Los zanates, las aves que amenazan el ecosistema en Ciudad de México

A pesar de que suelen confundirse con cuervos, estas aves son endémicas de México. Según Jorge Schondube, investigador de la UNAM, a futuro puede pasar que haya muchos zanates y estos terminen dañando a las poblaciones de otras especies

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Tlatoani Ahuítzol fue el que ordenó llevar a los zanates a la zona de Tlalelolco en la Ciudad de México y seguir criándolos ahí. Foto: Jovani/Infobae
Tlatoani Ahuítzol fue el que ordenó llevar a los zanates a la zona de Tlalelolco en la Ciudad de México y seguir criándolos ahí. Foto: Jovani/Infobae

¿Te has dado cuenta de los pájaros que hay en la Ciudad de México? Seguro que uno de los más vistos es el zanate (Quiscalus mexicanus), un ave de color negro en el caso de los machos; que incluso se puede confundir con un cuervo, sin embargo no lo son. Tienen plumaje iridiscente de colores tornasolados como azules y morados, y habita en grandes cantidades principalmente en las ciudades. Pero su presencia en la capital representa un grave riesgo para otras especies.

Aunque mucha gente considera esta especie como invasora, lo cierto es que son nativos de México, Tania Orozco Téllez, bióloga que labora actualmente en la Agencia de Atención Animal de la Ciudad de México (AGATAN) contó a Infobae México sobre las características de esta especie de ave.

Antes del siglo XX únicamente se encontraba en el Golfo de México, por lo tanto es endémica de esa zona, sin embargo se sabe que el Tlatoani Ahuítzol, quien era fanático de las aves, los conoció e introdujo en la zona de Tlatelolco de la CDMX y fue así como continuó desplazándose por todo el país.

Es un ave paseriforme, esto quiere decir que es un ave cantora y se encuentra únicamente en América; actualmente hay ejemplares en el sur de Estados Unidos y en el norte de Ecuador, Colombia y Venezuela. Tania afirmó que el que hoy en día se pueda ver en el norte de Sudamérica nos da una perspectiva de lo rápido que está creciendo la cantidad de individuos y con el tiempo pueden ser consideradas poblaciones nocivas.

A simple vista se puede diferenciar el macho de la hembra, pues la hembra es de menor tamaño y de color marrón. Lo podemos diferenciar de los cuervos porque el plumaje de los cuervos no es iridiscente a diferencia del zanate que sí lo es y el pico de los cuervos verdaderos es más ancho y estos son del doble de tamaño”, comentó la bióloga.

Los zanates hembras son las que se encargan de hacer el nido y alimentar a las crías. Fotos: Gettyimages
Los zanates hembras son las que se encargan de hacer el nido y alimentar a las crías. Fotos: Gettyimages

Tania afirmó que actualmente se encuentra más ampliamente distribuido en las ciudades porque se ha adaptado de una manera muy fácil a las condiciones urbanas, por eso es considerada una especie plástica, lo cual tiene que ver con qué tan fácil se adapta.

“Se alimenta principalmente de insectos, hay veces que también podemos verlos alimentándose de roedores y reptiles pequeños, fruta, pero sobre todo deshechos de comida humana o incluso croquetas para perros o gatos cuando lo encontramos aquí en las ciudades”. Lo cual resulta muy curioso, pues no tienen dientes para masticar las croquetas; lo que hacen es remojarlas para podérselas tragar, esto indica que es un animal muy inteligente.

La bióloga afirmó que son animales que sí suelen entrar en conflicto con el humano, ya que se junta en parvadas muy grandes de hasta 300 individuos. Los ruidos que generan muchas veces son molestos para las personas que incluso se han quejado con la Agencia de Atención Animal, sin embargo no hay algo específico que se pueda hacer más que tener paciencia, puesto que no se trata de una especie exótica.

El problema de la rápida expansión que está teniendo es principalmente por dos situaciones. Jorge Schondube, del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES) de la Universidad Nacional Autónoma de México contó a Infobae México que los campos de cultivo con irrigación es una parte muy importante porque es una especie a la que le gustan los pantanos.

