Con el mismo nombre del partido de Pablo Escobar, Renovación Liberal, un polémico político estaría adelantando su campaña a la Gobernación de Antioquia

El exsenador y aspirante a la Gobernación de Antioquia, Julián Bedoya, es uno de los políticos más conocidos de esa región, pero también uno de los que más polémicas ha protagonizado. Recientemente ha estado en la mira de la opinión pública por un detalle de su proyecto que había pasado desapercibido.

Pese a que aparentemente desde hace meses el proyecto político del que haría parte Julián Bedoya, en su camino para intentar llegar a la Gobernación de Antioquia de la mano del partido Liberal, tiene un nombre muy particular que genera todo tipo de dudas, no se había hablado del tema.

Es de resaltar que este dato cobró relevancia por un trino del periodista Jorge Espinoza justo cuando hay tantas dudas alrededor de la relación del exsenador con el Gobierno nacional, en cabeza del presidente Gustavo Petro.

El punto es que recientemente Julián Bedoya y Pablo Escobar fueron relacionados. Lo anterior, debido a que el proyecto político del exsenador liberal y del capo del narcotráfico más temido y conocido de Colombia llevan el mismo nombre: Renovación Liberal.

Aunque poco se menciona el apelativo en lo que respecta al proceso de Julián Bedoya específicamente, lo cierto es que varios integrantes del partido Liberal lo han mencionado en distintas ocasiones.

Ejemplo de eso es lo que hizo la campaña de los entonces aspirantes al Congreso de la República, Juan Diego Echavarria y María Eugenia Lopera, que en febrero del 2022 mencionaban el nombre del proyecto político en sus publicaciones en redes sociales.

“Renovación Liberal Itagüi, Juan Diego Echavarria L17 Senado, María Eugenia Lópera L117 Cámara, Próximo 13 de Marzo, seguiremos siendo el equipo liberal más grande de Itagüi y Antioquia”, dice una de esas publicaciones.

En las plataformas digitales algunos internautas se refirieron al tema y cuestionaron la relación entre el proyecto político de Bedoya y el movimiento del que hizo parte Pablo Escobar.

“El proyecto más parecido al de Pablo escobar gano la presidencia en 2002″, “Bedoya lo que es un Hijueputa corrupto. No se le olvide que ese prócer puso gobernador en Antioquia”, son algunos de los comentarios.

Pablo Escobar Gaviria, el narcotraficante colombiano más poderoso y conocido en el mundo, quería llegar al Senado y lo logró. Aunque quiso llegar a la Casa de Nariño, sus planes se vieron frustrados.

Cuando Escobar era considerado un empresario adinerado, y no un narcotraficante, inició su plan por incursionar en la política nacional. Lo hizo, paradójicamente, en el partido de quienes descubrieron y denunciaron el verdadero origen de su fortuna.

A partir de 1982, cuando ya había acaudalado fama en Medellín, catalogado incluso como un Robin Hood, Escobar decidió que quería estar en el Congreso. No lo hizo directamente, sino que logró hacerlo como suplente de otro político llamado Jaime Ortega Ramírez, candidato del Movimiento Político de Renovación Liberal que, en principio, fue cercano al Nuevo Liberalismo.

Poco después, Luis Carlos Galán empezó a recibir las denuncias en contra de Escobar y decidió expulsarlos a ambos del partido. Pese a esa decisión, que se hizo pública en un acto político en pleno centro de Medellín, y que zanjó el odio del capo al líder liberal, Ortega consiguió la curul de la Cámara de Representantes por el departamento de Antioquia.

Como suplente de Ortega y ambos amigos del entonces posible candidato presidencial Alberto Santofimio Botero, quien era presidente de la Cámara de Representantes, Pablo Escobar viajó a España en representación de Colombia, para asistir a la posesión presidencial de Felipe González.

En el avión de la delegación conoció al periodista Gonzalo Guillén, quien contó la anécdota en la revista Semana. El entonces suplente parlamentario llevaba en su muñeca izquierda un reloj de doble tablero que marcaba la hora con 24 diamantes, para tener la hora del Reino Unido y no perder el tiempo de Colombia. El periodista logró acceder al nuevo jefe de gobierno del país, según dijo, gracias a que Escobar estaba en su oficina y los presentó.

La delegación de congresista regresó al país y, poco después, Ortega renunció a la Cámara de Representantes. Escobar, como su suplente, ocupó la curul, y logró así su objetivo de incursionar, personalmente, en la política. Sin embargo, el cargo no le duró mucho tiempo pues poco después se descubrió su verdadera identidad y los negocios que hacía.