% del calzado vendido en Colombia proviene de empresas nacionales formales, según datos de Acicam - crédito Colprensa

Las cifras dimensionan el problema. En Colombia se consumen cerca de 120 millones de pares de zapatos al año. De ese total, solo el 35% corresponde a producción nacional formal. El resto se reparte entre calzado importado, que ya representa alrededor del 33%, productos informales que alcanzan el 27% y un componente adicional de contrabando cercano al 5%. Para el gremio, esta estructura evidencia distorsiones profundas en la competencia.

El impacto no se queda en los balances empresariales. Según Acicam, la pérdida de terreno de la industria local tiene efectos directos sobre el empleo formal y el recaudo fiscal. “El mercado colombiano sigue siendo altamente sensible al precio, y competir contra productos que ingresan a valores muy bajos es extremadamente difícil para la industria local”, advirtió Marcela Caicedo, presidenta del gremio, al señalar que la informalidad y el contrabando terminan afectando a toda la cadena productiva.

Uno de los puntos críticos está en las reglas arancelarias vigentes. Actualmente, el calzado declarado por debajo de USD6 paga un arancel del 35%, mientras que los productos que ingresan por encima de US$8 enfrentan un gravamen del 15%. El problema, según Acicam, es que estos umbrales no se actualizan desde 2019 y ya no reflejan los costos reales de producción. “Un zapato que hace cinco años podía producirse a ciertos valores hoy cuesta mucho más, pero sigue entrando al país declarado en esos rangos”, explicó Caicedo.

El crecimiento de las importaciones
El crecimiento de las importaciones y la informalidad fragmenta el mercado del calzado y presiona el empleo formal - crédito Freepik

Por esa razón, el gremio insistió ante el Gobierno en la necesidad de extender y revisar esos umbrales, que vencen a finales de este año. La preocupación es que, sin ajustes, continúe el ingreso de productos subvalorados, especialmente desde Asia, lo que intensifica la competencia en precios y reduce aún más el espacio para la fabricación nacional.

A este panorama se suma una característica estructural del mercado interno, su estacionalidad. El consumo de calzado en Colombia se concentra en fechas específicas del año, como temporadas escolares o de fin de año, lo que genera picos de producción seguidos de periodos de baja actividad. Para Acicam, esta volatilidad dificulta la planeación y la estabilidad laboral.

En ese contexto, la exportación aparece como una alternativa para suavizar los ciclos y sostener una producción más constante. Vender en mercados externos permitiría diversificar ingresos y reducir la dependencia de un consumo interno altamente variable. Sin embargo, no todas las empresas tienen hoy la capacidad financiera o tecnológica para dar ese salto.

El contrabando y la subvaloración
El contrabando y la subvaloración de productos importados afectan la viabilidad de la industria del calzado colombiano - crédito Luis Jaime Acosta/REUTERS

El reto laboral también es significativo. El sector enfrenta un envejecimiento de su mano de obra y dificultades para atraer relevo generacional. A esto se suma la necesidad de invertir en tecnificación para mejorar la productividad y compensar la escasez de personal calificado. Desde el gremio insistieron en que facilitar el acceso a crédito es clave para modernizar plantas y procesos.