Difícilmente un proceso de contaminación va a hacer que el zanate se desplace a otro lado. Fotos: Gettyimages
Difícilmente un proceso de contaminación va a hacer que el zanate se desplace a otro lado. Fotos: Gettyimages

“Hicimos un estudio como en 25 ciudades del Bajío y lo que descubrimos fue que a los zanates les encantan las ciudades y las áreas abiertas donde hay árboles aislados grandes, entonces están usando la ciudad como si fuera un pantano, se escucha raro pero buscan áreas donde haya agua y árboles y eso ocurre mucho en nuestros parques y calles. Les estamos haciendo un hábitat a través de las ciudades”, contó.

Aseguró que aún no existen los estudios necesarios para saber qué tantos efectos negativos va a tener si sigue distribuyéndose tan rápidamente como hasta ahora puesto que son difíciles de realizar. Sin embargo sí es preocupante su expansión porque se han ido convirtiendo en una plaga. Lo que sí se ha hecho, aseguró, es que a través de la observación los investigadores se han dado cuenta que al ser un ave tan grande, las demás especies pueden sentirse amenazadas puesto que no tienen la misma fuerza, aunque es difícil tener datos de agresividad.

Por resultados de estudios de otras especies, se ha encontrado también que algunas de estas desaparecen en términos locales cuando está el Quiscalus, es decir, se mueven a unos kilómetros. “Si realmente es el zanate el que las hace moverse, entonces habría un problema serio para las especies si llegara a estar en todos los lugares”, aseguró.

Tania Orozco afirmó que siempre es preocupante cuando hay un gran incremento de especies, sobre todo esta porque no tiene un depredador fijo, es decir no hay un depredador que esté controlando a las poblaciones lo que la hace más ventajosa sobre otras especies para poderse adaptar. Incluso el pico que tienen es bastante filoso como para poder perforar a cualquier animal con el que se sientan amenazados.

Tania y Jorge coinciden en que el segundo problema de la expansión de la especie es la basura que generamos. Incluso hay reportes de que los zanates atacan a las personas para quitarles la comida, por su parte Tania aseguró que tienen la habilidad de abrir bolsas o mochilas para sacar el alimento de ahí.

“Estos bichos están tan asociados a la parte de actividad humana que tal vez lo más dañino no es el zanate en sí, sino cómo manejamos nuestras áreas agrícolas y cómo manejamos nuestras áreas urbanas” declaró a Infobae México Jorge Schondube.

Dar de comer a las palomas favorece a su reproducción descontrolada, aumenta la suciedad de la vía pública y por consiguiente la aparición de malos olores que contienen esporas que diariamente respiramos y pueden hacernos daño.
Dar de comer a las palomas favorece a su reproducción descontrolada, aumenta la suciedad de la vía pública y por consiguiente la aparición de malos olores que contienen esporas que diariamente respiramos y pueden hacernos daño.

Una de las actividades de las que más se benefician aves como los zanates es que las personas sigan alimentando a las palomas, las cuales son consideradas plaga. Jorge afirmó que es una cuestión muy difícil de entender para las personas, quienes en lugar de ayudar, siguen generando que sus poblaciones crezcan, pero no solo estas sino también las del zanate, el cual está comenzando a considerarse una plaga.

La bióloga Gabriela Gutiérrez Olguín afirmó a Infobae México que el país carece mucho de estudios de impactos ambientales y especies que desplazan a otras. No obstante, lo que sí se sabe es que cuando vemos una gran predominancia de pájaros zanates en un área quiere decir que se está impactando de forma negativa al ambiente.

Los tres especialistas coinciden en que falta atención sobre cómo manejamos los residuos que generamos los humanos, es necesario un mejor manejo de la basura. Por su parte Tania afirmó que el hecho de que los zanates o las palomas puedan alimentarse de los botes de basura significa que estamos otorgándoles recursos ilimitados.

De acuerdo con la bióloga, la Agencia de Atención Animal de la Ciudad de México no puede interferir eliminando a los individuos de esta especie, por lo cual están apostando a la educación ambiental para que las personas tengan un mejor manejo de residuos y que estas especies tengan recursos limitados y una población controlada.

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