Las redes sociales se han convertido en el espacio ideal para la proliferación de enigmas y acertijos. En este contexto, los usuarios comienzan a compartir diferentes desafíos para las mentes más inquietas.
Tal es el caso de este nuevo acertijo que invita a encontrar tres pares de gafas escondidas en medio de un mar de tijeras. A continuación, la imagen mencionada. El desafío consiste en encontrar los antejos en unos 10 a 15 segundos.
En caso que no se haya logrado resolver en tan poco tiempo, se puede descansar la vista unos segundos y volver a intentar. A veces ayuda poner la vista en otro sitio por un tiempo y luego volver a mirar la imagen del desafío.
A continuación, la solución de este acertijo. Las gafas fueron remarcadas para que se pueda ver bien la ubicación:
Las formas, colores así como la disposición de diferentes objetos en un lienzo contribuyen a generar ilusiones ópticas que constituyen verdaderos desafíos. El cerebro trata de organizar una serie de estímulos que por diferentes situaciones, pueden generar confusiones.
Imágenes donde es difícil visualizar las formas, encontrar objetos escondidos incluso en los cuales algunos ven un objeto u otro. Este tipo de desafíos existen hace muchísimo tiempo y las redes solo contribuyeron a hacerlos virales o cada vez más visibles.
Dentro de los muchos acertijos de este tipo, está el que invita a encontrar círculos en una imagen donde sólo parece haber líneas rectas, como se muestra a continuación.
Lo cierto es que en esta foto, donde solo parece haber figuras rectangulares, hay círculos que son difíciles de percibir simplemente porque los ángulos rectos y las sombras se destacan más en las líneas rectas que en aquellas que son circulares. El truco para ver los círculos es fijar la mirada en el centro.
A veces la disposición de las figuras geométricas generan una ilusión de movimiento que en realidad no hay. Esto se pude apreciar en diferentes gráficos como el que se muestra a continuación.
Cuando aparecen varias formas en una misma imagen, el cerebro tiene dificultad para procesar toda esa información y aparecen ilusiones como las de movimiento.
Las diferentes tonalidades así como las sombras pueden dar la sensación de que hay figuras en movimiento cuando en realidad eso no ocurre.
En 2020, investigadores de Damon Clark, de la Universidad Yale en Estados Unidos, identificaron que la forma en la cual el cerebro de los humanos es engañado por medio de ilusiones ópticas es similar a cómo se produce ese tipo de engaños en las moscas.
Los especialistas evaluaron tipos específicos de neuronas que intervienen en la detección del movimiento en las moscas y encontraron un patrón de respuestas creado por la imagen estática. Activando y desactivando esas mismas neuronas, los investigadores fueron capaces de modificar la percepción de las moscas de ese supueseto movimiento, que es una mera ilusión óptica.
Al apagar dos tipos de neuronas de detección de movimiento, eliminaron la ilusión óptica por completo. Al apagar solo uno de los dos tipos, las moscas registraban el supuesto movimiento en la dirección opuesta a la que tenían cuando ambas clases de neuronas estaban activas.
Con esta información llegaron a la conclusión de que la ilusión óptica se produce a raíz de pequeños desequilibrios. Luego buscaron replicar esta misma experiencia con humanos y pudieron probar que el mecanismo subyacente en la percepción de la ilusión óptica en los humanos funciona de manera similar al de las moscas. Si bien el sistema visual humano es mucho más complejo que el de esos insectos, la forma en que se producen las ilusiones ópticas se basa, en términos generales, en el mismo principio.
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