
La ONG Save the Children denunció que cerca de 120.000 niños han sido forzados a abandonar sus hogares en las provincias orientales de Kivu del Norte y Kivu del Sur desde el inicio de 2025, debido a un aumento de los combates entre el Ejército y los grupos rebeldes, según un comunicado difundido por la organización este miércoles.
Ambas provincias, que ya albergaban a más de 4,6 millones de desplazados, han sido escenario de un recrudecimiento de la violencia que ha bloqueado el acceso humanitario a las comunidades ya vulnerables. “Los niños se ven atrapados en el fuego cruzado y el tiempo se acaba para ellos”, advirtió Greg Ramm, director de Save the Children en la RDC.
En particular, la organización destacó el ataque perpetrado el martes por el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), que logró tomar la estratégica ciudad de Minova, en Kivu del Sur, una región donde Save the Children colabora con socios locales para brindar apoyo a los afectados.

Según David Okoni, trabajador de una organización socia, los disparos comenzaron alrededor de las 5.00 hora local (3.00 GMT), obligando a los habitantes, en su mayoría desplazados, “huyeran en todas las direcciones”. El ataque dejó niños heridos y muchos menores no acompañados buscando “desesperadamente” a sus padres, explicó Okoni.
El ataque del M23 dejó a cientos de personas atrapadas sin acceso a alimentos, agua potable ni atención médica. “La situación es crítica. Los padres no tienen comida ni agua potable para sus hijos, y los heridos por balas permanecen sin atención médica, ya que los trabajadores de salud también han huido para salvar sus vidas”, detalló Okoni.
Además, tras el ataque, las rutas de salida de la ciudad fueron cortadas, complicando aún más la llegada de ayuda humanitaria.
De acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), más de 178.000 personas han sido desplazadas por los combates en la zona de Minova entre el 4 y el 20 de enero. Al menos 113 personas resultaron heridas durante este periodo.

Llamado urgente a la comunidad internacional
Save the Children instó a todas las partes implicadas en el conflicto a priorizar la protección de los civiles y a garantizar “un acceso humanitario sin restricciones”. Asimismo, reiteró su llamado a la comunidad internacional para tomar “acciones inmediatas” ante la “crisis humanitaria” en la región.
El aumento de la violencia ocurre tras la suspensión de la cumbre de paz prevista para el 15 de diciembre en Angola, en la que debían participar los presidentes de la RDC y Ruanda, Félix Tshisekedi y Paul Kagame. La ONU ha confirmado la colaboración de Kigali con el M23, a pesar de las negaciones del gobierno ruandés.
Por su parte, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo rebelde fundado en 2000 por responsables del genocidio de 1994 en Ruanda, lo que también ha sido corroborado por la ONU.
Desde 1998, el este de la RDC permanece en conflicto, alimentado por la actividad de milicias rebeldes y enfrentamientos con el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU, conocida como Monusco. La región sigue siendo una de las áreas más afectadas por desplazamientos y crisis humanitarias en el continente africano.
(Con información de EFE)
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