
Nuestras críticas de cine clasifican sus 10 favoritas del año.
En busca del arte
Ha sido otro gran año para el cine y otro año horrible y angustioso para la industria, ya que cada mes ha traído más malas noticias de recaudación de taquilla. La letanía de problemas es conocida: no hay suficientes estrenos de estudio, ir al cine es excesivamente caro, la gente quiere ver contenido en streaming, lo que sea. El panorama general siempre es más complicado, y vale la pena repetir (¡otra vez!) que el negocio, y ese avatar conocido como Hollywood, no es sinónimo de cine. Como de costumbre, me ha costado mucho reducir a 10 todas las películas que me gustaron, pero te dejo algunos recordatorios de que lo que nos importa a los cinéfilos no es el balance final de resultados de la industria, sino el arte.
1. Pecadores (Ryan Coogler)
Una de las películas más fascinantes del año, Pecadores desafía las expectativas en todo momento. Ambientada en gran parte en el Mississippi de Jim Crow de la década de 1930, se inspira en distintos géneros para crear una historia de terror singularmente estadounidense sobre raza y resistencia, arte y comunidad, que tiene como protagonistas a unos hermanos gemelos (ambos interpretados por Michael B. Jordan) cuyo mundo se ve amenazado por el vampirismo blanco. A medida que desciende la oscuridad, los horizontes de la historia se abren para incorporar el recorrido de la historia estadounidense, una cuya banda sonora es el blues. Si los grandes estudios quieren un futuro sostenible, tienen que darle cabida a más cineastas como Coogler.
2. Una batalla tras otra (Paul Thomas Anderson)
Tan estadounidense como la tarta de manzana y el antiautoritarismo, la carnavalesca película de Anderson inicia con un variopinto grupo de aspirantes a revolucionarios (entre ellos el dínamo Teyana Taylor) que liberan a migrantes de un centro de detención. La conmoción de esa escena reverbera a lo largo de esta película bellamente dirigida e interpretada, que está enfocada en un miembro fatigado (Leonardo DiCaprio). Después de ser obligado a entrar en acción, sale dando tumbos de su estupor infundido de cannabis como el fantasma del radicalismo pasado para librar otra batalla, una que otros han librado --y librarán-- mucho mejor.
3. Marty supremo (Josh Safdie)
Desde el momento en que inicia esta picaresca cinta, Safdie rara vez levanta el pie del acelerador. Comienza en el Lower East Side a principios de la década de 1950, donde un vendedor de zapatos judío --un sensacional Timothée Chalamet-- alimenta sueños grandiosos y trama planes interminables. La película, una historia de un incansable marginado estadounidense, evoca Las aventuras de Augie March de Saul Bellow y ¿Por qué corre Sammy? de Budd Schulberg, pero también es una película de Safdie hasta la médula. Tendré más que decir sobre ella cuando se estrene el 25 de diciembre.
4. Un simple accidente (Jafar Panahi)
La cinta más reciente de Panahi, una parábola que tiene lugar dentro y fuera de la carretera, se enfoca en un grupo de hombres y mujeres que deciden el destino de un hombre que uno de ellos ha capturado. Creen que el rehén podría ser su antiguo carcelero, un sádico al servicio del régimen. Mientras conducen por Teherán y sus alrededores, estrechan lazos y discuten, y se adentran en terrenos políticos y filosóficos. Panahi, que cumplió condena en prisión por desafiar al gobierno iraní, se basó en sus experiencias y en las de otros presos para crear este thriller ético de ebullición lenta sobre la acción y la inacción, y sobre lo que significa resistir juntos.
5. BLKNWS: Terms & Conditions (Kahlil Joseph)
Íntima y arrolladora, intelectualmente emocionante y formalmente audaz, la película ensayo de Joseph toma como punto de partida Africana, una enciclopedia de África y la población afrodescendiente editada por Kwame Anthony Appiah y Henry Louis Gates Jr. que se inspiró en un proyecto que W. E. B. Du Bois inició antes de su muerte en 1963. En su alucinante meditación sobre las vidas, identidades y experiencias de la comunidad negra, Joseph despliega una vertiginosa mezcla de material nuevo y de archivo, atraviesa siglos y continentes, inventa nuevos mundos y presenta a pensadores como Saidiya Hartman. ¡Es un viaje!
