Daniel Quintero se va contra el salario de los congresistas: propone que sea equivalente al de un colombiano promedio

En un país donde la desigualdad económica es una constante, Daniel Quintero Calle, exalcalde de Medellín, ha lanzado una propuesta que busca generar un cambio significativo en la percepción de la política y la relación entre los ciudadanos y sus representantes.

En este caso, Quintero planteó la idea de ajustar los salarios de los congresistas colombianos al promedio de los ingresos que perciben los ciudadanos del país.

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Esta iniciativa, que ha sido calificada por algunos como populista, se enmarca en su intención de “resetear la política” y podría convertirse en un eje central de su campaña presidencial para 2026.

Quintero argumenta que los congresistas en Colombia ganan hasta 50 veces más que el salario mínimo mensual, lo que, según él, refleja una desconexión profunda entre la clase política y la realidad económica de la mayoría de los ciudadanos. En un mensaje difundido recientemente en su cuenta de X, el exalcalde expresó que esta brecha salarial es un obstáculo para la equidad y la legitimidad institucional, y que su propuesta busca corregir esta disparidad.

Inspiración en modelos internacionales para una política más equitativa

En su mensaje, Quintero destacó que su propuesta no es un experimento aislado, sino se inspira en modelos ya implementados en países como Dinamarca y Japón. Según explicó, en estas naciones los salarios de los políticos están alineados con los estándares económicos y sociales de la población, lo que contribuye a una mayor legitimidad y respeto hacia el servicio público. Para Quintero, adoptar un modelo similar en Colombia podría ser un paso importante hacia la construcción de un sistema político más justo y representativo.

El exalcalde resaltó que la medida no solo busca reducir los privilegios de la clase política, también pretende enviar un mensaje claro sobre la importancia de la austeridad y la empatía en el ejercicio del poder. “Esta propuesta busca recuperar la equidad, la legitimidad institucional y el respeto por el servicio público”, afirmó en su comunicado.

Reacciones divididas en redes sociales

La propuesta de Quintero ha generado un intenso debate en redes sociales, donde las opiniones están divididas. Algunos usuarios han calificado la iniciativa como populista, mientras que otros la han respaldado como una medida necesaria para reducir la brecha entre los ciudadanos y sus representantes. Entre los comentarios críticos, se encuentran aquellos que cuestionan la viabilidad de la propuesta y la comparan con las competencias y responsabilidades de los congresistas, argumentando que estas no son equiparables a las de un ciudadano promedio.

Por otro lado, también hubo quienes expresaron su apoyo a la idea, aunque con un tono irónico o sarcástico. Comentarios como “Estoy de acuerdo porque no trabajan un culo” o “Claro que sí, pero seguro sus amigas como la Pizarro, la Zuleta y Clara López no les alcanzará el sueldito para el mercado y el arriendo al que están acostumbradas” reflejan tanto el respaldo como el escepticismo que genera la propuesta en ciertos sectores de la opinión pública.

Un paso hacia la campaña presidencial de 2026

La propuesta de reducir los salarios de los congresistas no solo busca generar un impacto inmediato en la percepción de la política, también parece ser parte de una estrategia más amplia de Daniel Quintero Calle para posicionarse como un candidato presidencial en 2026. Según lo publicado, Quintero, que renunció a su cargo como alcalde de Medellín para apoyar la candidatura de un familiar político, ha manifestado su intención de liderar un cambio profundo en la política colombiana.

Con esta iniciativa, Quintero busca consolidar su imagen como un líder dispuesto a desafiar el statu quo y a proponer soluciones que, aunque controvertidas, apuntan a reducir las desigualdades y a fortalecer la confianza en las instituciones. Sin embargo, el éxito de esta estrategia dependerá en gran medida de cómo logre articular sus propuestas y de la recepción que estas tengan entre los votantes.