6. My Undesirable Friends: Parte I -- Last Air in Moscow (Julia Loktev)
No dejes que las más de cinco horas de duración eviten que veas este retrato colectivo de periodistas, en su mayoría mujeres, que se han comprometido a informar de la verdad sobre la Rusia del presidente Vladimir Putin frente a las crecientes amenazas del gobierno. Loktev empezó a rodar la película en 2021, el año en que el gobierno empezó a tomar medidas represivas contra los periodistas por considerarlos "agentes extranjeros", y continuó mientras Rusia invadía Ucrania. Rodó la película con un iPhone (tiene muy buen ojo), lo que profundiza la intimidad de la película. Con cada hora que pasa, te enamoras y te preocupas por estos periodistas, cuya integridad, determinación y valentía informativa sirven de reproche a la tiranía.
7. Lo siento, cariño (Eva Victor)
Victor asume el rol protagónico de su emocionalmente delicado debut tragicómico como directora de largometrajes. Interpreta a una profesora, Agnes, que vive en una acogedora casa no muy lejos de la pequeña universidad de Nueva Inglaterra donde enseña y donde, años antes, su vida cambió de forma indeleble. A Agnes le ocurrió algo terrible, y aunque puedes adivinar lo que ocurrió, Victor te introduce gradualmente en la historia con sensibilidad y sacudidas de ingenio. Una exploración del trauma que elude los tópicos habituales de muchas historias dolorosas, Lo siento, cariño es el retrato de una mujer que busca a tientas hacer las paces con el pasado mientras encuentra su lugar en el presente.
8. O agente secreto (Kleber Mendonça Filho)
Cuando Marcelo (Wagner Moura) se prepara para llenar el tanque de su Volkswagen Beetle en una gasolinera, palidece de inmediato al ver el cadáver que se pudre cerca. Las moscas zumban y los perros callejeros no tardan en correr, incluso cuando la policía pasa de largo. Ambientada en 1977, durante la dictadura brasileña --"un periodo de grandes fechorías", como dice tímidamente la película--, la obra más reciente de Mendonça Filho sigue a Marcelo mientras se esconde en esta sorprendente historia de escape, que no tiene nada de formularia. Mezcla de estados de ánimo y tonos adornados con toques surrealistas, O agente secreto es una cápsula del tiempo política y al mismo tiempo tiene una inquietante actualidad.
9. Caught by the Tides (Jia Zhangke)
En este híbrido sui generis, Jia une la historia de una mujer con la de la propia China y una mezcla de cine y video de ficción y no ficción que empezó a rodar hace más de 20 años. Utiliza a Qiaoqiao, una mujer enferma de amor (interpretada por Zhao Tao, la esposa del cineasta), como hilo conductor de su narración y relata una historia hermanada de un individuo y un país que es por momentos melancólica y esperanzada, e insistentemente anclada en el mundo material. Traicionada por su novio, un delincuente de poca monta, Qiaoqiao nunca pronuncia una palabra; no necesita hacerlo. Al igual que la penetrante mirada del propio Jia, la expresividad lapidaria de la protagonista dice mucho sobre los cambios sísmicos que afectan a la realidad que la rodea.
10. The Mastermind (Kelly Reichardt)
La pregunta que se cierne conmovedoramente sobre el sutil retrato de Reichardt de un padre de familia convertido en delincuente de poca monta y fugitivo (un Josh O'Connor discreto y heroicamente poco heroico) es qué es lo que nos debemos los unos a los otros. Ambientada en 1970, comienza con el JB de O'Connor inspeccionando el pequeño museo regional que él y unos colegas robarán pronto. A pesar de su torpeza cómicamente amateur, los ladrones consiguen robar con éxito (¡de milagro!) un pequeño número de pinturas abstractas. Su aparente triunfo resulta efímero y, al final, no viene al caso en una película que, de forma silenciosa y constante, se convierte en una reflexión ética sobre los perjuicios del individualismo frente a la urgente necesidad colectiva.
Estas son algunas de las otras películas que me gustaron y que te animo a ver: Presencia , No Other Land , The Annihilation of Fish , Mickey 17 , Código negro , Amores materialistas , La historia de Souleymane , Highest 2 Lowest , Hors du temps , Megadoc , Blue Moon , Orwell: 2+2=5 , Alabama: presos del sistema , Una casa de dinamita , The Perfect Neighbor , Valor sentimental , Nouvelle Vague , Resurrection, Cover-Up, El testimonio de Ann Lee y No Other Choice.
Lidiar con la historia
Este año, en el cine, no dejaba de resonar en mi mente el mismo estribillo, una frase de William Faulkner: "El pasado nunca muere. Ni siquiera es pasado". Parecía que muchas de las películas más interesantes, vibrantes y osadas --las que asumían los mayores riesgos o lidiaban con las ideas más espinosas-- estaban en sintonía con esa importante idea. La historia tiene largos tentáculos que llegan al presente de formas que no siempre esperamos; no podemos escapar del pasado, y será mejor que tampoco intentemos reescribirlo.
Todo eso es muy relevante cuando se trata, por ejemplo, de la política estadounidense. Pero lo bueno del cine --de todo el arte, en realidad-- es que es la forma en que los humanos resolvemos lo que nos preocupa. Así pues, las películas de este año demuestran que los cineastas que trabajan de muchas maneras, en todo el mundo, están pensando en el pasado, el presente y el futuro, y en el mundo que heredamos y que dejaremos atrás. Vi películas ambientadas en Irán, Rusia y Mississippi. Grité ante el terror y reí a carcajadas ante la comedia. Me hipnotizó un documental épico de cinco horas y me impresionó una película diminuta sobre lazos comunitarios que se desvanecen. Contuve la respiración, exhalé fuerte y recordé que lo mejor del cine es que nos permite recordar nuestra historia y soñar con el futuro, juntos.
1. Una batalla tras otra (Paul Thomas Anderson)
A veces puedes saber que una película va a funcionar prácticamente desde el primer fotograma, y eso es Una batalla tras otra. Actuaciones virtuosas, dirección segura, ritmo que propulsa, certeras elecciones musicales sí, todos los elementos están ahí. Pero lo que hace de Una batalla tras otra la mejor película del año es cómo todos ellos encajan para contar una verdad que rara vez nos atrevemos a reconocer: ninguna generación, por idealista que sea, resolverá jamás los problemas del mundo. Entregaremos a nuestros hijos lo que nosotros estropeamos y les diremos que ahora les toca a ellos. Y ellos emprenderán esas batallas a su manera.
2. Un simple accidente (Jafar Panahi)
Panahi conoce bien los estragos que los regímenes autocráticos pueden causar en los artistas: ha pasado la mayor parte de su carrera restringido o encarcelado por su propio gobierno en Irán, pero ha hecho películas de todos modos. Esta obra maestra de la tragicomedia, ganadora de la Palma de Oro y la primera que dirigió desde que salió de la cárcel en 2023, trata sobre cómo el ser tratado con crueldad tiende a hacer que los seres humanos reaccionen con crueldad, y de cómo, para la gente poderosa que quiere conservar su poder, ese es precisamente el objetivo.
3. My Undesirable Friends : Parte I -- Last Air in Moscow (Julia Loktev)
La cámara de Loktev capta cómo se va cerrando poco a poco el cerco alrededor de un grupo de periodistas independientes en Moscú en los meses previos a que el presidente Vladimir Putin ordenara la invasión a Ucrania. En el proceso, las más de cinco horas de la película ilustran las formas en que el régimen autoritario asfixia lentamente a la prensa libre: primero con obstáculos burocráticos y declaraciones de oposición al Estado; después con medidas más severas y peligrosas. Es la película más emocionante y terrorífica del año.
4. Marty supremo (Josh Safdie)
Ver al frenético y presumido campeón de tenis de mesa que interpreta Timothée Chalamet abrirse paso a toda velocidad por el Nueva York de la década de 1950 puede sentirse como agarrarse al lomo de un gato callejero exaltado durante un par de horas: totalmente angustioso y estimulante. Pero la historia que hay debajo de la historia es lo que hizo que Marty supremo me pareciera tan maravillosa: trata de un chico judío que sabe exactamente a qué tipo de antisemitismo y de dinámica racial finamente estratificada se enfrenta en el Estados Unidos de la posguerra, y utiliza todos los medios a su alcance para devolver el golpe.
5. El testimonio de Ann Lee (Mona Fastvold)
Nunca he visto una película como esta, y no creo que lo vuelva a hacer. La vida de la fundadora de la algo oscura secta de los Shaker es un argumento suficientemente extraño para una película, pero convertirla en un musical le añade una capa extra de peculiaridad. No puedo evitar pensar que en manos de cualquier otro cineasta que no fuera Fastvold, habría sido una película de terror, pero en su lugar es una historia de belleza, éxtasis y devoción religiosa, comprometida sin concesiones con la visión de Ann Lee de la sencillez y la divinidad, impresionante en cada fotograma.
6. Predators (David Osit)
Ostensiblemente, este asombroso documental trata sobre el programa de televisión de la NBC, To Catch a Predator. Pero rápidamente se convierte en mucho más: ¿Por qué nos atrae ver cómo se humilla a la gente mala? ¿Qué tipo de cultura de internet generó To Catch a Predator? ¿Y cuáles son las implicaciones humanas de todo esto? Osit tira cuidadosamente de estos hilos y deja al espectador rumiando y tambaleándose.
7. Put Your Soul on Your Hand and Walk (Sepideh Farsi)
El centro del documental de Farsi, una mujer palestina llamada Fatma Hassona, murió en un ataque aéreo israelí el día después de que la película fuera aceptada en el Festival de Cine de Cannes. Así que no solo es un documento de una amistad inusual entre dos mujeres --una cineasta iraní exiliada y una fotoperiodista de Ciudad de Gaza que nunca se conocieron en persona--, sino que también es una crónica de la vida en circunstancias imposibles, además de un homenaje a Hassona.
8. Pecadores (Ryan Coogler)
Creo que esta es la película más comentada del año, y con razón. Audaz, visualmente cautivadora, rebosante de simbolismo y a la vez repleta de vida palpable, tiene el embrujo de la historia y la música y de siglos de dolor y alegría. Esa gran escena de música y baile --ya sabes cuál-- bastaría por sí sola para incluirla en la lista de las mejores películas del año.
9. Eephus (Carson Lund)
Aunque técnicamente es una película de béisbol, Eephus es en realidad una elegía para un tipo de comunidad de pueblo pequeño: tiene lugar el último día que una liga amateur masculina podrá jugar en su querido campo de béisbol. Es una película para pasar el rato, en la que no ocurre gran cosa, lo que significa que encarna perfectamente lo genial del béisbol y también de la amistad entre vecinos.
10. La voz de Hind Rajab (Kaouther Ben Hania)
La historia de Hind Rajab, una niña palestina de 6 años atrapada en un vehículo en el norte de Gaza con familiares muertos por fuego militar israelí, captó la atención internacional en 2024. Para la película, Ben Hania mezcló audio real de las llamadas a los servicios de emergencia de la niña con escenas de actores que interpretaban a los trabajadores de la Media Luna Roja que trabajaron para salvarla. Es un trabajo cinematográfico magnífico y totalmente desgarrador.
También recomendadas: Blue Moon , Blue Sun Palace , Mátate, amor , Eddington , Frankenstein , Hamnet , If I Had Legs I'd Kick You , Aún estoy aquí , ¿Está funcionando esto?, Life After , Lurker , Marlee Matlin: Not Alone Anymore , The Mastermind , Peter Hujar's Day , Superman y Sueños de trenes .
Manohla Dargis es la crítica cinematográfica jefa del Times.
Alissa Wilkinson es crítica de cine del Times. Ha estado escribiendo sobre películas desde 2005.
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